Vaticano

El Papa ensalza a la Virgen de Guadalupe, “modelo de evangelización”

Al retomar la catequesis sobre la pasión de evangelizar, el Papa Francisco ha situado en la Audiencia general de hoy a la Virgen de Guadalupe como “modelo excepcional” de evangelización, con la particularidad de que anunció a Jesús siguiendo “el camino de la inculturación”, y se apareció a san Juan Diego, “un indio del pueblo”.

Francisco Otamendi·23 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco el 15 de agosto de 2023 ©OSV

“En nuestro camino para redescubrir nuestra pasión por el anuncio del Evangelio, miramos hoy a las Américas. Aquí la evangelización tiene una fuente siempre viva: Guadalupe”, ha comenzado el Santo Padre su catequesis sobre la pasión de evangelizar, retomada tras el paréntesis debido a la fiesta de la Asunción de la Virgen María.

“Ciertamente, el Evangelio ya había llegado allí antes de aquellas apariciones”, ha proseguido el Papa, pero “desgraciadamente había sido acompañado por intereses mundanos, en lugar del camino de la inculturación, faltando el respeto a los pueblos indígenas”.

“En México —como en Lourdes y en Fátima— María se apareció a una persona humilde y sencilla, a un indio que se llamaba Juan Diego, y de ese modo hizo llegar su mensaje a todo el Pueblo fiel de Dios. Ella anuncia a Jesús siguiendo el camino de la inculturación, es decir, por medio de la lengua y la cultura autóctonas, y con su cercanía materna manifiesta a todos sus hijos el amor y el consuelo de su Inmaculado Corazón”, ha subrayado el Romano Pontífice en la Audiencia de hoy.

En este sentido, el Papa ha destacado que “la Virgen de Guadalupe aparece vestida con los ropajes de los nativos, habla su lengua, acoge y ama la cultura local: es Madre y bajo su manto todos los niños encuentran un lugar”.

En cuanto a san Juan Diego, Francisco ha subrayado que “era una persona humilde, un indio del pueblo: sobre él se posó la mirada de Dios, que ama realizar milagros a través de los más pequeños. Juan Diego había llegado a la fe ya adulto y casado. En diciembre de 1531 tenía unos 55 años. Mientras iba de camino, ve en una colina a la Madre de Dios, que le llama tiernamente ‘mi hijito amado Juanito’. Entonces le envía al obispo para pedirle que construya un templo en el lugar donde se había aparecido. Juan Diego acude con la generosidad de su corazón puro, pero tiene que esperar mucho tiempo”.

“Madres y abuelas, primeras anunciadoras”

Francisco ha realizado un inciso en este punto para recordar a las abuelas y a las madres la transmisión de la fe. “En María, Dios se hizo carne y, a través de María, sigue encarnándose en la vida de los pueblos. La Virgen proclama a Dios en la lengua más adecuada, la lengua materna. Sí, el Evangelio se transmite en la lengua materna. Y quiero dar las gracias a tantas madres y abuelas que transmiten a sus hijos y nietos la fe, por eso las madres y las abuelas son las primeras anunciadoras del Evangelio, para sus hijos y sus nietos”, ha señalado el Papa.

El Santo Padre ha proseguido: “Y se comunica, como muestra María, en la sencillez: la Virgen elige siempre lo sencillo, en la colina del Tepeyac en México, como en Lourdes y Fátima: hablándoles, habla a cada uno, en un lenguaje apto para todos, comprensible, como el de Jesús”.

“Sufrir los males con paciencia”

A continuación, el Papa se ha centrado en las dificultades que encontró el indio san Juan Diego, “a quien no le fue fácil ser mensajero de la Virgen; tuvo que afrontar incomprensiones, dificultades e imprevistos. Esto nos enseña que para anunciar el Evangelio no es suficiente dar testimonio del bien, sino a veces también saber sufrir los males, con paciencia y constancia, sin miedo a los conflictos”, ha subrayado Francisco en la catequesis. “En esos momentos difíciles, invoquemos a María, nuestra Madre, que siempre nos ayuda, nos alienta y nos guía hacia Dios”. 

El Papa ha recordado que el obispo no creía en la aparición, y que la Señora le consoló y le pidió que lo intentara de nuevo. “A pesar del celo, llega lo inesperado, a veces de la propia Iglesia. Al anunciar, de hecho, no basta con dar testimonio del bien, es necesario saber soportar el mal”, ha manifestado el Papa. “Incluso hoy, en tantos lugares, inculturar el Evangelio y evangelizar las culturas requiere perseverancia y paciencia, no hay que temer el conflicto, no hay que desanimarse”.

“Santuarios marianos: La Virgen nos escucha”

“He aquí la sorpresa de Dios: cuando hay voluntad y obediencia, Él puede realizar algo

inesperado, en tiempos y formas que no podemos prever. Y así se construye el santuario  pedido por la Virgen”, ha señalado el Papa.

El Santo Padre Francisco ha concluido con una referencia a los santuarios marianos. “Juan Diego lo deja todo y, con el permiso del obispo, dedica su vida al santuario. Acoge a los peregrinos y los evangeliza. Esto es lo que ocurre en los santuarios marianos, meta de peregrinaciones y lugares de anuncio, donde todos se sienten en casa y experimentan una morriña, una nostalgia del Cielo. Allí, la fe es acogida de forma sencilla y genuina, popular, y la Virgen, como le dijo a Juan Diego, escucha nuestros gritos y cura nuestras penas”.

“Tenemos necesidad de acudir a estos oasis de consuelo y misericordia”, ha alentado el Papa, “donde la fe se expresa en lengua materna, donde se habla la lengua materna, donde se depositan las fatigas de la vida en los brazos de la Virgen y se vuelve a la vida con paz en el corazón”.

El autorFrancisco Otamendi

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