Son una de las “patas” de la Fundación CARF y, gracias a ellas, porque su realidad es femenina por goleada, son cientos los jóvenes sacerdotes que, además de recibir una beca para su formación teológica y filosófica, cuentan con una ayuda como es la mochila de vasos sagrados y, sobre todo, la oración de todas ellas.
Es bien conocida la labor de la Fundación CARF en el fomento e impulso de las vocaciones sacerdotales, en concreto, su apoyo a la formación de seminaristas, sacerdotes o religiosos para estudiar en Roma o Pamplona.
Unido al trabajo propio de la Fundación CARF está el Patronato de Acción Social de CARF: un grupo de personas que, durante todo el año, trabaja para conseguir fondos con los que costear las becas de seminaristas y temas más “materiales” como la preparación de las ya conocidas «mochilas o maletines de vasos sagrados» en los que transportan todo lo necesario para impartir los sacramentos: eucaristía, unción de enfermos o confesión, de manera digna y en cualquier punto remoto de la tierra.
Los orígenes del Patronato
Dos mujeres: Rosana Diez Canseco y Carmen Ortega, son las presidentas de este patronato que, sobre todo “canaliza el voluntariado de la fundación CARF”, apunta Ortega. El Patronato de Acción Social de CARF nació casi al mismo tiempo que la propia fundación.
Algunas de las primeras personas que comenzaron, entonces, a ayudar a la formación de los sacerdotes a través de la Fundación CARF, pusieron en marcha diversas iniciativas para lograr otros ingresos para las becas. “Comenzó de manera muy pequeña”, apunta Carmen Ortega que continúa, “más tarde, se fue uniendo más gente y, en la actualidad, tenemos un grupo estable de unas 30 personas”.
¿Qué hace el Patronato de Acción Social de CARF?
Fundamentalmente, el voluntariado que canaliza se centra en unos grupos de actividades que, a lo largo del curso, preparan tanto el Mercadillo solidario como los elementos textiles necesarios de la mochila de vasos sagrados.
“Hay un grupo encargado de confeccionar los lienzos sagrados y las albas de las mochilas de los sacerdotes”, explica Carmen Ortega, “estas mochilas se entregan a los alumnos becados de último curso, antes de que regresen a sus países y son, además de costosas, personalizadas: las albas que contienen se hacen a medida por este grupo de costura, para que le queden bien y vayan dignos. Lo agradecen muchísimo y nos escriben siempre, al volver a sus países, contándonos lo que les ayuda esta mochila en su tarea”.
El Mercadillo solidario
Además de esto, el Mercadillo solidario ocupa otro de los grandes momentos del Patronato. Para este mercadillo, otro grupo de voluntarias confecciona ropa de punto de bebé mientras que otro recoge donaciones de muebles, objetos de decoración, etc. los clasifican, les ponen precio y los almacenan hasta el Mercadillo.
El último grupo de voluntarias es el encargado de restaurar y dar nueva vida a algunos de estos muebles que “con imaginación, una pintura bonita y restauraciones pequeñas tienen mucho éxito entre los jóvenes”.
El Mercadillo anual se desarrolla durante varios días y recauda fondos destinados a la formación de seminaristas, sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de todo el mundo. Este año, el mercadillo será en los salones de la parroquia de san Luis de los Franceses de Madrid del 17 al 21 de noviembre en horario de 11:00 a 21:00 horas.
Sobre todo, el Patronato reza por las vocaciones sacerdotales y apoya su promoción y formación. “Rezar y ayudar a los sacerdotes motiva a muchas personas”, apunta Carmen Ortega, “además ellos también rezan por nosotros, por lo que, en realidad, salimos ganando”.