Vaticano

Papa Francisco: “Todo empieza por la mirada de Jesús»

El Papa Francisco ha empezado hoy un nuevo ciclo de catequesis durante la audiencia general. El tema que tratará durante los próximos meses es el celo apostólico.

Paloma López Campos·11 de enero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
Papa audiencia 11 enero

El Papa durante la audiencia del 11 de enero.

El Papa Francisco ha mantenido hoy la audiencia general en el Aula Pablo VI. Tras saludar a los fieles allí congregados, ha anunciado el inicio de un nuevo ciclo de catequesis, centrado en “la pasión por la evangelización, es decir, el celo apostólico”.

Refiriéndose a este celo, el Papa ha mencionado que es “una dimensión vital para la Iglesia. La comunidad de los discípulos de Jesús, de hecho, nace apostólica, misionera”. El Santo Padre ha indicado de inmediato que la actitud misionera no es proselitista, “nada tiene que ver una cosa con la otra”, ha querido recalcar el Papa.

La necesidad de evangelizar

Francisco señala que el Espíritu Santo, desde el principio, plasma una Iglesia en salida “para que no se doble en sí misma, sino que sea extrovertida, testigo contagioso de Jesús”.

“Puede suceder” avisa el Papa, “que el ardor apostólico, el deseo de alcanzar a los otros con el buen anuncio del Evangelio, disminuya”. “Hay cristianos encerrados en sí mismos, que no piensan en los demás, pero cuando la vida cristiana pierde de vista el horizonte del anuncio se enferma”, dice Francisco.

Cuando la Iglesia pierde la pasión por la evangelización, “la fe se marchita. Sin embargo, la misión es el oxígeno de la vida cristiana, la tonifica y la purifica”. Para encender este celo apostólico, el Papa Francisco anuncia que durante este ciclo de catequesis profundizará en la Sagrada Escritura y después tomará como referencia a personas que vivieron la misión evangelizadora, “para que nos ayuden a avivar el fuego que el Espíritu Santo quiere hacer arder siempre en nosotros”.

El ejemplo de Mateo

Para empezar las catequesis, Francisco se ha fijado en primer lugar en el pasaje evangélico que describe la llamada de Mateo. “Todo empieza por Jesús”, señala el Papa. Mateo era un hombre despreciado, un traidor, un publicano. “Pero a los ojos de Jesús, Mateo es un hombre, con sus miserias y su grandeza”. El Santo Padre nos invita a caer en la cuenta de que “Jesús no se fija en adjetivos, Jesús siempre busca sustantivos”.

“Mientras entre Mateo y su gente hay distancia”, continúa, “Jesús se acerca a él, porque todo hombre es amado por Dios”. Cristo nos demuestra así que “esta mirada que ve al otro, sea quien sea, como un destinatario de amor, es el inicio de la pasión evangélica. Todo parte de esa mirada”.

El Papa nos invita a que nos preguntemos “cómo es nuestra mirada hacia los otros, cuántas veces vemos los defectos y no las necesidades”. “Jesús mira a todos con misericordia y predilección”, dice Francisco, y nosotros debemos aprender de su ejemplo.

“Todo empieza por la mirada de Jesús”, señala el Papa. Cristo, llamando a Mateo, “le pone en movimiento hacia los otros, le hace dejar una posición de supremacía para ponerlo a la par con sus hermanos y abrirle los horizontes del servicio”. Esta idea es fundamental para los cristianos pues tenemos que saber “levantarnos, ponernos en camino hacia los otros, buscar a los otros”.

Lo primero que ocurre una vez Mateo responde a la llamada de Cristo es que el publicano vuelve a su casa, acogiendo al Maestro, pero “vuelve cambiado y con Jesús. Su celo apostólico no empieza en un lugar nuevo, puro e ideal, sino ahí donde vive, con la gente que conoce”.

Anunciar, hoy, ahora

“No debemos esperar ser perfectos”, dice Francisco, “y tener hecho un largo camino detrás de Jesús para testimoniarlo. Nuestro anuncio empieza hoy, ahí donde vivimos”. Esta misión de anuncio, además, “no empieza tratando de convencer a los otros, sino testimoniando cada día la belleza del amor que nos ha mirado y nos ha levantado”.

Es esencial recordar, avisa el Papa Francisco, “de que nosotros anunciamos al Señor, no nos anunciamos a nosotros mismos”. “La Iglesia crece, no por proselitismo, crece por atracción”, repite el Santo Padre, porque quienes “hacen proselitismo no tienen corazón cristiano”.

“Este testimonio atractivo y alegre es la meta a la que nos lleva Jesús con su mirada de amor y con el movimiento de salida que su Espíritu suscita en el corazón”. Francisco concluye la audiencia pidiendo que valoremos si nuestra mirada se parece a la de Cristo.

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