El Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pizzaballa, ha insistido este fin de semana, en una rueda con periodistas, que “es importante pensar en volver a Tierra Santa”, sobre todo ahora que ha terminado el enfrentamiento entre Israel y Hezbolá en el Líbano.
“Les animo a tener el valor de venir, las peregrinaciones son seguras. Belén, Nazaret, Jerusalén… son ciudades seguras, es importante venir y hay esperanza para el futuro”. Los cristianos siempre hemos estado ahí, no hay razón para que nos vayamos. Además, la Tierra Santa es el lugar del testimonio de la Revelación”, ha añadido.
“Mantener la fe y la memoria del Cristo histórico”
En el encuentro, que ha tenido lugar desde Alemania, presentado por Regina Lynch, presidenta ejecutiva ACN Internacional, y moderado por María Lozano, directora de comunicación, el cardenal Pizzaballa argumentó el llamamiento a volver a Tierra Santa.
“Los cristianos siempre han estado ahí, no hay razón para que nos vayamos. Además, la Tierra Santa es el lugar del testimonio de la Revelación. Mantener la fe y la memoria del Jesucristo histórico es esencial. La fe cristiana no es narrativa, es una fe histórica: creemos que Dios se encarnó y vivó allí, y la presencia de los cristianos mantiene la presencia histórica de Jesús”.
“El demonio quiere echarnos, mandarnos lejos”
“El demonio quiere echarnos, mandarnos lejos de Tierra Santa. No solo es importante que nos quedemos, sino que traigamos a cristianos en peregrinación. Es el tiempo de volver a Tierra Santa. Los peregrinos no han podido venir durante la guerra, y esto ha sido una herida para nosotros, porque los peregrinos son parte de nuestra identidad como Iglesia”, señaló el cardenal Pizzaballa.
Violencia emocional: un antes y un después del 7 de octubre
Esta guerra tiene algo diferente a las anteriores, a juicio del Patriarca latino de Jerusalén. “Hay un antes del 7 de octubre de 2023, y un después. Es el tipo de violencia y el impacto de esta violencia en la población. Para los israelíes, lo que ocurrió el 7 de octubre es un trauma que les ha impactado, muy profundo, y que todavía haya rehenes es algo que agita sus emociones”.
“Pero también para los palestinos”, ha subrayado. “Lo que ocurrió, sobre todo en Gaza, ha afectado mucho desde el punto de vista emocional a la vida de los palestinos. Para los israelíes fue como una pequeña Shoá (holocausto) que ocurrió en suelo isreli. Y lo ocurrido en Gaza es como un nuevo intento de sacarlos de Tierra Santa”.
Gaza: nadie trabaja, sin educación
“Es una situación muy dramática para ambas poblaciones. Y la situación es muy dramática en Gaza desde el punto de económico, como todos saben. Nadie trabaja. Casi dos millones de personas (el 90 por ciento de la población), están desplazadas. Las casas están destrozadas, están viviendo en tiendas de campaña”.
“En Gaza tenemos poco más de 600 personas, todas están en la Parroquia de la Sagrada Familia, las condiciones son muy miserables, En Gaza se necesita ayuda de emergencia, medicinas, alimentos, y otro aspecto que no se considera de emergencia es la educación: es el segundo año que los niños en Gaza no van al colegio, y la mayoría de los palestinos se han quedado sin trabajo, antes de la guerra iban a Israel, ahora no hay peregrinaciones, porque las peregrinaciones a Israel se han cancelado a causa de la guerra”.
Esperanza y llamada diaria del Papa
“Como Pastor, se percibe el nivel de odio que sientes en todas partes, Los discursos del odio, el lenguaje de desprecio, de rechazo del otro”, pero “nosotros traemos un argumento de esperanza, de esperanza para el futuro”, añadió el cardenal.
El Papa Francisco llama a la Parroquia todos los días por la tarde, a veces medio minuto, en ocasiones más, reveló el Patriarca, y “se ha convertido en el abuelo de los niños, el abuelo que les llama. Es un gran apoyo”. “No somos una Iglesia que está muriendo, somos una Iglesia viva, aunque seamos pocos”.
Señales de una situación nueva
Ahora, “una vez que la guerra en el Líbano ha terminado, y esperamos que la situación en Gaza también termine pronto. hay señales de que llegaremos a una situación nueva”, consideró Pizzaballa. Sin embargo “no hay que confundir la esperanza con una solución política”, que por el momento, no se aprecia. “Mi impresión es que es posible que en las próximas semanas o meses se llegará a una forma de acuerdo, pero el fin de la guerra no es el fin del conflicto”, entre otros motivos por el odio, que “todavía está ahí” en la población.
Pero “quizá porque políticamente no somos relevantes, tenemos libertad para conectar con todos”. “Gracias por su oraciones”, concluyó, “porque la oración no cambiará la situación, pero cambiará nuestros corazones, y cuando nosotros hayamos cambiado, nos convertiremos en los protagonistas de los cambios en el futuro”.
El cardenal Pierbattista Pizzaballa es el Patriarca latino de Jerusalén desde 2020, pero lleva en Tierra Santa desde 1990, donde ha sido Custodio de Tierra Santa (de la Orden de los Hermanos Menores, los franciscanos) durante doce años, hasta 2016. Al comenzar su intervención, dio las gracias por todo lo que hace ACN en Tierra Santa, por el Patriarcado latino y las demás iglesias, y por los cristianos en todo el mundo.