El presidente de Comunión y Liberación explica que ha tomado la decisión “para favorecer que el cambio de guía al que nos llama el Santo Padre se desarrolle con la libertad que dicho proceso requiere” refiriéndose a la decisión del Vaticano anunciada en septiembre de que no se pueda presidir un movimiento más de dos mandatos de un máximo de cinco años cada uno.