Vaticano

El Papa Francisco comienza catequesis sobre el discernimiento

El Papa Francisco comienza un nuevo ciclo de catequesis para sus audiencias públicas de los miércoles. En esta ocasión sobre la realidad humana del “discernimiento“ personal que es necesario hacer tantas veces en nuestro día a día.

Javier García·31 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Foto: el Papa Francisco a su llegada a la audiencia del 31 de agosto. ©CNS photo/Paul Haring

El Papa Francisco ha dedicado los últimos seis meses a una catequesis sobre la ancianidad y su papel en la familia, la Iglesia y el mundo. A partir de este miércoles, 31 de agosto, comenzará a reflexionar en las audiencias sobre el “discernimiento“. “El  discernimiento“ -son palabras del Papa- “es un acto importante que concierne a todos, porque las elecciones son una parte esencial  de la vida. Uno elige la comida, la ropa, un curso de estudio, un trabajo, una relación. En todos ellos se  realiza un proyecto de vida, y también nuestra relación con Dios“.

Decidir conlleva usar la inteligencia, evaluar nuestros intereses y afectos, implicar a la voluntad para seguir el bien que queremos. Así pues, se presentan unos meses en los que el Pontífice reflexionará sobre cuestiones muy antropológicas.

El esfuerzo para decidir

Como bien explicaba Ortega, la vida humana no es un proyecto cerrado, sino que el hombre debe decidir por sí mismo innumerables veces cada día. Por eso, el Papa Francisco señalaba que el “discernimiento implica un esfuerzo. Según la Biblia, no encontramos ante nosotros, ya empaquetada, la vida que hemos de vivir. Dios nos invita a evaluar y elegir: nos ha creado  libres y quiere que ejerzamos nuestra libertad. Por lo tanto, discernir es un reto.  

A menudo hemos tenido esta experiencia: elegir algo que nos parecía bueno y en cambio no lo era.  O saber cuál era nuestro verdadero bien y no elegirlo. El hombre, a diferencia de los animales, puede  equivocarse, puede no querer elegir correctamente. La Biblia lo demuestra desde sus primeras páginas.  Dios da al hombre una instrucción precisa: si quieres vivir, si quieres disfrutar de la vida, recuerda que  eres una criatura, que no eres el criterio del bien y del mal, y que las elecciones que hagas tendrán una  consecuencia, para ti, para los demás y para el mundo (cf. Gn 2,16-17); puedes hacer de la tierra un  magnífico jardín o puedes convertirla en un desierto de muerte. Una enseñanza fundamental: no es  casualidad que sea el primer diálogo entre Dios y el hombre“. 

El discernimiento es agotador

Con humor, el Papa Francisco señalaba que el “discernimiento es agotador pero indispensable para vivir“. Si además uno tiene a su cargo especiales responsabilidades familiares o laborales, se hace más costoso sobrellevarlo. Para conseguirlo el Santo Padre recomienda tener presente la filiación divina: “Dios es Padre y no nos deja solos, siempre está dispuesto a aconsejarnos, a animarnos, a acogernos. Pero  nunca impone su voluntad. ¿Por qué? Porque quiere ser amado y no temido. Y el amor sólo puede vivirse  en libertad. Para aprender a vivir hay que aprender a amar, y para ello es necesario discernir“.

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