Los obispos españoles reunidos en una plenaria extraordinaria, la quinta de su historia, han aprobado tres documentos: el Plan de Reparación Integral a menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de abusos sexuales, las líneas de trabajo que incluyen este plan de reparación así como los criterios orientadores para la reparación integral para las víctimas de abusos sexuales a menores de edad o adultos equiparados en derecho.
En la conclusión de esta Asamblea plenaria extraordinaria, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello ha destacado que este plan de Reparación Integral se centra especialmente en aquellos casos que “tienen las puertas cerradas” debido a la prescripción civil del caso, muerte del victimario u otras situaciones.
“Este plan de reparación quiere ser subsidiario. Cuando se han acabado vías jurídicas, civiles, penales, canónicas o las posibles vías de reparación han acabado, la Iglesia mantiene las puertas abiertas para escuchar a cualquier víctima”, ha subrayado el presidente de los obispos españoles.
Además de los documentos, los obispos han aprobado la constitución de una comisión asesora, conformada por personas de diversos ámbitos entre los que se cuentan la Iglesia, la psicología o personas cercanas a asociaciones de víctimas. Esta comisión se dotará de su propio reglamento para saber cómo actuar.
En la rueda de prensa que ha ofrecido Argüello junto al presidente de CONFER, Jesús M. Díaz Sariego, el presidente de los obispos españoles ha pedido a las administraciones públicas y a la sociedad un respeto a las reglas de funcionamiento de la Iglesia y ha explicado que “no es un decreto-ley, que obliga sino que, en la Iglesia nos dotamos de criterio de comunión para que, aquellas personas que decidan que tienen derecho a esta reparación puedan acudir a una diócesis, o a una comisión asesora para abordar el camino de reparación”.
La Iglesia, ha afirmado Luis Argüello, “tiene siempre la puerta abierta, […] sé que nada puede sanar por sí mismo el dolor que sufren tantas de las víctimas de abusos pero expresamos nuestro compromiso decidido de seguir adelante en este camino de reparación y de colaboración con la fiscalía y las fuerzas del estado cuando se produzcan estos delitos”.
Este plan prevé que siempre, en el hipotético caso de que una víctima no encuentra acogida en una instancia de la Iglesia, diócesis o congregación, pueda acudir a «otra puerta» para seguir su camino de reparación.
Reparación integral
Este plan de reparación abordará el proceso desde diversos ámbitos y nace, en gran medida, de la escucha realizada desde diversos ámbitos de la Iglesia a víctimas de abuso en los últimos años.
El presidente de los obispos ha querido señalar que “una reparación integral pide tiempo, personas e indemnización económica. Hay dinero, pero también tiempo y personas. La Iglesia responde con los recursos de su comunión de vida y su comunión de bienes a lo que tenga que abordar”.
Esto significa que, además de la labor de acompañamiento, prevención y formación que ya se viene realizando, la Iglesia habrá de asumir posibles indemnizaciones económicas para las víctimas de abusos.
También en la rueda de prensa posterior, el presidente de la CEE ha explicado que él “no es el jefe de los obispos” y que lo que ha sido aprobado en esta asamblea extraordinaria no puede ser obligado a cumplirla pero ha destacado que, el hecho de que haya sido aprobado de forma prácticamente unánime por los obispos, da a entender el compromiso de la Iglesia española en este caso.
Un plan que nace del compromiso, no de la obligación
En relación a la calificación de unilateralidad, que poco antes un miembro del Gobierno de España ponía en este plan de reparación, el presidente de los obispos de España ha querido destacar que “claro que es unilateral. Es nuestra toma de decisión, que responde a una obligación moral, no jurídica, por propia iniciativa”. Argüello ha dado la vuelta a este reproche del gobierno señalando que es para ellos “un reconocimiento porque cuando se cierra la vía jurídica, tiene que abrirse una puerta que no es jurídica”.
Tanto Argüello como Díaz Sariego han destacado la voluntad de la Iglesia de trabajar conjuntamente con otras instancias sociales y gubernamentales en la lucha contra los abusos.
Un trabajo de años
“El trabajo de reparación de la Iglesia no empieza ni concluye hoy”, ha querido subrayar Mons. Argüello. En este sentido, tanto el presidente de los obispos, junto al de la Conferencia española de Religiosos, han recordado el camino que la Iglesia tomó “hace más de 20 años cuando empezaron a conocerse estos casos de personas abusadas por miembros de nuestras comunidades” y, especialmente, en los últimos 6 años.