Vaticano

“Perdonar es condición fundamental para el cristiano”, subraya Francisco

El Papa ha manifestado este domingo en el rezo del Ángelus, al meditar la pregunta de san Pedro a Jesús sobre cuántas veces hemos de perdonar, que “Dios perdona de forma incalculable”, y “perdonar es una condición fundamental para quien es cristiano, no es una buena acción que se pueda hacer o no”. El Santo Padre ha pedido oraciones por Ucrania y su cercano viaje a Marsella.

Francisco Otamendi·17 de septiembre de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
perdonar

El papa Francisco ha comentado esta mañana, en el rezo de la oración mariana del Ángelus, la parábola del Evangelio en la que un rey perdonó una fuerte suma a un siervo, y luego éste no lo hizo con una persona que le debía una cantidad más pequeña.

San Pedro pregunta a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?”, recoge san Mateo. Y “el mensaje de Jesús es claro: Dios perdona de forma incalculable, excediendo cualquier medida. Él es así, actúa por amor y por gratuidad. Nosotros no podemos repagarlo pero, cuando perdonamos al hermano o a la hermana, lo imitamos”. 

“Perdonar no es por tanto una buena acción que se puede hacer o no: es una condición fundamental para quien es cristiano”, ha manifestado el Romano Pontífice. “Cada uno de nosotros, de hecho, es un “perdonado” o una “perdonada”: Dios ha dado la vida por nosotros y de ninguna forma podremos compensar su misericordia, que Él no retira nunca del corazón”. 

“Pero correspondiendo a su gratuidad, es decir perdonándonos unos a otros, podemos testimoniarlo, sembrando vida nueva en torno a nosotros”, ha subrayado Francisco.

“Fuera del perdón, no hay paz”

El Papa ha proseguido definiendo el perdón: “Fuera del perdón, de hecho, no hay esperanza; fuera del perdón no hay paz. El perdón es el oxígeno que purifica el aire contaminado por el odio, es el antídoto que cura los venenos del rencor, es el camino para calmar la rabia y sanar tantas enfermedades del corazón que contaminan la sociedad”.

Hay que “perdonar ¡todo y siempre! Precisamente como hace Dios con nosotros, y como está llamado a hacer quien administra el perdón de Dios: perdonar siempre”, ha añadido el Santo Padre, comentando que así lo transmite a los sacerdotes y confesores.

Con palabras que ha reiterado en las catequesis de los miércoles, y en anteriores Ángelus, el Papa ha señalado: “Este es el corazón de Dios, porque Dios es cercano y compasivo”. Preguntémonos, entonces: ¿yo creo que he recibido de Dios el don de un perdón inmenso?  ¿Advierto la alegría de saber que Él siempre está preparado para perdonarme cuando caigo, también cuando los otros no lo hacen, también cuando ni siquiera yo logro perdonarme a mí mismo? Y ¿sé perdonar a su vez a quien me ha hecho daño?”

“Pensar en una persona que nos ha herido”

El Papa ha propuesto al concluir “un pequeño ejercicio: intentemos, ahora, cada uno de nosotros, pensar en una persona que nos ha herido, y pidamos al Señor la fuerza para perdonarla. Y perdonémosla por amor del Señor: nos hará bien, nos devolverá la paz en el corazón. María, Madre de Misericordia, nos ayude a acoger la gracia de Dios y a perdonarnos los unos a los otros”.

‘Encuentros del Mediterráneo’

Tras el rezo del Ángelus, Francisco ha informado que el próximo viernes “viajaré a Marsella para participar en la conclusión de los ‘‘Encuentros del Mediterráneo’, una hermosa iniciativa que tiene lugar en las principales ciudades mediterráneas, reuniendo a líderes eclesiásticos y civiles para promover vías de paz, colaboración e integración en torno al ‘mare nostrum’, con especial atención al fenómeno migratorio”.

“Representa un reto nada fácil, como vemos también en las crónicas de estos días, pero que hay que afrontar juntos”, ha señalado el Papa, “ya que es esencial para el futuro de todos, que sólo será próspero si se construye sobre la fraternidad, poniendo en primer lugar la dignidad humana, a las personas concretas, especialmente a las más necesitadas”.

El Santo Padre ha solicitado oraciones para este encuentro, y ha agradecido a las autoridades civiles y religiosas que trabajan para preparar el encuentro de Marsella, “llamada a ser un puerto de esperanza”, y ha saludado a todos, “en espera de encontrarme con tantos hermanos y hermanas”.

Oración por Ucrania, por la paz

Finalmente, Francisco ha saludado a los romanos y peregrinos de Italia, y de diversos países, en especial a los representantes de algunas parroquias de Miami; a la Banda de Gaitas del Batallón de San Patricio, y a las religiosas misioneras del Santísimo Redentor de la Iglesia  greco católica ucraniana, entre otros colectivos.

“Sigamos rezando por el martirizado pueblo ucraniano, y por la paz en todas las tierras  ensangrentadas por la guerra”, ha concluido el Papa antes de dar la Bendición.

El autorFrancisco Otamendi

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