Un intenso llamamiento del Papa Francisco a la oración y el ayuno por Tierra Santa, y las peticiones de que los secuestrados sean liberados, la guerra no afecte a los civiles, y se abran corredores humanitarios en Gaza, han sido mensajes principales en el Ángelus de este domingo 15 de octubre en San Pedro, memoria de Santa Teresa de Jesús.
“La oración es la fuerza santa para oponerse al terrrorismo y a la guerra. Invito a todos los creyentes a unirse a la Iglesia en Tierra Santa el martes 17 de octubre, a la oración y al ayuno”, ha añadido el Papa, que ha rezado en ese momento con detenimiento un Avemaría a la Virgen.
Antes, había revelado que que “sigo con mucho dolor cuanto sucede en Israel y Palestina, pienso especialmente en los pequeños y en los ancianos. Hermanos y hermanas, han muerto ya muchísimas personas. Por favor, que no se derrame más sangre inocente ni en Tierra Santa ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar. Las guerras son siempre un fracaso”.
El Pontífice se ha hecho eco así de la petición del patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, que ha invitado a los cristianos a unirse a una jornada de oración y ayuno por la paz en Tierra Santa, a la que se están uniendo los obispos de todo el mundo, como los prelados españoles.
“Hacer un espacio a Dios”
Antes del Ángelus, el Papa ha meditado sobre la parábola evangélica que relata san Mateo, sobre el Rey que celebraba la boda de su hijo, y mandó criados para avisar a los invitados a la boda, pero éstos no quisieron ir. Entonces salieron a los caminos a invitar a todos los que encontraran, y la sala se llenó de comensales.
El Papa ha señalado que “Dios nos llama a estar con él”, no con una relación de sometimiento, “sino de paternidad y de filiación”. Y ha citado la conocida expresión de San Agustín: “Dios, que te creó sin ti, no puede salvarte sin ti» (Sermo CLXIX, 13). Y ciertamente no porque no tenga capacidad -¡es omnipotente! – sino porque, siendo amor, respeta al máximo nuestra libertad. Dios se propone, no se impone, nunca”.
Luego, el Santo Padre ha manifestado con cierta solemnidad: “el drama de la historia es el no a Dios”, Los invitados estaban ocupados en sus cosas. Jesús nos invita a hacer un espacio a Dios. “Vale la pena, porque es bueno estar con el Señor, hacerle un espacio. ¿Dónde? En la Misa, en la escucha de la Palabra, en la oración y también en la caridad, porque ayudando a quien es débil o pobre, haciendo compañía a quien está solo, escuchando a quien pide atención, consolando a quien sufre, se está con el Señor, que está presente en quien padece necesidades”.
“Preguntémonos”, ha proseguido Francisco, ¿cómo respondo yo a las invitaciones de Dios? ¿Qué espacio le doy en mis jornadas? ¿La calidad de mi vida depende de mis negocios y de mi tiempo libre, o más bien de mi amor al Señor y a mis hermanos, especialmente a los más necesitados?”
“Que María, que con un “sí” hizo espacio a Dios, nos ayude a no ser sordos a sus invitaciones”, ha concluido el Papa antes de rezar el Ángelus y dar la bendición.
Teresa del Niño Jesús: gran santa y doctora de la Iglesia
Todos los últimos Papas han ensalzado la figura de santa Teresa del Niño Jesús, llamada también de Lisieux (Francia). Este domingo 15 de octubre, memoria de santa Teresa de Ávila, lo ha hecho de nuevo el Papa Francisco que, como ha recordado, dedicó ya a santa Teresita una catequesis en el ciclo sobre la pasión por evangelizar.
“Hoy se ha publicado la Exhortacion apostólica sobre santa Teresita, titulada C’est la confiance. En efecto, esta gran santa y doctora de la Iglesia se caracteriza por su amor y confianza junto al corazón de Jesús y de su Evangelio”, ha señalado el Papa a los peregrinos romanos y fieles de todo el mundo antes de concluir.
“C’est la confiance et rien que la confiance qui doit nous conduire à l’Amour”. “La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al Amor”. escribe el Papa al comenzar la exhortación. Es la idea primera y central de su texto de 53 puntos sobre Santa Teresa del Niño Jesús, carmelita descalza, patrona de las misiones, doctora de la Iglesia, como la santa de Ávila, y “una de las santas más conocidas y queridas en todo el mundo”, escribe el Papa.
“Estas palabras tan contundentes de santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz lo dicen todo”, añade el Romano Pontífice, “resumen la genialidad de su espiritualidad y bastarían para justificar que se la haya declarado doctora de la Iglesia. Sólo la confianza, nada más, no hay otro camino por donde podamos ser conducidos al Amor que todo lo da. Con la confianza, el manantial de la gracia desborda en nuestras vidas, el Evangelio se hace carne en nosotros y nos convierte en canales de misericordia para los hermanos”.
“Nos hará bien profundizar en su mensaje al conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento, que tuvo lugar en Alençon el 2 de enero de 1873, y el centenario de su beatificación. Pero no he querido hacer pública esta Exhortación en alguna de esas fechas, o el día de su memoria·”, añade Francisco, “para que este mensaje vaya más allá de esa celebración y sea asumido como parte del tesoro espiritual de la Iglesia. La fecha de esta publicación, memoria de santa Teresa de Jesús, quiere presentar a santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz como fruto maduro de la reforma del Carmelo y de la espiritualidad de la gran santa española”.
El Santo Padre recuerda también que “la Iglesia reconoció rápidamente el valor extraordinario de su figura y la originalidad de su espiritualidad evangélica”; cita algunas ocasiones en que los últimos Papas se han ocupado de esta santa francesa del Carmelo, y evoca que “tuve la alegría de canonizar a sus padres Luis y Celia en el año 2015, durante el Sínodo sobre la familia, y recientemente le dediqué una catequesis en el ciclo sobre el celo apostólico”.
Crisis del Cáucaso
El Papa se ha referido asimismo en el Ángelus a que “no disminuye mi preocupación por la crisis de Nagorno-Karabaj”, en el Cáucaso, y ha efectuado un “llamamiento en favor de la protección de los monasterios de esa región”, que “sean respetados y tutelados como parte de la cultura local, como expresión de fe”.
El Santo Padre ha manifestado también su “cercanía a la comunidad judía de Roma”, que mañana recordará el momento en que los nazis se los llevaban de sus casas, y ha elogiado la tarea de más 400 jóvenes misioneros de Nuevos Horizontes, y de otras asociaciones y comunidades, que desde ayer están comprometidos en una misión por las calles en Roma.