Susan Kinyua es la ganadora del premio Harambee 2024. Esposa, madre de familia y economista, es la Coordinadora General de Proyectos y Directora de Sensibilización en ‘Kianda Foundation’. Sin embargo, no siempre estuvo ligada a este proyecto. Kinyua pasó doce años trabajando en el mundo de las finanzas, hasta que sintió una llamada para hacer algo distinto.
Consciente de la necesidad de promover el papel de la mujer en la sociedad, dejó su puesto en ‘Barclays Bank’ y se unió al equipo de ‘Kianda Foundation’, donde lleva ya más de veinte años. Esta organización lleva, como explica su página web, “60 años promoviendo una educación que transforma vidas”.
Premio Harambee: empoderamiento en positivo
El objetivo de ‘Kianda Foundation’, en palabras de Susan Kinyua, es “empoderar a las mujeres y mejorar su educación”. Susan define este “empoderar”, tantas veces maltratado, como “hacer que las mujeres crean en sí mismas, que no tengan que depender en todo de otra persona, o que no tengan que preguntarse cuándo será su próxima comida”. En la práctica, “empoderar a las mujeres significa ayudarlas a ser dueñas de sus vidas”
Para ello, ‘Kianda Foundation’ desarrolla diversos proyectos, “el Programa ‘Fanikisha’, el ‘Kibondeni College’, que es un colegio de hostelería; o el ‘Kimlea Girls Technical Training College’”. Además, también tienen una clínica y un programa de salud infantil.
La persona como unidad
De entre todas las labores que tiene ‘Kianda Foundation’, Susan Kinyua habla con especial cariño del programa “Fanikisha”, donde lleva trabajando desde el 2003. La ganadora del Premio Harambee explica que en este programa “formamos a las mujeres en habilidades empresariales básicas. Pero también nos centramos en ellas como seres humanos, porque creemos en la dignidad de la persona”. En pocas palabras, subraya, ese es el objetivo de ‘Fanikisha’: “ayudar a las mujeres como personas, no solo en el negocio”. En definitiva, “que las mujeres se conviertan en la mejor versión de sí mismas”.
Como parte del desarrollo de las personas, Susan resalta la importancia de la salud mental. Consciente de la importancia que cobró este ámbito tras el COVID-19, decidió estudiar también Psicoterapia. De ello, lo que más le gusta es que le ayuda a desarrollar la capacidad “de escuchar a la gente”.
Educación, motor del cambio
Sin embargo, incluso por encima de la salud mental, la premiada afirma que “la educación es lo principal”. Un ámbito que en ‘Kianda Foundation’ no se reduce a lo académico. “Se trata de la persona entera” explica Susan Kinyua, “de la mente, el alma, el corazón y el cuerpo. Porque la persona es una unidad, y si refuerzas solo una parte, dejas las demás cojeando”.
Es por esta razón por la que Susan pide, en especial a las mujeres jóvenes, “que se tomen en serio su educación”. Aconseja que “hagan las cosas en el momento adecuado” y menciona el caso frecuente de las chicas que empiezan a formar su familia con 16 años. A pesar de todo, “nunca diremos a las mujeres que se rindan”, asegura la galardonada. Sin embargo, reconoce que cuando no se busca el momento adecuado para cada cosa, la situación se vuelve más difícil.
Para acompañar a las mujeres en todo momento, Susan Kinyua indica que en ‘Kianda Foundation” tienen un sistema de mentores: “alguien que te lleva de la mano y con quien puedes hablar de todo, no solo de lo académico”.
La mujer en el ámbito laboral
Además del impacto de la educación, Kinyua es testigo del cambio que ha sufrido el rol de la mujer en el mundo laboral. Cuando ella empezó a trabajar en el mundo de las finanzas, “había pocas mujeres, y casadas aún menos”. Pero la situación avanza y ya hay más rostros femeninos en el mundo de los negocios.
La ganadora del Premio Harambee asegura que este es un cambio positivo, pues las mujeres tienen mucho que ofrecer en el ámbito laboral. “Las mujeres son pacientes, pueden ser muy trabajadoras, eficientes y profesionales. Además, suelen ser muy honestas y quieren hacer las cosas bien. Todo esto es importante”.
El futuro de la mujer
Antes de terminar la entrevista, Susan Kinyua habla sobre los cambios que le gustaría ver en el rol de la mujer en Kenia en los próximos diez años. Quiere ver más igualdad entre hombres y mujeres, “en los términos de los que hemos hablado, porque obviamente hay cosas en las que somos diferentes. Pero cuando hacemos el mismo trabajo, quiero que se nos compense de la misma manera”.
Además, Susan confía a Omnes su sueño de que “las mujeres puedan romper realmente el ciclo de la pobreza”. Resalta la importancia de la familia y espera que los miembros, chicos y chicas, de los hogares, “caminen más cerca y puedan satisfacer sus necesidades básicas sin tener que romperse la cabeza”.
Al despedirse, Susan Kinyua recuerda a sus compañeras y a todas las mujeres que trabajan duro para lograr lo que se proponen, pues esas son su auténtica motivación. Y se despide “muy agradecida a Harambee y a todos los que nos han apoyado durante todos estos años”.