Vaticano

El cardenal Pell comprendió antes que otros la reforma económica de la Santa Sede

En una carta al Dicasterio para la Economía, el Papa Francisco reconoce los pasos dados en la mejora de la gestión económica de la Santa Sede y ofrece nuevas indicaciones sobre cómo continuar el camino, desde el reconocimiento de una retribución justa hasta inversiones justas.

Giovanni Tridente·14 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco y el cardenal George Pell ©OSV/Paul Haring

El cardenal George Pell, en su papel de primer prefecto de la Secretaría para la Economía, demostró valentía y -como en la vida cristiana- dio muestras de celo, convicción y determinación, habiendo «visto» y comprendido antes que los demás «cuál era el camino que había que recorrer». El Papa Francisco lo puso negro sobre blanco en una carta dirigida a las personas que trabajan en la Secretaría para la Economía, escrita una semana después de recibirlas en audiencia a mediados de noviembre.

En aquella ocasión, el Santo Padre lanzó una invitación a avanzar por el camino ya emprendido hace casi diez años con la constitución del Organismo, especialmente en lo que se refiere a la transparencia, el control y unos procedimientos más ágiles y eficaces dentro de la Curia Romana.

Conceptos que ahora reitera de forma más clara en esta carta difundida por el mismo Dicasterio para la Economía el pasado 12 de diciembre: «Mirando hacia atrás y constatando la situación actual, no puedo dejar de ver los muchos avances que se han realizado», comenzó Francisco, destacando también las numerosas apreciaciones recibidas por el trabajo realizado siguiendo las indicaciones del primer Prefecto Pell, para que el patrimonio de la Santa Sede se orientara a la misión, evitando los riesgos y errores del pasado.

Las bases sentadas por el cardenal Pell han permitido a sus sucesores impulsar nuevas reformas, muchas de las cuales han sido aprobadas bajo la dirección del padre Juan Antonio Guerrero, que ha trabajado «con un estilo fundado en el diálogo, la concreción y la sencillez», reconoce el Pontífice.

El viaje acaba de empezar

Pero el camino de la reforma no ha terminado en absoluto. «Al contrario» -escribe el Papa- «no ha hecho más que comenzar», porque como para todas las realidades vivas de la Iglesia en general, y de la Curia romana en particular, hay que orientarse siempre hacia lo mejor, vigilando los efectos de los diversos cambios, adaptándose donde sea necesario.

“No debemos olvidar” -añade el Santo Padre- “que la correcta gestión del patrimonio y su uso es un testimonio que se da a todos de lo mucho que se puede hacer con poco», y la labor que realizan quienes trabajan en este contexto de «economía de misión» es un verdadero servicio prestado a la Iglesia universal.

Un trabajo sin duda «delicado» porque el riesgo de transformar la autoridad en mando o el reconocimiento y el respeto en miedo está a la vuelta de la esquina, junto con la tentación de «ejercer el poder en lugar de tomar decisiones» o incluso de evitar utilizar el dinero allí donde es necesario para aumentar y hacer florecer la misión de la Iglesia, por ejemplo en aquellas circunstancias «donde hay más necesidad de manera desinteresada».

Una clara advertencia para invertir adecuadamente los recursos junto con la necesidad de ejercitar la «capacidad de escuchar y ser escuchado», pero también de comprometer las distintas competencias profesionales y técnicas económicas no en función de una «voluntad arbitraria de los responsables de decidir o autorizar», sino con el objetivo de conducir las distintas iniciativas a apoyar «hacia el bien común».

Por supuesto, también hay que ser leal para saber «decir no cuando lo que te representan o lo que encuentras en los controles traiciona la misión», más bien en favor de intereses particulares, o con la violación de las normas para fines ajenos a la Santa Sede y a la Iglesia y su misión.

Prudencia y lealtad

«Prudencia y lealtad», pide por tanto el Papa, «por el bien común de nuestra comunidad de trabajo, de la Iglesia, de los fieles y de los necesitados». Un servicio que debe llevarse a cabo sin duda con «profesionalidad, dedicación, estudio en profundidad», sin olvidar sin embargo «la humildad, la voluntad de escucha, el espíritu de servicio y, por último, la vigilancia y la cultura de la legalidad y la transparencia».

Ante el déficit económico de la Santa Sede, que erosiona anualmente una parte de su patrimonio, el Papa pide «invertir la tendencia», invitando a todos a «estar dispuestos con modestia y espíritu de servicio a renunciar al propio interés particular en aras del interés común», liberándose de la rigidez y abriéndose a la actualización.

Recompensar el mérito

El pensamiento del Pontífice es, por una parte, que se contrate a nuevas figuras -competentes, éticamente preparadas y profesionales-, pero también dar a quienes ya trabajan en la Santa Sede la posibilidad de renovarse, ofreciéndoles «formación, oportunidades de crecimiento, nuevas experiencias», sin disminuir las muestras de confianza y reconocimiento. Esto significa también «una remuneración justa», «tanto más justa cuanto más vinculada esté a los resultados y a la contribución que cada uno aporta al servicio de la Iglesia». Evitar, pues, el arribismo, pero sin duda recompensar el mérito.

Lo mismo debe aplicarse en el caso de los proveedores externos a los que recurre la Santa Sede: «ética, capacidad y profesionalidad, al precio justo para un beneficio equitativo», como ya se ha regulado en los últimos años. Y para el patrimonio en general, cuyos frutos de gestión también deben repartirse equitativamente «para que todos tengan lo que realmente necesitan».

Las inversiones, especifica además el Papa Francisco, «no deben tener ni el objetivo de la especulación ni el de la acumulación» y lo mismo debe aplicarse a los presupuestos y dotaciones de que disponen las distintos entidades, para que no haya «entidades ricas y entidades pobres» sino una armonía en toda la Santa Sede, porque todos «participan en la realización y persecución del mismo bien».

El autorGiovanni Tridente

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