Vaticano

La Segunda Sesión del Sínodo aspira a ser “un servicio de la Iglesia para el mundo”

Los miembros de la Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos desean que este camino que recorre el Pueblo de Dios se convierta en "un servicio de la Iglesia para el mundo", en el que destaque la libertad, la armonía y la paz.

Paloma López Campos·3 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Sínodo

Primera jornada de trabajo de la Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos (CNS photo / Lola Gomez)

Tras la mañana de trabajo, algunos miembros de la Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos han concedido una rueda de prensa para hablar sobre el comienzo de estas jornadas que se alargarán hasta finales de octubre.

Durante la comparecencia han intervenido Giacomo Costa y monseñor Riccardo Battocchio, ambos Secretarios Especiales de la Asamblea; María de los Dolores Palencia Gómez y monseñor Daniel Ernest Flores, ambos Presidentes Delegados de la Asamblea; y Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación.

Ha sido el Prefecto el primero en hablar y confirmar que los miembros de la Segunda Sesión tratarán de comparecer a diario ante los medios de comunicación para comentar los trabajos del día. Ruffini ha explicado también que esta Segunda Sesión tiene como elementos esenciales la espiritualidad y la oración, como muestra el retiro con el que ha comenzado todo.

El Prefecto ha comentado que “la situación mundial está muy presente en las mentes y en los corazones de quienes participan en el Sínodo”, por lo que el día ha comenzado con una oración por la paz.

El Sínodo es un camino

Por su parte, Giacomo Costa ha comenzado su intervención asegurando que la Segunda Sesión no es una mera repetición de lo ocurrido en 2023. Ha asegurado que “hemos aprendido mucho” y que los miembros de la Asamblea están “llamados a dar un paso más que el año pasado”.

A continuación, el Secretario Especial ha clarificado algunas ideas sobre el Sínodo de la Sinodalidad, la primera de ellas haciéndose eco del Papa Francisco: ”Esta no es una asamblea parlamentaria, sino un lugar de escucha y comunión”. Costa ha desarrollado esto asegurando que “el Sínodo es un lugar para optar por la Vida” y para “dar un paso hacia el perdón”, prueba de ello es el Acto Penitencial que tuvo lugar en el marco de la Asamblea.

Por otro lado, el Secretario General ha señalado que estos días de trabajo no son “el destino final”, sino que queda mucho camino por recorrer. Tanto es así, que hasta el mes de junio de 2025 todo el Pueblo de Dios puede mandar sus aportaciones a los grupos de trabajo. La Secretaría General del Sínodo “será la encargada de recopilar las contribuciones y entregárselas a los grupos de trabajo interesados”.

De aquí nace una idea fundamental que el Papa Francisco ha repetido con frecuencia: lo más importante del Sínodo no son los temas tratados, sino aprender a trabajar juntos como Iglesia.

Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa

Monseñor Riccardo Battocchio, también Secretario Especial, ha hablado sobre la importancia del Acto Penitencial, que se encuadra en esa búsqueda de unión con toda la Iglesia. “El acto penitencial” ha dicho “busca dar el tono a toda la asamblea”,”dar un estilo a la Iglesia”, que se hace consciente de la realidad del pecado.

Junto a esta herida, ha continuado, la Iglesia observa que “el amor de Dios no se cansa, sino que nos hace capaces de vivir relaciones nuevas”. Esto nos da la oportunidad de convertirnos en lo que monseñor Battocchio ha clasificado como una “Iglesia sinodal misionera y misericordiosa”.

Battocchio también ha resaltado la labor de los teólogos en esta Segunda Sesión, durante la cual su labor consistirá en facilitar “la escucha atenta y la comprensión teológica de las aportaciones a nivel individual y grupal”. Gracias a ellos, ha recalcado el Secretario Especial, “se podrá redactar un documento final”.

El Sínodo y la armonía de perspectivas

Por su parte, María de los Dolores Palencia Gómez ha mostrado su alegría durante la rueda de prensa por la oportunidad dada a los presidentes delegados y los facilitadores de encontrarse antes para resolver dudas y crear comunidad”. Gracias a esto, “la Asamblea ha comenzado con mucho ánimo y libertad”.

La Presidenta Delegada ha transmitido su sensación “de que el camino se hace juntos” y de que la idea no es redactar un documento final, sino “trabajar” y “profundizar” en las cuestiones para cumplir el objetivo de “la misión”, es decir, evangelizar. Palencia Gómez ha finalizado su intervención resumiendo el Sínodo como “un servicio de la Iglesia para el mundo”.

El último en hablar ha sido monseñor Daniel Ernest, quien ha reiterado que los miembros de la Asamblea no han “llegado al mismo lugar que el año pasado” sino que han crecido”. Ha defendido también el método sinodal como una oportunidad de que cada miembro del Pueblo de Dios ofrezca su perspectiva.

“La perspectiva no es un enemigo de la verdad, sino la manera normal de actuar de la Iglesia”, ha dicho el Presidente Delegado. Como ejemplo de ello ha señalado los cuatro Evangelios. En este mismo sentido, ha afirmado que “es importante para la Iglesia escuchar, no para aceptar todo lo que dicen los demás, sino para entender”.

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