La tensión y la intolerancia religiosa crecen en algunos países. El 16 de agosto de 2023 varias iglesias, hogares y un cementerio cristiano fueron atacados por una multitud en Pakistán. Por otro lado, el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua disolvió a finales de mes la orden de los jesuitas tras confiscar todos los bienes de la universidad y de la residencia que la congregación tenía en el país. Estos incidentes son solo una muestra de las amenazas que sufren miles de cristianos en distintos países de todo el mundo.
En el caso de Nicaragua, la Iglesia sufre persecución desde hace años. En 2022 tuvo lugar uno de los momentos de mayor tensión cuando el gobierno encarceló a monseñor Rolando Álvarez. El obispo sigue en prisión tras haber rechazado las oportunidades de destierro, por considerar que los fieles del país necesitan que siga con ellos. El prelado está acusado de traición y, en gran medida, se desconocen las condiciones en las que vive su cautiverio.
El comunicado oficial de los jesuitas en Nicaragua
Tras la mencionada disolución de la orden de los jesuitas, la Provincia de Centroamérica de la Compañía de Jesús publicó un comunicado condenando la agresión y señalando que la represión que están sufriendo se considera crimen de lesa humanidad. Por otro lado, los jesuitas señalan que los actos del gobierno de Ortega se encaminan “al pleno establecimiento de un régimen totalitario”.
El comunicado pide el fin de la represión y la búsqueda de soluciones que respeten la libertad de las personas. También muestra su cercanía con las víctimas de la dictadura y agradece “las innumerables muestras de reconocimiento, apoyo y solidaridad».
La persecución en Pakistán
Al mismo tiempo, en Pakistán también se está viviendo una intensa persecución religiosa. Las leyes del país en contra de las blasfemias se aplican con mucha frecuencia a grupos religiosos minoritarios.
Según los datos que ofrece la organización evangélica “Puertas Abiertas”, el nivel de violencia que viven los cristianos en Pakistán es extremo. Además, “son considerados ciudadanos de segunda clase y sufren discriminación en todos los aspectos de la vida”.
Los ataques hacia comunidades cristianas, que se encuentran mayoritariamente en las provincias de Punjab y Sindh, incluyen palizas, secuestros, torturas, matrimonios forzosos o violencia sexual. A pesar de las agresiones, las víctimas dicen que no hay una autoridad que vele por sus derechos y que la situación de inseguridad es muy alta.
El arzobispo de Lahore, Sebastian Shaw, visitó las comunidades atacadas el pasado 16 de agosto. Con él fueron varios líderes musulmanes que quisieron mostrar su apoyo y cercanía a las víctimas. Monseñor Shaw animó a los cristianos a llevarse consuelo los unos a los otros, haciéndose “testigos del amor de Jesús”.
Los ataques en Nigeria
Nigeria es el sexto país en el que se sufre más persecución religiosa, según los datos de “Puertas Abiertas”. A pesar de los ataques, casi la mitad de la población es cristiana. La mayoría de cristianos viven en el sur del país, mientras que el norte es, en gran parte, musulmán.
Diversos grupos violentos hacen incursiones a poblados de comunidades cristianas, allí realizan ataques y confiscan las tierras de los habitantes. Esto ha provocado que haya miles de desplazados internos en Nigeria que huyen de los asesinatos, secuestros, torturas y de la marginación.
Los datos sobre la falta de libertad religiosa
Para obtener una visión general de la situación actual, “Ayuda a la Iglesia necesitada” publicó en su informe anual de 2023 los datos sobre las violaciones de la libertad religiosa. Tras el análisis, se confirma que de los 196 países que hay en el mundo, la libertad religiosa se viola en 61. De ellos, en 28 países hay persecución, mientras que en 33 hay discriminación.
Las diferencias entre estos dos tipos de ataques a la libertad religiosa también se explican en el informe. Entre las características de la persecución están los delitos de odio y violencia, o la aprobación de leyes que afectan directa y negativamente a grupos religiosos. Por otro lado, la discriminación supone conductas como las limitaciones a la libertad de expresión, la prohibición de llevar ciertos símbolos religiosos o las dificultades en el acceso al empleo o a la vivienda.
Entre los atacantes de la libertad religiosa hay tres grupos mayoritarios: los nacionalismos etnoreligiosos, el extremismo islamista y los gobiernos autoritarios. La mayor concentración de ataques en el mundo se da en África, que en el informe anual de “Ayuda a la Iglesia Necesitada” se señala como “el continente más violento por la expansión del yihadismo”.