El Papa ha comenzado la catequesis de este miércoles en la Audiencia general con una pareja de novios, y ha señalado: “Es hermoso ver cuando el amor lleva adelante para hacer una nueva familia, como estos dos jóvenes”.
La escena hila completamente con uno de los hechos que más ha emocionado al Papa en su reciente viaje a Asia y Oceanía. Al hacer un balance de su estancia en Timor Oriental, ha manifestado: “Me impresionó la belleza de aquel pueblo, un pueblo probado pero alegre, un pueblo sabio en el sufrimiento, que genera muchos niños, y que les enseña a sonreir. La sonrisa de los niños de aquella región. Sonríen siempre, y son muchos. Con la fe se les enseña a sonreir. Y esto es una garantía para el futuro. En Timor Oriental vi la juventud de la Iglesia, familias, niños, jóvenes. Respiré aire de primavera”.
“Hoy les hablo del viaje a Asia y Oceanía, un viaje para llevar el Evangelio, para conocer el alma del pueblo. “Doy gracias al Señor que me ha permitido hacer como Papa lo que no pude hacer como joven jesuita”. Así ha comenzado Francisco su catequesis de hoy, basada en el final del Evangelio de San Mateo, cuando antes de ascender al cielo, el Señor dice a los once discípulos: “Id pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Iglesia viva y joven
“Fue Pablo VI en 1970 el primer Papa que voló al encuentro del Sol naciente”, ha recordado el Papa. “Aquel fue un viaje memorable. Con algunos años más que él, me limité a cuatro países, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur”.
“La primera reflexión que surge espontánea es que al pensar en la Iglesia seguimos siendo demasiado eurocéntricos, o como se suele decir, occidentales. En realidad, la Iglesia es mucho más grande, y también mucho más viva, Lo he experimentado con emoción al conocer esas comunidades, escuchando los testimonios de sacerdotes, laicos, especialmente catequistas…”.
“En Indonesia encontré una Iglesia viva, aunque los cristianos son el 10 por ciento, y los católicos el 3 por ciento. capaz de vivir y transmitir el Evangelio, en un país con una cultura muy noble, proclive a armonizar la diversidad, y que cuenta con la mayor presencia de musulmanes del mundo”.
Compasión y fraternidad para el futuro
“En aquel país”, ha continuado, “pude confirmar que “la compasión es el camino por el que los cristianos pueden y deben caminar para dar testimonio de Cristo” y encontrarse al mismo tiempo con las grandes tradiciones religiosas. “No olvidemos las tres características del Señor: cercanía, misericordia y compasión”. “Fe, fraternidad, compasión, fue el lema de la visita a Indonesia. Allí vi que la fraternidad es el futuro”.
En Papúa Nueva Guinea “encontré la belleza de una Iglesia en salida, con diferentes etnias que hablan más de 800 lenguas, un entorno ideal para el Espíritu Santo, el jefe de la armonía. Allí, los protagonistas de manera especial son los misioneros y los catequistas. Me conmovió escuchar las canciones y la música de los jóvenes”. Allí, el futuro llega sin violencia tribal, sin dependencia, sin colonialismo ideológico y económico”. “Papúa Nueva Guinea puede ser un laboratorio de este modelo de desarrollo integral, animado por el fermento del evangelio”, ha señalado el Papa.
Timor Oriental, fe y cultura, juventud
“La fuerza de promoción humana y social del mensaje cristiano destaca de forma particular en la historia de Timor Oriental. Allí la Iglesia ha compartido el proceso de independencia con todo el pueblo, orientándolo siempre hacia la paz y la reconciliación. No se trata de una ideologización de la fe. Es la fe que se hace cultura, y al mismo tiempo la ilumina, la purifica y la eleva, Por eso relancé la fructífera relación entre fe y cultura, en la que ya se había centrado san Juan Pablo II en su visita” “La fe debe ser inculturada, Fe y cultura”.
Me impresionó la belleza de aquel pueblo, un pueblo probado pero alegre, un pueblo sabio en el sufrimiento, que genera muchos niños, y que les enseña a sonreir. La sonrisa de los niños de aquella región. Sonríen siempre, y son muchos. Con la fe se les enseña a sonreir. Y esto es una garantía para el futuro”. “En Timor Oriental vi la juventud de la Iglesia, familias, niños, jóvenes. Respiré aire de primavera”.
En Singapur, la última etapa del viaje, “vi un país muy diferente, Los cristianos son minoría, pero siguen formando una Iglesia viva, comprometida en generar armonía y fraternidad entre las diversas etnias, culturas y religiones. Agradezco a Dios el don de este viaje”.
“Los hijos, verdadera riqueza de una nación”
Al dirigirse a los peregrinos de lengua polaca, el Papa ha recordado al novicio de los jesuitas, San Estanislao de Kostka, patrón de los niños y de los jóvenes, que murió a los 18 años, y posteriormente ha subrayado la vitalidad de las Iglesias locales que ha visitado, y que le recibieron “con tanto amor”.
Antes de dar la bendición, el Santo Padre ha insistido en que “los hijos son la verdadera riqueza de toda nación, también aquí en Europa”. Ha rezado por las víctimas de las fuertes lluvias que han azotado Europa Central y Oriental, causando muertos, desaparecidos y cuantiosos daños; ha pedido «oraciones para que la ciencia médica puede ofrecer pronto perspectivas de cura del Alzheimer» (el sábado día 21 es el Dia mundial), y por el apoyo a a los enfermos y sus familias, y ha rogado para que el Señor nos ayude a vencer la guerra y obtener la paz.