Cultura

Los “Niños Cantores de la Estrella”, una costumbre muy extendida en Centroeuropa

En torno a la festividad de la Epifanía, niños vestidos como Reyes Magos llevan la bendición a los hogares y hacen una colecta para apoyar el desarrollo de niños necesitados en todo el mundo. Son los Niños cantores de la Estrella o Sternsinger.

José M. García Pelegrín·20 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos
Sternsinger

Un grupo de niños cantores con el obispo de Münster, Mons. Felix Genn. ©Rebecca Broich

Los hemos visto en los últimos íasd en diversos medios. Entre las tradiciones navideñas más extendidas en Alemania, así como en Austria y en las regiones italianas de lengua alemana, destaca la de los “Dreikönigssingen” (Cantores de los Reyes Magos) o “Sternsinger” (Cantores de la Estrella): alrededor de la festividad de la Epifanía o Reyes Magos, niños vestidos como tales y portando la estrella de Belén van de casa en casa llevando la bendición, tradicionalmente escrita con tiza blanca en la puerta. La inscripción “Christus mansionem benedicat” (“Cristo bendiga esta casa”) tiene también la connotación de referirse a las iniciales de los nombres de los Reyes en alemán: Caspar, Melchior y Balthasar.

Cartela adhesiva con la bendición 20*C+M+B+24 en la puerta de un apartamento ©José M. García Pelegrín

De acuerdo con la tradición, la bendición se escribe de manera preestablecida: “20*C+M+B+24”; el asterisco simboliza la estrella. Es parte de la tradición que, en una ceremonia de bendición, el obispo o el párroco envíe a los niños, ya que cada parroquia, además del nivel diocesano, envía a sus propios “Sternsinger”. Últimamente, los Sternsinger llevan la “bendición” preparada en adhesivo. Después, la inscripción o la cartela se inciensa y los “Reyes Magos” cantan villancicos.

Orígenes de la tradición

Esta tradición se remonta a mediados del siglo XVI: el documento más antiguo sobre esta costumbre es un registro de la abadía de San Pedro de Salzburgo correspondiente a 1541. Se debió de extender rápidamente: en Wasserburg am Inn hay constancia de ello en 1550, en Laufen y Eggenburg en 1552; en la abadía benedictina de Ettal en 1569 y en Burghausen en 1577. 

Desde mediados del siglo XX esta tradición se asocia con campañas de la Iglesia católica para recaudar fondos destinados a proyectos de ayuda al desarrollo para niños necesitados de todo el mundo. En Alemania, desde 1958 las campañas están coordinadas por la organización misionera infantil “Die Sternsinger”, con sede en Aquisgrán, junto a la Asociación de la Juventud Católica Alemana (BDKJ).

Cada año participan alrededor de 300.000 niños en Alemania, quienes en 2023 recolectaron exactamente 45.454.900,71 euros. Desde su inicio en 1958, se estima que se han recaudado unos 396 millones de euros, con los que se financiaron unos 40.000 proyectos.

Con el Presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender ©Verena Roth / Kindermissionswerk

Un objetivo cada año

Con el objetivo de familiarizar a los participantes en estas campañas con las condiciones de vida de los niños necesitados, cada año la campaña de Reyes se centra en un tema y un país diferentes.

Así, el lema de la campaña de 2024 ha sido: “Juntos por nuestra Tierra, en la Amazonia y en todo el mundo”. Sin embargo, las donaciones no se destinan solo a esta región, sino a 1.179 proyectos de ayuda a la infancia en todo el mundo, abarcando más de 90 países, desde Iberoamérica hasta Oceanía, pasando por el Este de Europa, el Próximo Oriente y Asia.

Tradicionalmente, los “Sternsinger” son recibidos por el Presidente de la República Federal, así como por el Canciller, por otros miembros del Gobierno Federal en sus ministerios, por algunos Ministros-Presidentes de los Länder y por alcaldes. 

Los Reyes Magos

El número tres de los Reyes Magos se refiere a la donación de oro, incienso y mirra que los Magos ofrecieron al Niño Jesús en Belén.

Desde aproximadamente el siglo VI aparecen, por ejemplo, en la basílica de Sant’ Apollinare Nuovo de Ravena con los tres nombres clásicos: Baltasar, Melchor, Gaspar; presentan rasgos orientales, acentuados por el gorro frigio.

Ya aquí hay una cierta diferenciación de edades. Sin embargo, desde Beda Venerable (siglo VIII) se considera que simbolizan las tres edades del hombre, así como los tres continentes conocidos hasta entonces: el más anciano, Asia; el de mediana edad, Europa; el más joven, África, aunque éste, en la historia del Arte, no se represente como negro hasta el siglo XVI, aproximadamente.

Si bien hasta hace no mucho, uno de los “reyes magos” solía pintarse la cara de negro, como consecuencia de la cultura woke, esta práctica está prácticamente desaparecida. Sin embargo, este año genraron bastante revuelo en Alemania las declaraciones de la teóloga protestante Sarah Vecera: “Para los negros, es hiriente que la negritud se vea como un disfraz y que los blancos se pinten la cara de negro”, dijo en conversación con “Evangelischer Pressedienst (epd)”.

A esto respondió, por ejemplo, Sebastian Ostritsch en “Die Tagespost”: “Calificar la representación de un rey negro que rinde homenaje a Cristo y reparte bendiciones a las familias como ‘blackfacing’ carece de sentido tanto por razones histórico-culturales como teológicas. Histórica y culturalmente hablando, el ‘blackfacing’ se refiere a los ‘minstrel shows’ del siglo XIX en Estados Unidos. En esta forma de teatro, muy popular en la época, los negros eran representados por blancos de una forma no precisamente halagadora y cargada de estereotipos negativos. Sin embargo, el negro entre los Reyes Magos se sitúa en un contexto completamente distinto: no se trata de ridiculizar a los negros, sino todo lo contrario. (…) La diversidad de los Magos, que se manifiesta también en el color de su piel, deja claro que todos los pueblos sin excepción están invitados a acercarse al Salvador. Mientras que la cultura woke predica la “diversidad”, en realidad sólo promueve un igualitarismo destructivo. Por el contrario, los Sternsinger revelan la gloriosa unidad en la diversidad que podemos encontrar en Cristo”.

En 2015, los Sternsinger se incluyeron en la lista del patrimonio cultural inmaterial de Alemania.

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