El viernes 23 de abril, memoria litúrgica de San Jorge Mártir, onomástico del Papa Francisco, los pobres vuelven a ser el centro de atención del Santo Padre.
Un grupo de 600 personas, entre las más frágiles y marginadas, reciben en el Aula Pablo VI del Vaticano la segunda dosis de la vacuna Covid-19. Estas mujeres y hombres forman parte de los aproximadamente 1.400 beneficiarios de la campaña de vacunación iniciada durante la Semana Santa por la Limosnería Apostólica en colaboración con otras asociaciones.
Además de recibir la vacuna, la gente ha participado en la celebración del onomástico del Santo Padre con una sorpresa ofrecida por el Papa.
En un comunicado emitido directamente por la Limosnería Apostólica, expresa su agradecimiento por la generosidad de las numerosas personas y organizaciones que han participado en la iniciativa «Vaccino sospeso«, permitiendo, con un pequeño gesto de cercanía, que países que de otro modo no podrían acceder a la vacuna, tuvieran acceso a ella.