Libros

Saberse y sentirse querido

Yolanda Cagigas te recomienda la lectura de Llévame a casa, el último libro de Jesús Carrasco.

Yolanda Cagigas·16 de febrero de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos
llévame a casa

Ficha del libro

Título: Llévame a casa
Autor: Jesús Carrasco
Editorial: Seix Barral
Año: 2021
Páginas: 320

La primera semana de febrero, Seix Barral ha publicado Llévame a casa, el último libro de Jesús Carrasco.

Cuando mi amiga Carmen me comenta que se está leyendo este libro, yo me doy prisa en comprarlo, porque uno de mis placeres es poder intercambiar opiniones sobre lo que leo. Con él, descubro a un autor -Jesús Carraso Jaramillo- del que me gusta la agilidad de su escritura, la riqueza de su lenguaje y su profundo conocimiento de la psicología humana.

La sinopsis oficial del libro informa: “Juan ha conseguido independizarse lejos de su país cuando se ve obligado a regresar a su pequeño pueblo natal debido a la muerte de su padre. Su intención, tras el entierro, es retomar su vida en Edimburgo cuanto antes, pero su hermana le da una noticia que cambia sus planes para siempre. Así, sin proponérselo, se verá en el mismo lugar del que decidió escapar”.

Este fin de semana, los principales medios nacionales publicaban entrevistas al autor. Si no lo es ya, pronto será uno de los libros más vendidos del año; en cualquier caso, es uno de esos pocos libros, de todos los publicados en un año, que merecen la pena leer, tener en la estantería de tu casa… y volver a leer.

Con mi amiga Carmen hablaré de los cuatro protagonistas y de mucho más…, pero aquí sólo voy a compartir algunas reflexiones personales sobre Juan, el hijo pequeño, el protagonista.

Juan ve a sus padres -él, obrero y campesino; ella, ama de casa; los dos nacidos en la posguerra- “como unos discapacitados emocionales”. Llama la atención que Juan no se vea así mismo así, porque sin duda él también lo es, y ¡mucho!

Nuestro protagonista “sentía que únicamente alejándose de su origen podía fundar su propia vida”, pero acaba dándose cuenta de que “él está hecho del mismo barro que su padre, [y de que] uno no puede huir de sí mismo, ni esconderse”.

Él sólo tiene ojos para su ombligo, “no se permite pensar fuera de su piel”, y son muchas las consecuencias de su egocentrismo. “Su mayor dificultad, no ser plenamente consciente de lo que sucede a su alrededor”, no haberse sentido jamás interpelado por las necesidades de otra persona, desentenderse de su familia.

Juan necesita sentirse querido, como todosEs cuando se da cuenta del amor incondicional de su hermana cuando comienza su sanación. Ésta le dice: “Nos iremos al fondo contigo, si tú te hundes. Porque de esa manera podremos sacarte de allí”. Él “aún nota la mano de su hermana en la mejilla, no sabe expresar el alivio que siente, pero su cuerpo sí, distensión muscular, vasodilatación, ligera hipotensión, euforia incipiente”. Su hermana es un don para toda la familia.

Ese saberse y sentirse querido le capacita -a él y a todos- para salir de sí mismo, aceptar su realidad y poder emprender el camino de la comprensión del otro.

El autorYolanda Cagigas

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