A través de los siglos vieron guerras, invasiones, saqueos, destierros y mil vicisitudes, pero siempre al servicio del Papa: son los ‘Sediari’, una institución de laicos que viene de los Palafreneros Pontificios y que hoy son parte de lo que se llama la “Familia Pontificia”.
De los ‘Palafrenieri Pontifici’ a los ‘Sediari’
Los ‘Palafrenieri Pontifici’ datan del siglo X. Se ocupaban de la escudería del Papa, acompañando al Santo Padre mientras se dirigía en medio de un suntuoso cortejo a tomar posesión de su cátedra en San Juan de Letrán, (la actual catedral de Roma), cuando salía a alguna ceremonia pública, o simplemente, al desplazarse de un lugar a otro. Su nombre “Palafreneros” procede del hecho que acompañaban a Su Santidad tomando las riendas y freno del caballo que montaba el pontífice.
Los documentos históricos indican que la Archicofradía de los Palafreneros Pontificios se reunía en una capilla en la basílica de San Pedr. En 1565 el Papa Pío IV autorizó la construcción de una iglesia para ellos: Sant’Anna dei Palafrenieri, hoy accesible al público dentro de los muros de la Ciudad-Estado del Vaticano. La iglesia con planta elíptica fue encargada al arquitecto Giacomo Barozzi, llamado “il Vignola”
Los palafreneros obtuvieron importantes privilegios a lo largo de su historia, así el papa Julio II en 1507 instituyó el “Noble Colegio de los Palafreneros Pontificios», confirmado el 15 de abril de 1517 por el Papa León X, en el que ya figuran los Sediarios Pontificios, con quienes compartieron también la divisa.
De hecho, los Sediarios -otro cuerpo conformado por gentilhombres- se relacionan cada vez más con los Palafreneros una vez que el Pontífice comienza a usar la silla gestatoria, que era cargada en hombros por diversos hombres. Tanto es así que en 1565 ambas instituciones se ocupaban oficialmente del traslado del Pontífice.
Tras los Pactos Lateranenses de 1929, el llamado ‘Concordato’ entre la Iglesia y el Estado italiano, y ante el desuso de los caballos, los Palafreneros confluyeron definitivamente en los Sediarios y la sede de su Archicofradía salió de las murallas vaticanas y se trasladó a la Iglesia de “Santa Caterina della Rotta”, a dos pasos de Palazzo Farnese.
No es necesario ir demasiado atrás en el tiempo para recordar que los Sediarios cargaban la silla gestatoria que llevaba al Santo Padre en las audiencias o eventos. Una costumbre que terminó en 1978, cuando san Juan Pablo II no la quiso usar, ni siquiera para la ceremonia de toma de posesión y, desde entonces, ha caído en desuso.
Los Sediarios en la actualidad
Augusto Pellegrini, Gentilhombre de su Santidad y ex decano de Sala de la Antecámara Pontificia, precisa para Omnes que “los Sediarios tienen un decano pero que no se llama ‘decano de los Sediarios’ sino Decano de Sala de la Antecámara Pontificia.
Hoy en día los ‘sediarios de numero’ son cuatro personas, que ayudan al Decano de la Sala de la Antecámara Pontificia -actualmente Roberto Stefanori- a recibir a quienes visitan al Santo Padre durante la semana en los encuentros que se realizan generalmente en la Biblioteca del Palacio Apostólico”.
“A ellos se suman -añade Pellegrini- los ‘sediarios de sobrenúmero’, que son convocados por el Decano cuando es necesaria una mayor participación de ellos”. (Por ejemplo en las audiencias de los miércoles).
Sin la presencia de caballos o silla gestatoria, los sediarios continúan, hoy en día, con su labor al paso de los tiempos. Presididos por el Prefecto de la Casa Pontificia son personas de confianza del Papa, activos en el Vaticano para ayudar al Santo Padre en las audiencias y a quienes el Anuario Pontificio incluye como la parte laica de la familia pontificia.