El Papa Francisco ha mantenido hoy su habitual audiencia de los miércoles en la que ha continuado con su catequesis sobre el discernimiento, poniendo especial atención en la desolación.
En su camino a los pies de la basílica, el Papa Francisco ha bendecido a algunos niños. Al comenzar la audiencia, se ha realizado la lectura de un pasaje del libro de los Salmos.
La desolación en el corazón del hombre
El Santo Padre ha destacado que es “importante leer lo que se mueve dentro de nosotros” y tener una “sana capacidad de estar en la soledad”. Sin esto, corremos el riesgo de quedarnos “en la superficie de las cosas y nunca tomar contacto con el centro de nuestra existencia”.
La desolación, ha contado el Papa, provoca “una sacudida del alma” que nos hace más humildes, lo cual es necesario para el discernimiento y el crecimiento espiritual.
La soledad y la desolación son sentimientos, que son parte de nosotros, y el Papa invita a los fieles a entenderlos, evitando la indiferencia aséptica “no es vida, es como si estuviéramos en un laboratorio”.
Por otro lado, el Pontífice ha señalado que Jesús estuvo solo en algunos momentos de su vida y acercarnos al Señor en su soledad es una manera muy hermosa de conectar con la humanidad de Cristo.
La vida espiritual
El Papa ha apuntado en la catequesis algunas observaciones sobre la vida espiritual, diciendo que esta ·no es una técnica a nuestra disposición, un programa de bienestar interior”. La vida espiritual es “la relación con el Viviente”.
Por último, los fieles han recibido un mensaje de esperanza por parte del sucesor de san Pedro: “Tú ves a Dios en la desolación”. El Papa ha afirmado que no se puede tener miedo a la desolación, allí hay que buscar el corazón de Cristo y “la respuesta siempre llega”, debemos evitar la voz del tentador que dice lo contrario.