Mons. Omella ha comenzado la 118 Asamblea Plenaria con un saludo y recuerdo afectuoso para el pueblo de La Palma y “especialmente a los más afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja”. El presidente de la CEE ha querido simplificar su discurso, en una jornada en la que además se han hecho públicos nada menos que tres nombramientos episcopales en España, sin embrago ha querido subrayar los aspectos esenciales que marcaran esta plenaria.
Problemas sociales
La palpable crisis socioeconómica que atraviesa el país ha sido uno de los ejes tratados en este primer discurso de la Asamblea Plenaria. Una crisis que tiene manifestaciones diversas entre las que Mons. Omella ha destacado el paro juvenil, la soledad de los ancianos haciendo una llamada a apartar las ideologías y caminar juntos: “la gran familia que es la Iglesia, el Pueblo de Dios en camino, quiere colaborar más activamente con las instituciones políticas y civiles para hacer posible este necesario cambio que haga posible salir «mejor» de la crisis que estamos padeciendo”.
Refiriéndose al Sínodo, recientemente abierto en las diócesis, Mons. Omella ha querido destacar que “Todo este esfuerzo y trabajo eclesial del camino sinodal tendrá, sin duda, efectos positivos de renovación y comunión no solo para la Iglesia, sino también para todo nuestro país. Sí, los católicos, que estamos presentes en todos los ámbitos de la sociedad, en la medida que entremos en la dinámica sinodal que nos propone el Papa, ayudaremos a la cohesión, a la humanización y al bien común de España.
“Pido perdón por nuestra falta de testimonio”
Mons. Omella no ha eludido asuntos tan poco agradables como la falta de unidad dentro de la Iglesia o los pecados y faltas de coherencia de sus miembros que desdibujan, personal y colectivamente la belleza de la vida cristiana. La falta de presencia de los católicos en la vida pública “también está provocado –tenemos que reconocerlo– por las inconsistencias internas de la Iglesia y de los cristianos, y, también hay que decirlo claro: de nosotros los propios pastores de la Iglesia y por ello pido perdón, pues con nuestra falta de testimonio e incoherencias, por nuestras divisiones y falta de pasión evangelizadora, en no pocas ocasiones contribuimos, no sin escándalo, a la desafección y a la falta de confianza en la jerarquía, en la propia Iglesia.
Una petición de perdón que ha ido acompañada de una invocación esperanzada: “a pesar de nuestras infidelidades, el Espíritu Santo continúa actuando en la historia y mostrando su potencia vivificante. Con Él no tememos afrontar temas como la falta de fe y la corrupción dentro de la Iglesia que nos duelen muy de veras y pedimos perdón a Dios, a las víctimas y a la sociedad, a la par que trabajamos por su erradicación y prevención”.
Laicos, “el mejor medio de comunicación de la Iglesia”
El papel de los laicos como cristianos comprometidos en todos los ámbitos sociales, culturales y políticos ha vuelto a ser uno de los puntos centrales de las palabras del presidente de la Conferencia Episcopal Española. En este sentido ha hecho una llamada “una Iglesia que llegue a todos los rincones de la sociedad. En la que los laicos, con su modo de vivir, sean capaces de llevar la novedad y la alegría del Evangelio allí donde estén”. Una petición que ha resumido en la expresiva frase: Los laicos son el mejor medio de comunicación que tienen Jesucristo y su Iglesia.
Comunión total con el Papa
La visita ad limina que, en pocas semanas, comenzarán los obispos españoles, ha sido otro de los temas incluidos en este discurso de apertura. Una visita que los prelados españoles están preparando con una especial diligencia, como ha querido destacar el Nuncio Apostólico en España, Mons. Auza, y que manifiesta “la comunión afectiva y efectiva con quien en la Iglesia es principio visible de unidad y comparte con él su solicitud por todas las Iglesias”. En este sentido, Mons. Omella ha querido subrayar “el sentimiento de profundo afecto y comunión plena de la Iglesia en España, de sus pastores y comunidades, con el Sucesor de Pedro, el papa Francisco, con su persona y su magisterio”.
Saludo del Nuncio
Por su parte, el saludo del Nuncio Apostólico en España, Mons. Auza se ha centrado en el agradecimiento al trabajo de la Iglesia española en el recién estrenado sínodo así como por la propuesta del Servicio de Ayuda y Orientación para las Oficinas diocesanas o Provinciales de Denuncias de Abusos de Menores. “Es la forma de operar, en un tema tan sensible y delicado, con seguridad, con garantía de efectividad y con unanimidad de dirección y criterio, uniendo los esfuerzos de todo” ha subrayado el nuncio que ha alentado además “los empeños que realizan al respecto, encareciéndoles los deseos del Papa en la aplicación de Amoris Laetitia en la renovación de la preparación al matrimonio y en la renovación del Directorio de pastoral familiar”.
Nombramientos
El primer día de esta 118 Asamblea Plenaria ha coincidido además con la publicación de tres nombramientos episcopales. Mons. Juan Antonio Aznárez Cobo, en la actualidad obispo auxiliar de Pamplona y Tudela, es el nuevo arzobispo Castrense cuya sede estaba vacante tras el fallecimiento de Mons. Juan del Río Martín, el 28 de enero de 2021.
El papa Francisco ha nombrado a Mons. José Luis Retana Gozalo, hasta la fecha, obispo de Plasencia, como nuevo obispo de Salamanca y de Ciudad Rodrigo, bajo la fórmula in persona episcopi («en la persona del obispo»), de tal forma que tendrán el mismo obispo pero sin que se modifique la estructura de ninguna de las dos diócesis.
Por último, se ha conocido también el nombramiento del sacerdote Francisco César García Magán como obispo auxiliar de Toledo, sede de la que es actualmente vicario general.
Información y temas de las Comisiones Episcopales
La nota de inicio de esta 118 Asamblea plenaria señala los temas que se tratarán a lo largo de estos días: la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida presentará para su estudio el borrador del documento “Orientaciones para la pastoral de las personas mayores en el contexto actual”.
También informará sobre dos de los eventos programados con motivo del Año “Familia Amoris Laetitia”. La Semana del Matrimonio, que promueve la CEE, del 14 al 20 de febrero. Y el Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio, con el que se cerrará este Año dedicado especialmente a la familia. A la vista de las dificultades para llegar a Roma y poder participar en este encuentro, los obispos de la Plenaria van a valorar la posibilidad de organizar un Encuentro de ámbito nacional; además de la celebración de encuentros en las distintas diócesis.
Como es habitual en las reuniones de las Asambleas Plenarias, se repasarán las actividades de las distintas Comisiones Episcopales.
El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, llevará a la Plenaria distintas propuestas del Servicio de coordinación y asesoramiento para las Oficinas de protección de menores.
El orden del día incluye la aprobación, si procede, de los Estatutos de la CEE y de sus organismos. Los obispos conocerán, además, el proyecto de estructura y funcionamiento del Consejo de Estudios y Proyectos de la CEE. La creación de este Consejo es una de las actividades previstas en el plan de acción de la CEE, “Fieles al envío misionero”, que se aprobó en la Plenaria de abril de 2021. También decidirán sobre la propuesta de un documento sobre “persona, familia y bien común”.
Se tratarán diversos asuntos de seguimiento y como, es habitual en la Plenaria de noviembre, se presentarán para su aprobación la propuesta de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano para el año 2022 y los presupuestos para el año 2022 de la Conferencia Episcopal Española y de los organismos que de ella dependen.