Vaticano

Jesús nos muestra el «rostro del Padre», enseña el Papa

Dios no es un amo distante que nos habla desde lo alto sino un Padre lleno de amor y compasión que se hace cercano, ha subrayado el Papa este domingo. Tras el rezo del Ángelus, Francisco ha felicitado el Año Nuevo lunar que comienza el día 10, y ha rogado por la paz, la vida humana, contra la trata, y por víctimas de graves incendios en Chile.

Francisco Otamendi·4 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco saluda a las personas reunidas en la plaza de san Pedro durante el rezo del Ángelus (Foto CNS / Vatican Media)

La felicitación por el Año Nuevo lunar a millones de familias de naciones de Asia oriental y otros países, quizá una de las fiestas más importantes en China; “el valor inmenso de la vida humana”, con ocasión de la 46 Jornada por la Vida en Italia, cuyo lema es “La fuerza de la vida nos sorprende”, y la unión para “contrarrestar la trata de personas humanas”, a raíz de la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, que se celebrará el próximo 8 de febrero, han sido algunas de las peticiones formuladas por el Papa Francisco tras el Ángelus de este domingo.

Además, el Pontífice ha rezado por la paz, que es “responsabilidad de la entera familia humana”, especialmente en Ucrania, Palestina, Israel; ha saludado a los consagrados y consagradas que participan en el encuentro «Peregrinos de esperanza» en el camino hacia la paz, y ha rezado por las víctimas y afectados por los graves incendios en el centro de Chile.

Dios, Padre de misericordia

Antes del rezo de la oración del Ángelus a la Virgen María, el Papa ha centrado su breve meditación en redescubrir el verdadero rostro de Dios, el “Rostro del Padre” tal como nos lo muestra Jesús en el Evangelio, en las lecturas correspondientes.

El Evangelio de la Liturgia de hoy nos muestra a Jesús en movimiento, ha manifestado el Papa. “Efectivamente, acaba de terminar de predicar y, tras salir de la sinagoga, se dirige a casa de Simón Pedro y cura a su suegra que estaba enferma con fiebre”.

“Luego, por la tarde, sale de nuevo hacia la puerta de la ciudad, donde encuentra a muchos enfermos y endemoniados y los sana; a la mañana siguiente, se levanta muy pronto y sale para retirarse a rezar; finalmente se pone de nuevo en camino y recorre toda la Galilea”.

Tras toda una jornada en movimiento, Jesús se retira en oración, para llevar todo y a todos al corazón del Padre; y la oración le da fuerzas para volver de nuevo a los hermanos. “Este incesante caminar de Jesús nos interpela. Podemos preguntarnos: ¿hemos descubierto el Rostro de Dios como Padre de la misericordia, o más bien anunciamos y creemos en un Dios frío y distante? ¿La fe nos mueve a ponernos en camino, o es un consuelo intimista que nos deja tranquilos? ¿Rezamos solo para sentirnos en paz, o la Palabra que escuchamos y predicamos nos hace salir también a nosotros, como a Jesús, al encuentro de los demás para difundir el consuelo de Dios?”.

Dios es cercanía, compasión, ternura

Son algunas de las reflexiones y preguntas que ha planteado el Pontífice en voz alta para el examen interior. “Miremos, entonces, el camino de Jesús, y recordemos que nuestro primer trabajo espiritual es éste: abandonar el Dios que creemos conocer y convertirnos cada día al Dios que Jesús nos presenta en el Evangelio, el Padre del amor y la compasión”.

“Y cuando descubrimos el verdadero Rostro del Padre, nuestra fe madura: ya no nos quedamos como “cristianos de sacristía” o “de salón”, sino que nos sentimos llamados a ser portadores de la esperanza y la sanación de Dios”. 

Que María Santísima, Mujer en camino, nos ayude a salir de nosotros mismos para anunciar y testimoniar al Señor, ha concluido Francisco en este domingo ya cercano a la Cuaresma.

Dignidad inalienable de cada persona, expresiones concretas

Al saludar a las familias por el Año Nuevo lunar, el Papa ha señalado “el deseo de que esta fiesta sea una oportunidad para vivir relaciones de afecto y gestos de cariño, que contribuyan a crear una sociedad solidaria y fraterna, en la que cada persona sea reconocida y acogida en su dignidad inalienable”.

A continuación, al invocar la bendición del Señor sobre todos, se ha referido a la paz en estos términos. “Rezar por la paz, que tanto anhela el mundo y que, hoy, es tan difícil de alcanzar.

por la que tanto anhela el mundo y que, hoy más que nunca, está en peligro en muchos lugares. No es una responsabilidad de unos pocos, sino de toda la familia humana: ¡trabajemos todos juntos para construirla con gestos de compasión y valentía”.

Al referirse a la Jornada por la vida en Italia, ha puntualizado de este modo: “Me uno a los obispos italianos en el deseo de superar las visiones ideológicas para redescubrir que toda vida humana, incluso la más marcada por las limitaciones, tiene un valor inmenso y es capaz de dar algo a los demás”.

Y en lo referente a la trata, éstas han sido sus palabras. “Saludo a los jóvenes de tantos países que han venido para la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata, que se celebrará el 8 de febrero, en memoria de santa Josefina Bakhita, la monja sudanesa de Sudán que había sido esclava de niña. Aún hoy, muchos hermanos y hermanas son engañados con falsas promesas y luego sometidos a explotación y abusos. Unámonos todos para luchar contra el dramático fenómeno mundial de la trata de seres humanos”.

El autorFrancisco Otamendi

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