Estados Unidos es uno de los cinco países con más asistentes a este evento. Los organizadores de la peregrinación procedente de Norteamérica han preparado para los asistentes a este evento momentos de oración, misas, conciertos musicales y espacios de diálogo con jóvenes de otras partes del mundo. Asimismo, podrán asistir a las sesiones diarias de catequesis en lengua inglesa llamadas «Rise up!» (¡Levántate!) y que serán impartidas por algunos de los obispos anglófonos.
Luego de su llegada, el 2 de agosto por la noche, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) organizará una reunión nacional de peregrinos en el Parque «Quinta das Conchas» de Lisboa. En este encuentro habrá música, testimonios de jóvenes, una hora santa ofrecida en el marco del Renacimiento Eucarístico Nacional (dirigida por el Obispo Edward Burns de Dallas), así como una reflexión ofrecida por Mons. Robert E. Barron, Obispo de Winona-Rochester y presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la USCCB.
Al referirse a este viaje, mons. Barron señaló: «Nuestro país espera con gozo esta peregrinación. Será una oportunidad maravillosa para que los jóvenes tengan un encuentro con Jesucristo en compañía de la Iglesia universal. Será también un momento para que el Santo Padre y los líderes de la Iglesia escuchen a los jóvenes, les formen en el Evangelio y finalmente los envíen a su vocación y misión en el mundo», señaló Barron. El Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la USCCB y la editorial «Oregon Catholic Press» (OCP) colaboraron con los organizadores de la JMJ 2023 en la versión en inglés del himno oficial: «Feel the rush in the air», que fue publicado a principios de este mes por OCP y se puede ver en este sitio internet:
La JMJ de Denver de 1993
La primera ocasión que se celebró la VIII JMJ en los Estados Unidos fue en agosto de 1993, en Denver,
Colorado, y fue presidida por San Juan Pablo II. En la vigilia de oración del 14 de agosto el Santo Padre
exhortaba así a los jóvenes: «El Espíritu los ha traído a Denver para llenarlos de nueva vida. Para darles
una fe, una esperanza y un amor más fuertes. Todo en ustedes ha sido tomado por el Espíritu Santo para
hacer de ustedes piedras vivas del edificio espiritual que es la Iglesia (cf. 1 P 2, 5). Esta Iglesia es
inseparable de Jesús. Él la ama como el esposo ama a su esposa. Esta Iglesia de hoy, en los Estados
Unidos y en todos los países de donde proceden, tiene necesidad del afecto y de la cooperación de sus
jóvenes, la esperanza de su futuro. En la Iglesia cada uno tiene un papel que desempeñar y todos juntos
construimos el único cuerpo de Cristo, el único pueblo de Dios».