Vaticano

El Papa recuerda a los mártires en el día de san Esteban

Hoy, 26 de diciembre, se celebra el día de san Esteban, el primer mártir. El Papa Francisco ha reflexionado sobre su figura en el Ángelus, rezado en la Plaza de San Pedro.

Loreto Rios·26 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

"Martirio de san Esteban", Correa de Vivar, cuadro del siglo XVI.

El Papa ha recordado en el Ángelus que el relato del martirio de san Esteban está narrado en los Hechos de los Apóstoles, en los capítulos 6-7. En este libro de la Biblia, el santo aparece descrito “como un hombre de buena reputación, que servía en los comedores y administraba la caridad. Precisamente por esta integridad generosa, no puede dejar de dar testimonio de lo que le es más preciado: su fe en Jesús”.

Esta fe es la que lleva a sus oponentes a apedrearlo hasta morir. “Todo sucede ante un joven, Saulo, celoso perseguidor de los cristianos, que actúa como ‘garante’ de la ejecución”, afirma el Papa. A continuación, el Santo Padre ha reflexionado brevemente sobre esta situación: “Pensemos un momento en esta escena: Saulo y Esteban, el perseguidor y el perseguido. Entre ellos parece haber un muro impenetrable (…). Sin embargo, más allá de las apariencias, hay algo más fuerte que los une: a través del testimonio de Esteban, de hecho, el Señor ya está preparando en el corazón de Saulo, sin que él lo sepa, la conversión que lo llevará a ser el gran apóstol Pablo”.

Por tanto, a pesar de que Esteban muere, su vida da fruto: “Su servicio, su oración y la fe que proclama, especialmente su perdón a punto de morir, no son en vano”.

Los mártires hoy en día

A continuación, el Papa ha establecido un paralelismo entre lo que ocurrió entonces y lo que ocurre todavía hoy en muchos lugares del mundo: “Hoy, dos mil años después, vemos tristemente que la persecución continúa: sigue habiendo -y son muchos- quienes sufren y mueren por dar testimonio de Jesús, como también hay quienes son penalizados a diversos niveles por comportarse de forma coherente con el Evangelio, y quienes luchan cada día por mantenerse fieles, sin aspavientos, a sus buenos deberes, mientras el mundo se ríe de ellos y predica otra cosa”.

El Papa ha lanzado unas reflexiones sobre este tema: “¿Me intereso y rezo por quienes, en diversas partes del mundo, siguen sufriendo y muriendo por la fe? ¿Intento dar testimonio del Evangelio con coherencia, mansedumbre y confianza? ¿Creo que la semilla del bien dará fruto aunque no vea resultados inmediatos?

Para concluir, Francisco ha pedido la intercesión de María, Reina de los mártires, para que nos ayude a dar testimonio de Jesús.

Después del Ángelus

Al finalizar la oración del Ángelus, el Papa ha recordado a todas las personas y pueblos que sufren discriminación “y luchan por su fe”. También ha recordado a los pueblos que sufren la guerra, en especial Gaza, Siria y Ucrania.

Además, Francisco ha saludado a todos los fieles presentes en la plaza y les ha invitado a detenerse frente al Nacimiento que hay en el Vaticano. “Los invito a dejarse llevar por este estupor que se convierte en adoración”, ha indicado Francisco. Para finalizar, ha recordado que “no se olviden de rezar por mí”.

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