El Papa Francisco ha presidido la Audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro junto a Su Santidad Tawadros II, Patriarca copto ortodoxo de Alejandría, de la Sede de San Marcos, para conmemorar una doble efemérides.
De una parte, según ha manifestado el Santo Padre Francisco, ”celebrar conmigo el 50 aniversario del histórico encuentro entre el Papa San Pablo VI y el Papa Shenouda III en 1973. Fue el primer encuentro entre un Obispo de Roma y un Patriarca de la Iglesia copta Ortodoxa, que culminó con la firma de una memorable declaración cristológica conjunta, exactamente el 10 de mayo”.
“En recuerdo de este acontecimiento, Su Santidad Tawadros vino a verme por primera vez el 10 de mayo de hace diez años, unos meses después de su elección y la mía, y propuso celebrar cada 10 de mayo el “Día de la Amistad Copto-Católica” que venimos celebrando desde entonces”, añadió el Papa, que saludó “con gran alegría” a Tawadros II y a su delegación, por haber viajado a Roma, y así lo fue recordando en su mensaje en diversas lenguas, habitual en la catequesis del Santo Padre de los miércoles.
“Nos llamamos por teléfono, nos enviamos saludos y seguimos siendo buenos hermanos, ¡no nos hemos peleado! Querido amigo y hermano Tawadros, te agradezco que hayas aceptado mi invitación en este doble aniversario, y rezo para que la luz del Espíritu Santo ilumine tu visita a Roma, los importantes encuentros que mantendrás aquí, y en particular nuestras conversaciones personales”, señaló el Papa.
“Los mártires coptos son también los nuestros”
“Agradezco sinceramente”, añadió Francisco, “su compromiso con la creciente amistad entre la Iglesia copta ortodoxa y la Iglesia católica. Santidad, queridos Obispos y amigos todos, junto con vosotros imploro a Dios Todopoderoso, por intercesión de los Santos y Mártires de la Iglesia Copta, que nos ayude a crecer en comunión, en un único y santo vínculo de fe, esperanza y amor cristiano”.
“Y hablando de los mártires de la Iglesia copta, que son también los nuestros”, concluyó el Papa su saludo, “quiero recordar a los mártires de la playa de Libia, convertidos en mártires hace algunos años. Pido a todos los presentes que recen a Dios para que bendiga la visita Roma del Papa Tawadros y proteja a toda la Iglesia ortodoxa copta. Que esta visita nos acerque al bendito día en que seremos uno en Cristo. Gracias”.
Según ha informado la agencia oficial vaticana, el Papa Francisco y el Patriarca copto ortodoxo han firmado juntos juntos el prefacio del libro conmemorativo publicado por el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos con motivo del 50 aniversario del histórico encuentro entre el Papa san Pablo VI y el Papa Shenouda III.
Patriarca Tawadros II: paz y unidad
El Patriarca copto ortodoxo de Alejandría, por su parte, felicitó en su breve discurso al Papa Francisco “en nombre también de los miembros del Santo Sínodo y de todos los órganos de la Iglesia Copta ortodoxa en el décimo aniversario de su divina elección como Papa y Obispo de Roma. Aprecio todo lo que ha hecho durante este tiempo de servicio al mundo entero en todos los campos, y rezo para que Cristo le conserve en plena salud y le conceda la bendición de una larga vida”.
Además, alentó el camino hacia la unidad entre ambas Iglesias, invocando para todo el mundo “una paz que trascienda todas las mentes, rogando que llegue a todos los lugares y que sea la prioridad de los dirigentes y de los pueblos”.
“Hemos elegido el amor, aunque vayamos a contracorriente del mundo codicioso y egoísta; hemos aceptado el desafío del amor que Cristo nos pide y seremos verdaderos cristianos y el mundo se hará más humano, porque el mundo entero sabrá que Dios es amor y que éste es su nombre más alto”.
“Caminemos juntos por la senda de la vida”, señaló el Patriarca Tawadros II, “teniendo presente que ‘ésta es la promesa que nos ha hecho: la vida eterna’ (1 Jn 2, 25), acompañándonos y apoyándonos mutuamente con oraciones acordes con esta promesa. A pesar de las diferencias en nuestras raíces y afiliaciones, estamos unidos por el amor de Cristo que habita en nosotros, y la multitud de nuestros padres apóstoles y santos nos rodea y nos guía. Rezo hoy con ustedes para que Dios escuche nuestras oraciones”.
Ejemplo de san Francisco Javier
En la reanudación del ciclo de catequesis sobre la ‘pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente’, el Papa centró su meditación en el tema “Testigos: San Francisco Javier” (2 Co 5,14-15.20).
“En nuestro itinerario de catequesis sobre los testigos del Evangelio, hoy encontramos a san Francisco Javier. Este santo español es patrono de las misiones, junto con santa Teresita de Lisieux”, explicó el Papa. “Francisco nació en Navarra y realizó sus estudios universitarios en París. Allí conoció a Ignacio de Loyola, quien lo acompañó en la experiencia de los Ejercicios espirituales. El encuentro con Cristo que tuvo durante esos días cambió su vida. Años después, Ignacio, Francisco y otros amigos formaron la “Compañía de Jesús”, y se pusieron a disposición del Papa para atender las necesidades más urgentes de la Iglesia en el mundo”.
Luego, “enviado a la India como nuncio apostólico, Francisco Javier realizó una labor evangelizadora extraordinaria, catequizando a los niños, bautizando y atendiendo a los enfermos. Pero su celo apostólico lo impulsaba a ir siempre más allá de lo conocido, y así viajó a otros lugares de Asia, como las Islas Molucas y Japón, hasta morir con el deseo de anunciar el Evangelio en China”.
Nuestra Señora de Fátima: rosario por la paz
“El próximo sábado celebraremos la memoria de Nuestra Señora de Fátima”, recordó también el Papa Francisco”. “Acojamos su invitación y recemos este mes el Rosario por la paz en el mundo. Que el Señor resucitado os acompañe y que la Santísima Virgen María os proteja”.
En su saludo en lengua polaca, el Papa se refirió en especial a los médicos que, gracias a la Fundación Redemptoris Missio, en las próximas semanas trabajarán para salvar la vida de mujeres y madres en la República Centroafricana.
“San Francisco Javier nos enseña que el anuncio del Evangelio en las periferias del mundo va siempre de la mano de la asistencia médica y educativa”, recordó el Santo Padre. “Este apoyo, así como nuestra oración por la paz, también es necesaria para la martirizada Ucrania. Mientras participéis en las oraciones marianas de mayo, rezando el Rosario, acordaos especialmente de las mujeres y niños afligidos por la guerra. ¡Os bendigo de corazón!, manifestó el Papa Francisco.
En su saludo a los peregrinos de lengua española. el Papa alentó: “pidamos al Señor, por intercesión de los santos pastores de la Iglesia —como san Juan de Ávila, cuya memoria hoy celebramos—, que nos ayude a extender siempre los horizontes de nuestra misión y nos fortalezca para amarlo y servirlo en toda circunstancia. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias”.