«Con sorpresa”: así ha recibido la Prelatura del Opus Dei la noticia de que el obispo de Barbastro Monzón, Ángel Pérez Pueyo, ha nombrado a José Mairal, párroco de Bolturina-Ubierg y Vicario judicial de la diócesis, rector del Santuario de Torreciudad.
Asimismo, según el comunicado diocesano, Mons. Pérez Pueyo ha indicado que el hasta ahora rector, Ángel Lasheras, y los sacerdotes Pedro J. García de Jalón y de la Fuente y Eduardo Martínez Ruipérez, deben trabajar con el nuevo responsable “hasta que se regularice la situación canónica existente entre ambas instituciones”.
Se trata de un nombramiento insólito ya que, según señala el Opus Dei, el santuario es un templo de la Prelatura; en concreto, tiene la condición jurídica de oratorio de la Prelatura y, como sucede con esos oratorios, fue erigido en su día con la venia del Obispo de la diócesis. El Opus Dei señala que, en consecuencia, «entiende que no corresponde al obispo llevar a cabo este nombramiento”. De hecho, de acuerdo con la regulación vigente, es el Vicario regional del Opus Dei el encargado de efectuar el nombramiento del rector y del equipo sacerdotal que atiende el santuario.
El comunicado de la diócesis de Barbastro-Monzón señala la necesidad de “regularizar” la situación canónica del santuario como el motivo para llevar a cambio este nombramiento, aunque no aclara la naturaleza de esta situación. Posteriormente, la misma diócesis ha añadido algunas aclaraciones, apuntando que “en el caso de Torreciudad, y en orden a regularizar su situación canónica con la diócesis, se expuso a la Prelatura la pertinencia de que propusiera a este Obispado una terna de sacerdotes para efectuar ese nombramiento de rector (c. 557 &1). Con el paso de los meses, y al no recibir esa terna tras varios requerimientos, se ha optado por el nombramiento de José Mairal, párroco de Bolturina-Ubiergo, a cuya parroquia pertenece la ermita-santuario de Torreciudad”.
El citado canon determina que “el Obispo diocesano nombra libremente al rector de una iglesia, sin perjuicio del derecho de elección o de presentación, cuando éste competa legítimamente a alguien; en este caso, corresponde al Obispo diocesano confirmar o instituir al rector”. Este es el procedimiento que se ha venido siguiendo en Torreciudad desde la construcción del santuario en 1975, y la que recogen sus estatutos de Torreciudad, del año 1980, donde se especifica que “el nombramiento del rector y la designación de los sacerdotes que se ocupan de la atención pastoral corresponde al Vicario Regional de la Prelatura”.
Por su parte, el Opus Dei ha dado a conocer que la diócesis y la Prelatura han iniciado conversaciones para preparar unos nuevos estatutos y permitir que Torreciudad se convirtiera en santuario diocesano.
Los contactos comenzaron «hace más de un año”, y van dirigidos a “erigir Torreciudad como santuario diocesano y establecer un convenio de atención pastoral con la diócesis, análogo a los convenios que la prelatura del Opus Dei mantiene para la atención pastoral de numerosas parroquias e iglesias en España y en otros países”. El comunicado de la Prelatura destaca que ese trabajo no ha terminado, y que, “aunque desarrollado en un clima de mutua colaboración, no ha estado exento de dificultades de comprensión y de interpretación por parte de la diócesis”.
La situación creada por este nombramiento tiene importantes implicaciones eclesiales y jurídicas. El Opus Dei ha anunciado que “estudiará este asunto con detenimiento y espíritu de comunión eclesial”.
La prelatura ha subrayado su voluntad “de seguir colaborando con la Diócesis en la labor evangelizadora que se realiza desde Torreciudad, un lugar tan querido por los pueblos del Alto Aragón, y en el que cada año millares de personas tienen un encuentro con la Virgen, acuden al sacramento de la confesión y se acercan a Jesús inspiradas por la vida y las enseñanzas del barbastrense san Josemaría Escrivá”.
También la diócesis de Barbastro sitúa esta decisión en el contexto de un esfuerzo de “convergencia” y “comunión”, «siempre al servicio de la atención pastoral de todos los fieles de Barbastro-Monzón”.