Cultura

Instituciones religiosas italianas escondieron a miles de judíos de los nazis

Se ha encontrado documentación inédita en los archivos del Pontificio Instituto Bíblico de Roma con los nombres de una serie de personas (en su mayoría judíos) a los que se les ofreció asilo en instituciones eclesiásticas de Roma.

Loreto Rios·10 de septiembre de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Judíos rezando en el Muro de las Lamentaciones ©CC

Hasta la fecha, se tenían los datos de las congregaciones religiosas que formaron parte de esta iniciativa (100 congregaciones femeninas y 55 masculinas) y del número de personas que acogió cada una, información que fue publicada por el historiador Renzo de Felice en 1961. Sin embargo, se creía perdida la lista de las personas que se habían refugiado en estos centros.

Los datos

La documentación encontrada señala que en total hubo 4.300 personas refugiadas en los institutos religiosos. De estas, se indica el nombre concreto de 3.600. Aproximadamente 3.200 son judíos, de los cuales se sabe el lugar en el que se escondieron y, en algunos casos, dónde residían antes de que comenzase la persecución.

La nueva documentación se presentó el 7 de septiembre de 2023 en el Museo de la Shoah de Roma en el evento “Rescatados. Judíos escondidos en los institutos religiosos de Roma (1943-1944)”. Un comunicado de la Santa Sede sobre este tema indica que “la documentación aumenta considerablemente la información sobre la historia del rescate de judíos en el contexto de las instituciones religiosas de Roma. Por razones de privacidad, el acceso al documento está actualmente restringido”.

El origen de la documentación

Fue el jesuita italiano Gozzolino Birolo quien, entre 1944 y 1945, recopiló la documentación que ahora se ha encontrado, operación que llevó a cabo justo después de la liberación de Roma (los nazis ocuparon la ciudad durante nueve meses, desde el 10 de septiembre de 1943 hasta el 4 de junio de 1944, fecha en que los aliados liberaron la ciudad). Sobre Gozzolino Birolo, señala el comunicado de la Santa Sede que “fue ecónomo del Pontificio Instituto Bíblico desde 1930 hasta su muerte por cáncer en junio de 1945”. Además, durante esa época fue rector del Instituto el jesuita y cardenal Augustin Bea, conocido por su dedicación al diálogo entre judíos y católicos (por ejemplo, con el documento “Nostra Aetate” del Concilio Vaticano II).

Los historiadores Claudio Procaccia, director del Departamento Cultural de la Comunidad Judía de Roma, Grazia Loparco, de la Pontificia Facultad de Educación Auxilium, Paul Oberholzer, de la Universidad Gregoriana, e Iael Nidam-Orvieto, director del Instituto Internacional para la Investigación del Holocausto de Yad Vashem han sido los encargados de estudiar los nuevos documentos. Dominik Markl, del Pontificio Instituto Bíblico y de la Universidad de Innsbruck, y el jesuita canadiense Michael Kolarcik, rector del Pontificio Instituto Bíblico, han sido los coordinadores de la investigación.

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