El segundo día del Congreso tuvo como tema central: la más grande historia de amor. La jornada inició con el rezo del rosario seguido por dos Misas matutinas, una en inglés presidida por el cardenal Timothy Dolan, obispo de Nueva York en el “Lucas Oil Stadium” y otra en español celebrada por el cardenal Sean O’Malley, obispo de Boston en el Centro de Convenciones de Indiana.
En sus respectivas homilías los prelados se refirieron a la Eucaristía como el sagrado alimento, indispensable en la vida de cada católico. Sin él no podemos establecer una relación y comunión con Dios, dijo el obispo de Nueva York. Sin embargo, Dolan reconoció que en EUA solo el 25 % de los católicos es fiel al precepto dominical y ante ello es necesario recuperar la centralidad de la Misa dominical pues sin Eucaristía no hay iglesia: “Necesitamos comer de ese sagrado alimento porque queremos estar en comunión con Él”, dijo el obispo de Nueva York.
Por su parte, durante la liturgia en español, el Cardenal Sean O’Malley dijo que el mundo está gobernado por gente que padece amnesia espiritual. “Se han olvidado de Dios”, dijo, lo cual hace que la gente no acuda a la Misa; y prosiguió: “Hoy veo menos gente en la Iglesia que cuando yo era pequeño. Incluso, muchos se han olvidado de qué es la Misa”. Por eso, enfatizó O’Malley, que este Congreso Eucarístico es importante porque nos ayuda a entender que como discípulos de Cristo, la Eucaristía debe ser el centro de nuestras vidas. “Dios nos ama y nos alimenta pues la Eucaristía es la locura del amor de Dios”, indicó el cardenal.
Sesiones de impacto
Al término de las liturgias, los congresistas acudieron a una de las siete “Sesiones de impacto”, es decir charlas clasificadas y dirigidas para católicos en diferentes estados y etapas de vida: clérigos, padres de familia, jóvenes, catequistas y líderes parroquiales. También se realizaron dos sesiones denominadas “encuentro” destinadas a católicos que buscaban renovar su fe por medio del misterio de la Eucaristía y a quienes buscaban herramientas prácticas para evangelizar en su comunidad y convertirse en “misioneros eucarísticos”.
Entre las “sesiones de impacto” en español destacó la reflexión de Mons. Daniel Flores, obispo de Brownsville, Texas quien habló sobre la necesidad de renovar el espíritu de comunión y misión en la Iglesia. La tentación de la cultura, dijo Flores, “es pensar que el mundo se salva por la riqueza, pero no es así. Es la pobreza de Cristo la que nos ha salvado. El Señor fue vulnerable y entregó su vida por nosotros”, señaló Flores. Por eso, para evangelizar, “hay que tocar la pobreza del Señor, pues Dios nos hace ricos en la riqueza de su pobreza”.
Sesiones de trabajo
La tarde del segundo día del Congreso estuvo estructurada en torno a las llamadas “sesiones de trabajo” y “experiencias especiales”. Las primeras son mini talleres impartidos por ponentes pertenecientes a diferentes ministerios laicos o instituciones educativas católicas como “Augustine Institute”, “Catholic University of America”, “FOCUS”, “Exodus 90” o “Our Sunday Visitor”, entre otros. Los temas de los talleres incluyeron: “Un paseo bíblico por la Misa”, “Evangelizar a través de la Eucaristía”, “¿Qué significa ser pueblo Eucarístico?”, “La familia y la educación católica”, “Transformar al mundo con la Eucaristía y la evangelización”.
Adicionalmente, una de las “experiencias especiales” fue una mesa redonda sobre el tema “Una Iglesia sinodal en misión”, presentada por el cardenal Blase Cupich, obispo de Chicago y Mons. Daniel Flores, entre otros ponentes. En su intervención el cardenal Cupich indicó que «si hay una crisis de fe en la Iglesia, no es tanto porque la gente no crea que Jesús está presente en la Eucaristía, sino que la gente no entiende y no cree completamente lo que significa que Jesús resucite de entre los muertos”, dijo. Asimismo, debemos centrar nuestra atención “en lo que Cristo está haciendo y en lo que nos sucede como individuos y como comunidad, es decir, ser transformados para poder asumir más plenamente la misión de Cristo de traer justicia, paz y amor al mundo”, precisó.
Adoración eucarística
Por la tarde-noche llegó uno de los momentos más esperados por los congresistas: la presentación de los oradores principales, y la adoración eucarística en el “Lucas Oil Stadium”. Los ponentes principales del día fueron la Madre Olga del Sagrado Corazón fundadora de “Las Hijas de María de Nazaret” en la Arquidiócesis de Boston y el Padre Mike Schmitz, sacerdote de la Diócesis de Duluth. En los últimos años Schmitz se ha convertido en una de las celebridades del mundo católico anglo parlante por sus video-mensajes, dirigidos principalmente a jóvenes y sus podcasts “La biblia en un año” y “El Catecismo en un año”.
En su presentación, Schmitz habló del aspecto sacrificial y redentor de la Santa Misa: “Dios se hace presente entre nosotros durante la liturgia. En la Misa ustedes son parte de la redención de la humanidad. Cada vez que se celebra, el Padre es glorificado y el mundo es renovado”. A pesar de esto, el prelado señaló que muchos católicos ignoran este misterio o son indiferentes. Ante ello el prelado invitó a los presentes a dar a conocer la maravilla del misterio eucarístico y decirle al mundo que “han sido redimidos y que únicamente el amor los puede hacer santos”. La jornada concluyó con la solemne exposición del Santísimo, la adoración y la bendición final.