El caso Gaztelueta, un proceso judicial complejo y prolongado, ha registrado recientemente un nuevo acontecimiento. El 3 de marzo, un portal de información religiosa filtró la sentencia dictada por mons. José Antonio Satué contra el profesor José María Martínez. El juez considera las acusaciones probadas y decreta la expulsión del numerario de la Prelatura.
Un aspecto que ha llamado la atención es que el documento lleva fecha del 17 de diciembre, pero no fue comunicado a las partes hasta casi tres meses después debido a “otras obligaciones no delegables e inaplazables” del juez.
Valoraciones jurídicas sobre la sentencia
Fuentes jurídicas consultadas por Omnes han expresado su sorpresa ante la resolución de mons. Satué, dado que, aunque recibió el encargo del Vaticano para investigar a fondo las pruebas del caso, “no ha realizado investigación nueva alguna. Sencillamente ha reproducido la sentencia del Tribunal Supremo español, que en su momento redujo la pena del profesor de 11 a 2 años de cárcel”.
Cabe recordar que el juez Marchena, quien instruyó el caso en el Tribunal Supremo, señaló que la legislación no le permitía invalidar las pruebas previamente consideradas por el tribunal del País Vasco. No obstante, criticó que el juez de primera instancia otorgara total credibilidad a los peritos de la acusación sin tomar en cuenta a los de la defensa.
Cuestionamientos de la nueva sentencia
A pesar de haber recibido plenas competencias para llevar a cabo una nueva investigación, el juez Satué ha sido objeto de críticas por no haber considerado numerosas pruebas presentadas por la defensa. Entre ellas, se menciona la negativa a admitir a trámite los informes de los peritos de la defensa, la exclusión de la prueba del polígrafo realizada por el acusado y la inadmisión del exhaustivo informe de verificación de inocencia elaborado por cinco juristas. Este último documento fue mencionado en la sentencia sin que se ofreciera una justificación sobre su exclusión.
Además, la resolución no incluye la copia de la investigación inicial realizada por el Vaticano bajo la dirección de Silverio Nieto, la cual nunca se ha hecho pública y se considera clave para la defensa. Tampoco se admitieron los testimonios de Nieto, ni la carta del cardenal Ladaria, prefecto del Dicasterio de Doctrina de la Fe y máxima autoridad del organismo responsable de la investigación eclesiástica en 2015. Asimismo, se rechazó la solicitud para acceder al historial médico de Cuatrecasas, requerido al Departamento de Salud del País Vasco.
Según las fuentes consultadas, “el juez no ha realizado investigación nueva alguna, sino que ha determinado qué pruebas pueden ser tenidas en cuenta sin ofrecer una justificación pública de sus decisiones”.
Demanda contra el juez Satué
El profesor José María Martínez interpuso una demanda contra el juez Satué por presunta vulneración de su derecho al honor. La solicitud fue admitida a trámite y el caso sigue abierto.
El 3 de marzo, de hecho, Satué estaba citado ante un tribunal en Pamplona para presentar documentación sobre el proceso solicitada por el juez del caso, pero no se ha entregado documentación alguna y la vista ha quedado aplazada.
Aunque una posible condena contra Satué no tendría consecuencias directas en la sentencia publicada, sí podría afectar la credibilidad del procedimiento llevado a cabo por el obispo de Teruel.
Declaraciones de José María Martínez
En un comunicado publicado el 3 de marzo en su blog, Martínez ha reafirmado su inocencia y ha anunciado que está considerando presentar un recurso contra el decreto ante la Signatura Apostólica, el máximo tribunal vaticano al que puede recurrir.
Asimismo, ha comunicado su decisión de solicitar la salida del Opus Dei, expresando que “con gran pena, he escrito una carta al Prelado del Opus Dei en la que solicito mi salida de la Obra. Prefiero marcharme antes que ser un problema”. No obstante, destacó que “desde que comenzó este proceso me he sentido comprendido y acompañado por muchas personas del Opus Dei” y que seguirá considerándolo su familia espiritual.
Finalizó su mensaje con una referencia a san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei: “San Josemaría decía que de la Iglesia nunca nos puede venir nada malo. Mi caso parece indicar lo contrario, pero no es así. También del fundador del Opus Dei aprendí que de los grandes males Dios saca grandes bienes. Seguro que en esta ocasión también sucederá”.