Cultura

Por qué las guerras activan el rosario a Nuestra Señora

Desde hace dos mil años, pero en especial desde que el Concilio de Éfeso (431), actual Turquía, proclamó que la Virgen María es Madre de Dios (Theotókos), y desde la formulación actual del Avemaría (siglo XV), la Iglesia católica ha recurrido a la Madre de Jesús como intercesora, con el Santo Rosario. Y de modo especial por la paz, como pidió expresamente Nuestra Señora en Fátima en 1917.

Francisco Otamendi·21 de octubre de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos
Rosario

Una mujer recién casada saluda al Papa Francisco con el Rosario en la mano al final de una audiencia general (CNS photo / Lola Gomez)

La intensa devoción del Papa Francisco a la Virgen María es un hecho evidente para cualquiera que haya seguido su pontificado y su trayectoria vital anterior. Sin embargo, al releer con cierta calma alguna homilía del Santo Padre en situaciones excepcionales que han ocurrido y ocurren en el mundo, se aprecia una diferencia: la consagración o el recurso explícito y solemne a la Virgen María se produce de modo especial por situaciones de guerra, bélicas, y no en otras.

Por ejemplo, en el histórico momento extraordinario de oración al principio de la pandemia del Covid-19, el viernes 27 de marzo de 2020, en el atrio de la Basílica de San Pedro, en tiempos realmente inciertos para la humanidad, el Papa apeló directamente a Jesús, que dormía en la barca en la escena evangélica mientras arreciaba la tempestad, pero no hubo alusiones a María.

Tampoco hubo especial referencia a la Virgen el jueves 31 diciembre en la Basílica Vaticana, en una homilía del Papa leída por el cardenal Giovanni Battista Re, en las vísperas de la solemnidad  de Santa María, Madre de Dios, en la que se anunció una homilía el 1 de enero que no se recoge en las web vaticanas, debido seguramente a los dramáticos momentos de la pandemia.

Consagración de Rusia y Ucrania

Tuvo que llegar el discurso del presidente Putin, el 24 de febrero de 2022, en el que anunció “una operación militar especial” en Ucrania, en resumen, la invasión y la guerra, con sus consecuencias devastadoras, para que el Papa Francisco anunciara el 15 de marzo, unos días más tarde, la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. 

Lo que había sido una petición de muchos fieles y pastores ante la invasión rusa a Ucrania se realizará el viernes 25 de marzo, fiesta de la Anunciación del Señor, durante la Celebración de la Penitencia que presidirá el Santo Padre a las 17 horas en la Basílica de San Pedro, informó Omnes. El mismo acto, el mismo día, sería realizado en Fátima por el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, como enviado del Santo Padre. 

La información de Omnes situó el anuncio y la propia consagración del 25 de marzo en el contexto de las apariciones de Fátima, santuario en el que había estado ya el Papa Francisco los días 12 y 13 de mayo de 2017, cuando se cumplieron 100 años de las apariciones de Nuestra Señora, cuya imagen es representada, como en Lourdes, con un visible rosario entre las manos.

En efecto, durante su aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, durante la Primera Guerra Mundial, Nuestra Señora pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que, si no se concedía esta petición, Rusia extendería “sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia”.

El rosario, recurso para la paz

“Recen el rosario todos los días, para alcanzar la paz para el mundo y el fin de la guerra”, relató sor Lucia en sus Memorias sobre el mensaje de la Virgen María, quien finalmente reveló también: “Soy la Señora del Rosario”, escribió la vidente.  

Y el 25 de marzo de 1984, en unión espiritual con todos los obispos del mundo, san Juan Pablo II confió todos los pueblos al Corazón Inmaculado de María. Este acto solemne y universal de consagración respondió a lo pedido por la Virgen en su aparición a los pastorcillos, aseguró sor Lucia. Y lo cierto es que tras la consagración, el muro de Berlín comenzó a desmoronarse.

En su segunda visita a Fátima, el 5 de agosto de este año, en plena Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, el Papa Francisco insistió en el recurso al rosario. “Recemos, porque Fátima es una escuela de oración. Ahora, como en el momento de las apariciones, también hay guerra. La Virgen pidió que rezaran el Rosario por la paz. No lo pidió como un favor, sino que, con solicitud maternal, indicó: ‘Recen el rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra’. Unamos, pues, nuestros corazones, recemos por la paz, consagremos de nuevo la Iglesia y el mundo al Corazón Inmaculado de nuestra dulcísima Madre”.

Peticiones de Nuestra Señora 

No está de más recordar algunas palabras de Nuestra Señora en Fátima. en la aparición del 13 de julio. En el contexto de lo que se denominó el secreto de Fátima, en su primera parte, la visión del infierno, la Virgen recomendó a los niños: “Sacrificaos por los pecadores, y decid muchas veces, especialmente cuando hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por vuestro Amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.

“La guerra va a acabar.”, prosiguió la Virgen. “Pero si no dejan de ofender a Dios (…), comenzará otra peor”. Posteriormente, el 13 de octubre, Nuestra Señora les diría: “Continúen siempre rezando el Rosario cada día. La guerra va a su fin y los soldados pronto regresarán a sus casas“. Y la guerra terminó al año siguiente.

El humo del demonio

Se cuenta que en una audiencia privada, san Juan Pablo II formuló la siguiente pregunta a una personalidad eclesiástica: ¿Alguna vez vio al demonio? Sorprendido, el interlocutor responde: “¡Aún no! Mas he percibido muchas veces su humo”. El Santo Padre responde con una convicción profunda: “¡También yo!”. Después, respirando hondo, repite la promesa del Génesis: “¡Sed Ipsa conteret” (¡Más Ella, la santísima Virgen, vencerá!)” (Manuel Fernando Sousa e Silva, Los pastorcitos de Fátima, HL, 2008).

En una entrevista de Fabio Marchese Ragona, el Papa Francisco ha reiterado que el diablo siempre intenta atacar a todos y siembra cizaña, también en la Iglesia. El periodista le comenta que se ha dicho por varias personas que Benedicto XVI sufrió el ataque del diablo, pero que resistió bien. San Pablo VI dijo en 1972 que el humo de Satanás había entrado en el templo de Dios. ¿Puede el diablo actuar también en el Vaticano y atacar al Papa?, le pregunta.

El Pontífice responde: “Ciertamente, el diablo trata de atacar a todos, sin distinción, y trata de golpear especialmente a los que tienen más responsabilidad en la Iglesia o en la sociedad. También Jesús sufrió las tentaciones del diablo, y pensemos también en las de Simón Pedro, a quien Jesús dijo: ‘Apártate de mí, Satanás’. Así también el Papa es atacado por el maligno. Somos hombres y él siempre intenta atacarnos. Es doloroso, pero ante la oración no tiene esperanza”.

Rosarios en Tierra Santa y Roma 

En las últimas semanas, el Papa ha impulsado el rezo del rosario no sólo por la paz, sino también por el Sínodo, como en la intención de octubre a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Así, el día 7 de octubre el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, dirigió un rosario denominado de las antorchas en la Plaza de San Pedro. 

Y las iniciativas de rosarios por la paz se multiplican tras el grave conflicto en Tierra Santa, entre Israel y Palestina. La iniciativa del cardenal Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, de que el martes haya sido una jornada de oración y ayuno por Tierra Santa ha sido acompañada por el Papa Francisco, por obispos y fieles cristianos de todo el mundo, y también en Roma, por el cardenal vicario del Papa, Angelo De Donatis, quien ha manifestado: “Rezamos el rosario para pedir a Dios la paz en Tierra Santa”.

El autorFrancisco Otamendi

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