La figura del genetista francés Jérôme Lejeune, que descubrió el síndrome de Down, se engrandece en la sociedad y en el catolicismo francés, mientras avanza su causa de canonización. La Fundación Jérôme Lejeune impulsa la curación de la trisomía 21, y denuncia “la caza” de los niños trisómicos.
—José Luis Domingo, París
“Elige la vida para que tú vivas”. Es el título que el cardenal Robert Sarah había elegido para la conferencia que pronunció a finales de marzo de este año en París. El motivo fue el 23 aniversario del fallecimiento de Jérôme Lejeune. Más de 1.500 personas pudieron asistir también a la Misa celebrada en Nôtre Dame. Es una tradición que se repite de año en año, y que se consolida al ritmo del crecimiento de la fama de santidad y del recurso a la intercesión del científico francés.
En 2012, tras cinco años de intenso trabajo de una treintena de expertos médicos, juristas, notarios, etc., concluía la investigación diocesana de la causa de beatificación con el envío a Roma de las 15.000 páginas de testimonios y pruebas. La postuladora y el relator de la Causa finalizan actualmente la redacción de la Positio, documento síntesis que permitirá a la Congregación y al Papa pronunciarse sobre las virtudes heroicas del Siervo de Dios, dándole el título de Venerable. Para la beatificación sería necesario un milagro…