“El Renacimiento Eucarístico no es un programa o un evento. Es un tiempo de gracia, un nuevo encuentro con Jesús y un momento para crecer en nuestra relación con Él. Queremos despertar en la Iglesia en nuestro país, y en el corazón de cada católico, lo que el Papa San Juan Pablo II llamo, ‘Asombro Eucarístico’”, dijo Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles, el 19 de junio durante su homilía de inicio del Renacimiento Eucarístico en Los Ángeles.
De Este a Oeste, comienza la Primera Fase
La solemnidad del Corpus Christi en EUA marcó el inicio de este movimiento en todas las diócesis de Estados Unidos. Desde Nueva York hasta Los Ángeles se celebraron Misas solemnes seguidas de procesiones Eucarísticas tanto en las catedrales como en las diversas parroquias.
En la Costa Este, tan solo en Nueva York, 61 parroquias realizaron procesiones eucarísticas, precedidas de la Santa Misa.
En la Catedral de San Patricio el Cardenal Timothy Dolan presidió la Liturgia y posteriormente la procesión a lo largo de la emblemática Quinta Avenida en Manhattan.
En la Costa Oeste, en Los Ángeles, California, el arzobispo José Gómez, encabezó la Misa y luego la procesión eucarística por las calles del centro.
¿Por qué surge esta iniciativa?
Las dificultades económicas y sociales, propias de EUA, tales como la polarización política tras las elecciones del 2020 y la pandemia cambiaron las vidas y las prácticas de la fe de miles de feligreses.
Tras el regreso a la nueva normalidad post-COVID un alto porcentaje de católicos estadounidenses no regresó a la Iglesia. Este hecho se sumó al incremento en las nuevas generaciones del número de “no afiliados”, “sin religión”, o “Nones” (No religious affiliation, sin afiliación religiosa), para quienes la fe se ha convertido en algo irrelevante o en un mero formalismo social. Aunque esto es un fenómeno multifactorial, la pandemia fue un detonador y acelerador de esta tendencia.
Otro factor importante fue la falta de formación y el profundo desconocimiento del Sacramento de la Eucaristía entre los estadounidenses. Una encuesta del 2019 del Pew Research Center reveló que más de dos tercios de los católicos de este país consideran que el pan y el vino consagrados durante la Misa son solo “símbolos” del Cuerpo y Sangre de Cristo. De acuerdo con esta encuesta, solamente el 30% de los católicos cree en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía.
Este desconocimiento del Misterio de la Fe es una realidad visible en muchas parroquias norteamericanas y que se traduce en diversos aspectos, desde la falta de reverencia y piedad ante el Misterio Eucarístico hasta el alejamiento de la Iglesia.
Al respecto, Mons. Andrew Cozzens, Obispo de Crookston, Minnesota y presidente del Comité de Evangelización y Catequesis de la USCCB (encargado de la iniciativa Renacimiento Eucarístico), indicó: “Este Renacimiento Eucarístico es una respuesta espiritual a los problemas de nuestro mundo. Estamos conscientes de los tiempos de crisis que vivimos. Es una crisis enraizada en el abandono de Dios y de la fe. Es una crisis que se manifiesta en guerras, en tiroteos masivos, en altas tasas de suicidio entre nuestros jóvenes y luchas morales de varios tipos… La lista podría seguir y seguir. Estamos viviendo tiempos difíciles”.
Timing
Ante este panorama, los prelados norteamericanos decidieron poner en marcha el Renacimiento Eucarístico Nacional que inició el 19 de junio del 2022. Consta de tres partes: el año del renacimiento diocesano (2022-2023); el año del renacimiento parroquial (2023-2024) y el año del Congreso Eucarístico Nacional (2024-2025).
Durante el primero año, los obispos organizarán diferentes eventos e iniciativas a nivel diocesano, entre ellos congresos eucarísticos diocesanos, catequesis y jornadas de oración centradas en el misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia.
Asimismo, las diócesis contarán con grupos de evangelizadores quienes después de un periodo de formación acudirán a las parroquias, en la segunda fase, a brindar formación. Las diócesis también prepararán y distribuirán material catequético sobre el tema así como sitios internet dedicados al tema.
En la segunda fase, el año de renacimiento parroquial (2023-2024), las parroquias con sus feligreses serán los protagonistas. El objetivo es fomentar comunidades eucarísticas por medio de la adoración Eucarística, grupos de oración, procesiones parroquiales y catequesis sobre la Misa y la Presencia Real de Nuestro Señor en la Eucaristía.
Finalmente, en la última fase (2024-2025), la iglesia norteamericana se reunirá del 17 al 24 de julio del 2024 en Indianápolis, Indiana, para celebrar el Congreso Eucarístico Nacional. A este evento se espera la asistencia de miles de católicos, quienes al finalizar serán enviados a sus diócesis y parroquias como misioneros eucarísticos.
Herramientas para el Renacimiento Eucarístico
Dos pilares importantes de esta iniciativa son el documento “Misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia” y el ciberespacio, especialmente los sitios web de cada diócesis.
El documento “Misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia” fue elaborado por la Conferencia Episcopal Norteamericana y contiene aspectos catequéticos y doctrinales sobre la fuente y culmen de nuestra fe. Está redactado en un lenguaje sencillo y por ello es una herramienta accesible para que las diferentes comunidades o parroquias se preparen a vivir este tiempo de gracia.
Asimismo, se ha creado un portal especial en inglés y español para informar todo lo relacionado con este movimiento a nivel nacional: https://www.eucharisticrevival.org El sitio contiene videos informativos, boletines, información catequética y diferentes formas de participación.
En la homilía de inicio del Renacimiento Eucarístico en Los Ángeles, Mons. José Gómez dijo, citando a San Josemaría Escrivá: “Jesús se quedó en la Eucaristía por amor a ti. Se quedó, para que le comas, le visites y le cuentes tus cosas, y tratándolo en la oración junto al Sagrario y en la recepción del Sacramento, te enamores más cada día y hagas que otras almas sigan el mismo camino (Cf. San Josemaría Escrivá, Forja, 887).
En estos próximos años tendremos una increíble oportunidad para renovar nuestra devoción y nuestro amor personal a Nuestro Señor en la Eucaristía. Pidamos la gracia de crecer en nuestra devoción, renovando nuestra fe en la Presencia Real de Jesús en la Comunión para que sea el centro y la raíz de nuestra vida cristiana”, concluyó Gómez.