En la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones el Papa Francisco ordenó a nueve sacerdotes de la Diócesis de Roma en la basílica de San Pedro y reiteró el criterio de «servicio a los hermanos» para quienes consagran su vida a Dios. Por desgracia, el número de seminaristas en el mundo no refleja una cifra alentadora.
«Damos gracias al Señor porque sigue suscitando en la Iglesia personas que por amor a Él se consagran al anuncio del Evangelio y al servicio de los hermanos». Lo dijo el Papa Francisco en el Regina Coeli del domingo del Buen Pastor, cuarto domingo de Pascua, cuando se celebró también en toda la Iglesia la «Jornada mundial de oración por las vocaciones».
Un auténtico servicio
Poco antes, en la Basílica de San Pedro, el Pontífice ordenó a nueve nuevos sacerdotes de la Diócesis de Roma, de la que es Obispo. En la homilía profundizó en este aspecto del «servicio a los hermanos» que corresponde a quienes consagran su vida al Señor. Nada que ver con lo que se puede definir como «carrera» -recordó el Papa Francisco-. Más bien, es un «servicio, un servicio como el que Dios ha hecho a su pueblo».
Damos gracias al Señor porque sigue suscitando en la Iglesia personas que por amor a Él se consagran al anuncio del Evangelio y al servicio de los hermanos.
Papa Francisco
Así, el Papa presentó el «estilo» que deben asumir estos servidores del Evangelio: cercanía, compasión, ternura, sin «cerrar el corazón a los problemas» y sin tener miedo a «cargar con las cruces», alejándose «de la vanidad, del orgullo del dinero».
En el Mensaje redactado para la 58ª Jornada de Oración por las Vocaciones, y dedicado a la figura de San José, en el Año en que la Iglesia le dedica una devoción particular, vuelve a aparecer también este aspecto del servicio, emblemático del itinerario vital del Esposo de María.
Tanto es así que «vivía en todo para los demás y nunca para sí mismo». Su actitud de «cuidado atento y solícito» -escribe el Santo Padre- «es el signo de una vocación acertada», y es «el testimonio de una vida tocada por el amor de Dios».
Las cifras a nivel mundial
Y sin embargo, a nivel estadístico, las cifras que llegan a nivel mundial sobre las vocaciones sacerdotales no son alentadoras. Según las cifras aparecidas en el Annuarium Statisticum Ecclesiae de 2019, publicado por la Santa Sede a finales de marzo, se ha producido un descenso de casi 2 puntos porcentuales respecto al año anterior, pasando de 115.880 a 114.058.
La variación es del -2,4% en todo el continente americano, llegando al -3,8% en Europa, hasta el -5,2% en Oceanía. El único dato positivo proviene de África, donde el número de seminaristas aumentó en unos 500 entre 2018 y 2019.
Sin embargo, el continente con mayor número de seminaristas es Asia (33.821), seguido de América (30.664), Europa (15.888) y Oceanía (964).
DATO
414.336es el número de sacerdotes católicos que hay en el mundo
Lamentablemente, el número de «religiosos profesos» también disminuye, un -1,8% a nivel mundial, debido a la fuerte contracción en América, Europa y Oceanía. En África la tasa es del +1,1% y del 0,4% en el Sudeste Asiático.
En cambio, la población de «diáconos permanentes» crece, con un aumento del 1,5% respecto a la cifra anterior, pasando de 47.504 a 48.238 unidades. Hay que decir que el 97% de ellos residen en Europa. También ha aumentado ligeramente el número de sacerdotes, de 414.065 a 414.336, así como el número total de católicos, que ha aumentado en 16 millones (1,12%), situándose en el 17,7% de la población mundial (1.345 millones).