España

Proceso de reencuentro, un camino para vivir la comunión sacerdotal

Omnes·23 de abril de 2018·Tiempo de lectura: 4 minutos

La archidiócesis de Valencia está llevando a cabo el Proceso de reencuentro sacerdotal, un proyecto con el que busca “conseguir un diálogo entre los sacerdotes”.

TEXTO – Fernando Serrano

La archidiócesis de Valencia ha planteado un programa que ha llamado Proceso de reencuentro sacerdotal. Se trata de una acción que comenzó en septiembre y finalizará en mayo de este año 2018. A lo largo de estos meses se llevan a cabo retiros, conferencias y seminarios que buscan tratar la identidad sacerdotal, la evangelización y la adoración.

Este proyecto formativo tiene tres pasos. El obispo auxiliar de Valencia, Mons. Javier Salinas, ha explicado en una entrevista a Palabra que, “en el primer paso se pasa revista a todos los elementos que forman parte de la vida de una parroquia. Desde el aspecto más de la persona del sacerdote, hasta las acciones de cómo acoger a los que vienen a la parroquia, la catequesis, la colaboración de los laicos”.

El segundo paso se refiere a la organización de la parroquia y la diócesis y el objetivo final es ver cómo afrontar el futuro. “Espero que después de todo este camino por lo menos lleguemos a unos puntos fundamentales que nos permitan en un futuro afrontar, si es necesario, el repensar de cómo tenemos que ofrecer el Evangelio a los demás con los medios que tenemos”, dice el obispo auxiliar.

Reencuentro sacerdotal como comunión

Esta iniciativa, impulsada por el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, tiene como objetivo “conseguir un diálogo sincero entre los sacerdotes” de cara a la celebración de una Asamblea sacerdotal en otoño de 2018. El Proceso de Reencuentro Sacerdotal nace a partir de la necesidad de hablar y poner en común los problemas de los presbíteros que se plantearon en el Consejo del Presbiterio. De esta forma, estos encuentros se plantean como un reencuentro de cada sacerdote consigo mismo, con el Señor y con su ministerio, también un reencuentro con los demás sacerdotes y con los obispos.

“Para conseguirlo”, explican los profesores de la Facultad de Teología, José Vidal y Santiago Pons, “se quiere iniciar un diálogo que plantee con claridad los problemas y diferencias que vemos en nuestra vida sacerdotal y pastoral, que nos permita hablar sobre los procesos para conseguir la conversión de nuestras parroquias en parroquias evangelizadoras y misioneras, y que nos ayude a descubrir cómo compartir responsabilidades en las diócesis y las parroquias”.

“Se llama reencuentro porque es una forma de reconocer que, a veces, en el camino algunos de los sacerdotes se han desenganchado de la relación, se han aislado. Y se trata de buscar caminos para vivir la comunión sacerdotal”: de esta forma explica el obispo auxiliar de Valencia, Mons. Javier Salinas, la acción de formación que se está llevando a cabo en la archidiócesis de Valencia.

La intención de este proyecto formativo es apoyar a los sacerdotes en las dificultades que encuentran en su labor pastoral. “La sensación del sacerdote en algunas ocasiones es de estar ofreciendo algo a alguien que no tiene interés por ello, de estar haciendo un servicio religioso que después no arraiga en una continuidad de vida”, explica Mons. Salinas. Esta sensación lleva a que el sacerdote caiga o pueda caer en el desanimo al ver que su trabajo no se desarrolla como debería. “En el Consejo episcopal hemos percibido eso y queremos dar un nuevo impulso a los sacerdotes”, recalca. “Vemos un cierto cansancio, un poco no saber qué hacer. Nosotros (el consejo episcopal) salimos al paso ofreciendo este reencuentro”. Intervienen no solamente los obispos de la archidiócesis, sino también la Facultad de Teología con una serie de iniciativas para la formación permanente del clero. “Entonces, desde esa perspectiva, vemos que hay que llegar a otra forma de afrontar esta cuestión. Hay que tocar más el corazón en la vida de los sacerdotes y de ese diálogo es donde surge la iniciativa”.

En relación a la formación que se lleva a cabo en este proyecto, Mons. Salinas resalta la importancia de la escucha personal: “Todas las charlas, todas las aportaciones, tocan ese punto fundamental que apela a la escucha personal del sacerdote. Ante las dificultades que vivimos tenemos dos actitudes: el derrotismo, o la de una oportunidad para ofrecer una nueva respuesta. Pero para eso se necesita la aportación personal”.

Formación periódica

El Proceso de Reencuentro Sacerdotal es otra manera de que los sacerdotes participen de la formación. Para ser sacerdote hay que formarse y estudiar, como en cualquier profesión. Pero esa formación no se queda en el seminario, sino que todos los años, de forma periódica y sistemática, el presbítero recibe clases, charlas o seminarios para poder desarrollar su labor pastoral en las parroquias.

“Todas las diócesis procuran que sus sacerdotes tengan la atención espiritual y la formación permanente de tipo académico cuidada. La diócesis ofrece recursos y medios para que esa formación pueda darse”, destaca el director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero, Juan Carlos Mateos, en conversación con Palabra. En cada región se llevan a cabo de diferentes maneras. “Cada diócesis tiene un plan, quizá más modesto, de formación. Existen jornadas de formación académica de varios días. Otras que aglutinan formación y convivencia. Hay diócesis que celebran una jornada al mes. Hay otras que las hacen por vicarías”.

Tampoco todas las diócesis las organizan de la misma forma. “Algunas tienen acciones específicas para los sacerdotes más jóvenes y otras para los que llevan más tiempo. En otros lugares lo hacen sin diferenciar”, resalta Mateos. Es importante que “la formación sea sistemática, en el sentido de que el tema que se aborde se haga en una visión de conjunto y en la totalidad y en un plazo de varios años”.

La atención a los sacerdotes gira e muchos casos en torno a los acontecimientos de la vida diocesana. “Muchas diócesis lo que hacen es aprovechar el plan pastoral que se aprueba como modo de evangelización y ponen la formación permanente en esa clave”, explica Mateos, “ lo articulan en torno a fiestas litúrgicas, beatificaciones o canonizaciones… Esto es así para poder vivir bien el evento que se está produciendo. Habitualmente se adelanta para poder ver durante el año académico un tema determinado”.

Proyectos de evangelización

El director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero destaca que este año muchas diócesis se están centrando en la pastoral juvenil con motivo del próximo Sínodo de los jóvenes. “Aprovechando que va a tener lugar esa cita, formarán a sus sacerdotes para tener una mejor experiencia y provecho de ese evento”. “La Iglesia está muy preocupada de que el Evangelio pueda llegar al corazón de los jóvenes”, explica Mora, y resalta que las parroquias están cuidando la atención a los jóvenes, tanto a los que participan en las actividades como a los que no lo hacen.
Del mismo modo resalta la necesidad de que las parroquias tengan ese cariz evangelizador para poder llegar a todo el mundo. “No sirve la pastoral de mantenimiento, de culto. Lo que hace falta es evangelizar y formar a cristianos maduros y que puedan llegar a la plenitud”.

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