Antes de la pandemia, trabajando con un grupo de amigos, nos dimos cuenta de que en algunos sectores de la sociedad la Iglesia no está bien vista. Algunos por ideas equivocadas que han tenido en su formación personal, pero la mayoría por falta de conocimiento. La mejor manera de presentar un rostro más atractivo es a través del testimonio, en concreto, de la cantidad de personas que por su fe procuran vivir las obras de misericordia.
La mayoría no conoce las cosas que hacen los cristianos por el prójimo, especialmente por los más necesitados. Así que nos propusimos con un grupo de empresarios, encontrar estas iniciativas sociales, ayudarles a crecer y contar sus historias para que sean cada vez más los que se vean atraídos por esa luz. Así nació Waki Maki que en quechua significa «Dar una mano».
Vimos que deberíamos enfocarnos en emprendimientos sociales que se hayan propuesto sacar adelante proyectos en los ámbitos de la cultura de la vida y cultura del encuentro. Esto fue un reto grande pues no existe en el país una base de datos que las incluya.
Así que fue un proceso de paciencia y aprendizaje. Tuvimos reuniones de planificación con el equipo para construir de la mejor manera posible el proyecto que teníamos en mente.
Los inicios de Waki Maki
La primera actividad de Waki Maki se desarrolló en abril de 2022 y consistió en un reto, la idea fue enganchar a las iniciativas ofreciéndoles unas jornadas de capacitación y en función de lo aprendido, presentar unos documentos que explican la posible mejora de sus propios proyectos. Finalmente participar por dos premios de 5.000 dólares.
Para esto contamos con dos categorías, la primera se llamó idea, para los proyectos que estaban comenzando o que buscaban comenzar una nueva área denyto de una iniciativa que estuviera en funcionamiento.
La otra categoría se llamó crecimiento, enfocada a proyectos que ya tenían recorrido y que buscaban mejorar.
El primer paso fue realizar la convocatoria a numerosas iniciativas de labor social. Contamos con el apoyo de la Universidad Hemisferios, Asociación de Empresarios Católicos, Cáritas, y la AEI (una asociación de empresas privada muy grande de Ecuador).
Realizamos llamadas a fundaciones y ong´s y mandamos muchos correos. Además, utilizamos las redes sociales como la difusión de grupos de Whatsapp y publicaciones en Instagram y Facebook para extender la invitación a todos quienes estuviesen interesados en adquirir las herramientas para potenciar su gestión de ayuda a la comunidad.
Las inscripciones se cerraron el 6 de abril y obtuvimos 150 proyectos registrados. Se utilizó un primer filtro para validar los formularios de postulación, se seleccionaron 100. A lo largo del reto establecimos un canal de comunicación directo y permanente para resolver sus inquietudes o atender a sus comentarios.
Las jornadas de capacitaciones, se ejecutaron el 19 y 20 de abril y se enfocaron en el campo del uso de redes sociales, manejo de voluntarios, marketing para captación de fondos, financiamiento, entre otros. Durante las capacitaciones 80 iniciativas se conectaron de manera constante y 60 presentaron los requisitos para avanzar a la segunda fase.
El 26 de abril fue la jornada de asesorías personalizadas donde los 11 finalistas tuvieron la oportunidad de conversar y recibir retroalimentación de sus proyectos con cada mentor durante 10 min.
Finalmente , el comité seleccionó al ganador de cada categoría. El centro de atención de capacidades y las hermanas de la toca de Asís fueron los ganadores de la categoría idea y crecimiento respectivamente.
Realizamos una ceremonia de premiación donde pudimos conversar con los ganadores y enriquecernos de su experiencia tanto dentro del reto como en su labor con la comunidad. Estamos contentos de los resultados obtenidos y ansiosos por emprender más actividades de Waki Maki para vincular a la empresa privada con los proyectos de ayuda social y así darnos una mano para potenciar las buenas acciones que hace la Iglesia en nuestra sociedad.