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«Que no se deje a nadie solo, que todos reciban la unción del cuidado»

El Papa Francisco ha rezado hoy el Ángelus desde la ventana del Policlínico Gemelli, donde se encuentra ingresado desde hace unos días tras la operación de colon a la que se sometió el pasado lunes.

Maria José Atienza·11 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos
angelus gemelli

Durante la oración ha estado acompañado de unos niños enfermos, pacientes del mismo centro hospitalario y que han sido, estos días, una de las principales preocupaciones del Santo Padre.

Las primeras palabras del Papa han sido de agradecimiento por la «cercanía y el apoyo de vuestras oraciones» durante estos días de ingreso. Su experiencia en el hospital ha marcado las palabras del Santo Padre en este primer encuentra tras la intervención de colon a la que fue sometido el pasado lunes. Refiriéndose al envío de Jesús a sus discípulos a curar y «ungir con aceite» el Papa ha destacado que ese «‘aceite’ es ciertamente el sacramento de la Unción de los enfermos, que da consuelo al espíritu y al cuerpo. Pero este «aceite» es también la escucha, la cercanía, la atención, la ternura de quien cuida a la persona enferma: es como una caricia que hace que nos sintamos mejor, que calma el dolor y anima. Tarde o temprano todos necesitamos esta «unción», y todos podemos dársela a alguien, con una visita, una llamada telefónica, una mano tendida a quien necesita ayuda».

El Papa ha querido subrayar además que «en estos días de hospitalización, he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos». En esta línea, Francisco ha señalado que «este valioso activo no debe perderse. ¡Debemos mantenerlo! Y para ello debemos comprometernos todos, porque sirve a todos y pide la contribución de todos. Incluso en la Iglesia a veces sucede que alguna institución de salud, por mala gestión, no le va bien económicamente, y lo primero que se nos ocurre es venderla. Pero la vocación, en la Iglesia, no es tener dinero sino servir, y el servicio es siempre gratuito.

Francisco ha pedido además oraciones especiales por los médicos y todo el personal sanitario y hospitalario, así como por los enfermos, especialmente «los niños» y, señalando a quienes le acompañaban en el balcón ha subrayado que la cuestión del sufrimiento de los niños es «una pregunta que toca el corazón». Por último ha pedido oraciones también por «quienes se encuentran en las condiciones más difíciles: que no se deje a nadie solo, que todos reciban la unción de la cercanía y del cuidado»

¡Que cese la violencia en Haití!

Al finalizar el rezo, Francisco ha tenido además palabras para pedir que «cese la espiral de violencia en Haití» y ha instado al pueblo haitiano a «reemprender un camino de paz y de concordia», además de pedir a todos los presentes ración por esta intención.

El Santo Padre ha recordado ademas en este domingo, que celebran su día las personas vinculadas a la Pastoral del mar, la necesidad de cuidar los océanos «¡No más plásticos en los océanos!» ha pedido, siguiendo las líneas de Lautato Si’. Por último, además de saludar a los peregrinos de Radio María reunidos en Czestochowa ha querido recordar la fiesta de San Benito de Nursia, patrón de Europa para el que ha pedido que el viejo continente se una en sus valores fundacionales.

Francisco se ha despedido recordando a los cientos de personas reunidos bajo la ventana del Policlínico así como a los que lo seguían por medios de comunicación que «no se olvidaran de rezar por mi».

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