Cultura

La Penitenciaría Apostólica, el “Tribunal de la misericordia” vaticano

La Penitenciaría Apostólica, descrito por el Papa Francisco como "el tribunal dela Misericordia", es el Supremo tribunal de la Iglesia Católica y se ocupa de conceder al penitente el perdón en casos particulares.

Hernan Sergio Mora·25 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
penitenciaria

Footo: Tomo que se conserva en el archivo de la Penitenciaría ©Penitenciaría Apostólica

El perdón de los pecados, la misericordia, está en el centro del mensaje que Jesús da en el Evangelio, como la capacidad de perdonarlos. Entonces, -podría uno preguntarse- cuando se comete un pecado, ¿no es suficiente la absolución dada por un sacerdote?, ¿para qué sirve la Penitenciaría Apostólica? 

La Penitenciaría Apostólica es el Supremo tribunal de la Iglesia Católica y se ocupa de conceder al penitente el perdón en casos particulares, o sea a quien se arrepiente. Al Papa Francisco le gusta definirlo como “tribunal de la misericordia”.

No hay que olvidar que es Dios quien perdona y a través del sacramento de la reconciliación el penitente tiene la seguridad de que fue absuelto. Entretanto hay casos particularmente graves en que el Sacramento de la Reconciliación no es suficiente.

Hablamos de casos extremos, por ejemplo de sacrilegios: misas negras, profanación de la sagrada eucaristía, cuando existe violación del secreto de confesión; en el caso un sacerdote suspendido a divinis porque adhirió a un movimiento o a un culto distante de la Iglesia; o de una persona que renegó a su fe católica y pide ser readmitida.

El papa Francisco, el 21 de septiembre de 2013 nombró como Penitenciario Mayor de esta milenaria institución, al cardenal Mauro Piacenza y su sede en Roma se encuentra en un edificio que se remonta a finales del siglo XV, en Piazza della Cancelleria, a dos pasos de “Campo de’ Fiori”.

La tarea de la Penitenciaría Apostólica

El cardenal Piacenza, entrevistado por Omnes sobre este tribunal de la Iglesia recordó que “la Penitenciaría es para los pecadores -y todos nosotros lo somos- la regeneración”, y consideró que se puede tener una imagen significativa de esta institución “mirando las representación del Sagrado Corazón de Jesús con los brazos abiertos y con la frase: ‘Vengan a mi todos ustedes que están agobiados y cansados’”.

La Penitenciaría apostólica estudia los casos difíciles buscando una salida, pudiendo dar dispensas e indulgencias reservadas al Pontífice, o en los llamados casos de foro interno (de conciencia), pudiendo conceder absolución, dispensas, etc. 

También existe la dispensa de votos o exclaustración solicitada por una monja, o el pedido de abandonar un instituto de Derecho pontificio, entre otras muchas situaciones.

Sin olvidar las acciones de “censura”, o sea excomunión, interdicción, suspensión a divinis y en algunos casos muy graves incluso la dimisión del estado clerical.

La Penitenciaria debe proveer también a que en las cuatro basílicas papales de Roma (San Pietro, San Giovanni in Laterano, San Paolo, y Santa María Maggiore) haya un número suficiente de penitenciarios con las debidas facultades, así como de la concesión de indulgencias. 

El cardenal Piacenza, a cargo del máximo tribunal de los tres existentes en la Iglesia, explicó a Omnes, la suma importancia de esta institución, porque “la misión de la Iglesia en el mundo es la prolongación de la misión misma de Jesús: cuando Juan el Bautista ve a Jesús a orillas del Jordán, lo indica así a aquella multitud: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado de el mundo’. ¿Qué otra misión podría tener la Iglesia? Pues bien, la Penitenciaría Apostólica está al servicio total de este mandato. ¿Algo podría ser más importante que esto?”.

Mons. Piacenza añade que la relación entre la penitencia y la misericordia “no podría ser más estrecha”. Porque “la persona verdaderamente arrepentida tiene derecho a aquella misericordia que el Señor misericordioso hace descender sobre ella, ordinariamente como rocío regenerador por medio del sacramento de la Reconciliación”.

Y concluye el purpurado, señalando que “la Penitenciaría es el custodio de los más íntimos secretos del alma humana, por eso aquí todo es bienvenido, escucha, consuelo, comprensión, discreción, silencio, aliento y luego celebración interior, alegría interior. Una realidad que se respira en los papeles de la Penitenciaría Apostólica es la realidad de la comunión de los santos”.

Ubicación compartida y competencias

En el mismo “Palazzo della Cancelleria” se encuentran la Signatura Apostólica, máximo tribunal sobre Derecho Canónico, y la Rota Romana, tribunal de casación de delitos varios, sobre jurisprudencia, y también conocido en casos de apelo en nulidad matrimonial (equivocadamente llamados divorcio). 

Los casos de abusos sexuales con menores de clérigos o personas relacionadas con la Iglesia, en cambio, van directamente al ex Santo Oficio, hoy llamado Dicasterio para la Doctrina de la Fe, de manera que las ‘manzanas malas’ sean alejadas y castigadas lo más rápido posible. 

Las competencias de la Penitenciaría están establecidas en los artículos 190-193 de la Constitución apostólica Praedicate evangelium del Papa Francisco (2022)

El autorHernan Sergio Mora

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica