La esbelta torre de ladrillo rojo que emerge de la escarpada silueta de los montes que rodean el pantano de El Grado dan idea certera de la situación de Torreciudad. Este centro de devoción mariana, arraigada desde hace siglos en la zona e internacionalizada en los últimos cuarenta años, ha pasado a la primera plana informativa por el nombramiento de un rector por parte del obispo de Barbastro-Monzón.
¿Qué es Torreciudad? ¿Por qué su rector no era nombrado, hasta la fecha, por el obispo diocesano sino por el vicario regional del Opus Dei en España? ¿Es esa decisión conforme con el derecho de la Iglesia? ¿Cómo se sostiene el templo?
Un poco de historia
Lo que hoy se identifica como Torreciudad comprende en primer término, el templo diseñado por el equipo de arquitectos dirigidos por Heliodoro Dols. Dicho templo fue levantado en el primer lustro de los años 70 del siglo XX gracias a los donativos de fieles de diversos lugares alentados por el Opus Dei..
El nuevo templo se sitúa a pocos metros de la antigua ermita del siglo XI que custodiaba la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de la comarca.
Entre los años 1960 y 1975, el fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá decide impulsar el nuevo santuario para promover la devoción a la Virgen. En 1962 concluye un acuerdo con el obispado de Barbastro que, mediante escritura pública, cedió a perpetuidad el dominio útil de la antigua ermita y la custodia de la imagen de la Virgen al Opus Dei, siempre que se cumplan las condiciones recogidas en el contrato.
El templo nuevo de Torreciudad pertenece a la Fundación Canónica Santuario Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad.
La imagen de la Virgen
La imagen de la Virgen pasó de la antigua ermita a la nueva edificación al terminarse ésta en 1975 tras una restauración y la pertinente autorización del entonces obispo de la diócesis. Hasta entonces, lo escarpado de la zona no facilitaba la llegada al lugar y el momento central de devoción lo constituían los meses de entre mayo y octubre, cuando la santera se trasladaba a la ermita, donde no vivía de manera habitual. La celebración de la fiesta de Nuestra Señora, en agosto, era la fecha clave para la vida de la ermita de la Virgen de los Ángeles de Turris Civitatis.
Desde entonces, la devoción ha traspasado, con mucho, las fronteras de la comarca aragonesa. De hecho, la Memoria Anual del santuario correspondiente a 2022 señala a Madrid como origen principal de los peregrinos que acuden a Torreciudad con un 28,79%, seguida de Cataluña con un 26,95%, y de la Comunidad Valenciana con un 12,71%. Los peregrinos de fuera de España supusieron el 14,82% de todos los que acudieron a Torreciudad en 2022. De entre ellos, la mayor parte procedían de Francia, (un 36,23% sobre el total de extranjeros), de Portugal (con un 7,39%), de Estados Unidos (7,22%) y de Polonia (7,13%).
El nuevo templo, oratorio de la prelatura
La consideración jurídica de Torreciudad no es, actualmente la de santuario diocesano, sino la de oratorio de la Prelatura del Opus Dei. Por ello, desde el comienzo, el rector ha venido siendo nombrado por el Opus Dei. En la nota del 17 de julio de 2023 el obispado de Barbastro-Monzón aludía a una necesidad de “regularizar la situación canónica del santuario” como la justificación del nombramiento de un nuevo rector por parte del obispo diocesano.
El obispado no ha precisado, la naturaleza de esta irregularidad, pero el Opus Dei y el obispado habían comenzado unas conversaciones con el fin de actualizar el marco jurídico y de transformar Torreciudad, en su caso, en santuario diocesano.
En este caso, el obispo ha actuado aplicando la normativa que considera aplicable formada por los cánones 556 y 557 del Código de Derecho Canónico.
¿Quién financia Torreciudad?
Desde que se cedió al Opus Dei el dominio útil de la ermita antigua de Torreciudad, la prelatura se ha encargado de su rehabilitación, el mantenimiento y los arreglos posteriores, así como de promover el culto y garantizar el acceso a los peregrinos. Ha costeado, asimismo, la construcción del nuevo templo de estilo sobrio y enraizado en la tradición arquitectónica local. A ello hay que sumar la modernización de los espacios de evangelización que se han llevado a cabo en Torreciudad en los últimos años, y que han dado lugar a unos modernos espacios museográficos y catequéticos.
El sostenimiento económico del complejo de Torreciudad corresponde a la asociación civil Patronato de Torreciudad, una entidad sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública que incluye entre sus fines el sostenimiento del santuario de Torreciudad y la promoción de peregrinaciones. Actualmente, la preside una mujer, Mª Victoria Zorzano. Este Patronato reúne los donativos y aportaciones necesarias para cubrir los gastos de Torreciudad, que se suman a las demás fuentes de ingresos. La diócesis no realiza ninguna aportación. Desde 1962, Torreciudad abona una cantidad a la diócesis en reconocimiento de la nuda propiedad, que sigue perteneciendo a ésta. La cantidad pactada en su momento equivale en la actualidad a 19 euros al año.
¿Cuáles son los pasos siguientes?
A grandes rasgos, la historia reciente de Torreciudad se caracteriza por la internacionalización de la devoción mariana y, sobre todo, por haberse consolidado como un lugar de oración por la familia y para las familias.
En este contexto, las Jornadas marianas de la Familia, que tienen lugar cada año son unas nutridas celebraciones, que han estado presididas, en muchas ocasiones, por obispos de numerosas diócesis españolas y en las que se ha puesto en manos de la Virgen, de manera muy especial, la santidad y el futuro de la familia.
La próxima, el 16 de septiembre, estará presidida por el obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, Mons. Ángel Pérez Pueyo. Para esa fecha, debería haberse aclarado si el rector legítimo es, según la decisión del obispo y desde el 1 de septiembre, José Mairal, párroco de Bolturina-Ubiergo, o bien, el rector actual Ángel Lasheras, nombrado en su momento por la prelatura del Opus Dei, que ha recurrido el último nombramiento ante el dicasterio vaticano competente
La sensación es que podría comenzar ahora un largo periplo judicial para determinar la validez de los argumentos esgrimidos por una y otra parte, pero también un periodo en el que ambas podrían conocer mejor las razones mutuas y llegar a un acuerdo que las tenga en cuenta.