Vaticano

El Papa pide a la curia «escuchar, discernir y caminar»

Esta mañana el Papa ha felicitado la Navidad a la curia romana y ha pronunciado un discurso en el que, poniendo de ejemplo a la Virgen María, san Juan Bautista y los Reyes Magos, se ha centrado en analizar los verbos "escuchar, discernir y caminar".

Loreto Rios·21 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa con algunos miembros de la curia el pasado 15 de diciembre ©OSV

El Papa ha felicitado la Navidad esta mañana en una audiencia en la Sala de la Bendición del Palacio Apostólico Vaticano a los cardenales y superiores de la curia romana.

En su discurso, Francisco ha afirmado que “el Misterio de la Navidad mueve nuestros corazones al asombro de un anuncio inesperado: Dios viene, Dios esta aquí, en medio de nosotros, y su luz ha irrumpido para siempre en las tinieblas del mundo. Necesitamos escuchar y recibir siempre este anuncio, especialmente en un tiempo todavía marcado tristemente por la violencia de la guerra, los riesgos tremendos a los que estamos expuestos debido al cambio climático, la pobreza, el sufrimiento, el hambre y otras heridas que habitan nuestra historia”.

A continuación, el Papa se ha centrado en analizar tres verbos a través de diferentes personajes del Evangelio: escuchar, discernir y caminar.

Escuchar

Francisco ha puesto como ejemplo de escucha a la Virgen María. “Escuchar, en efecto, es un verbo bíblico que no se refiere solo a oír, sino que implica la participación del corazón y, por tanto, de la vida misma. […]. Escuchar con el corazón es mucho mas que oír un mensaje o intercambiar información; se trata de una escucha interior capaz de comprender los deseos y las necesidades del otro, de una relación que nos invita a superar los esquemas y a vencer prejuicios en los que a veces enmarcamos la vida de quienes nos rodean. La escucha es siempre el comienzo de un camino. El Señor pide a su pueblo esta escucha del corazón, una relación con Él, que es el Dios vivo”.

El Papa ha establecido un paralelismo entre este tipo de escucha y la que tiene que darse en la curia romana: “También en la curia es necesario aprender el arte de escuchar. Antes de nuestros deberes cotidianos y de nuestras actividades, pero sobre todo antes de los roles que desempeñamos, necesitamos redescubrir el valor de las relaciones, y tratar de despojarlas de formalismos, para animarlas con espíritu evangélico, ante todo escuchándonos recíprocamente”.

Discernir

Como ejemplo de discernimiento, Francisco ha puesto a san Juan Bautista. “Para todos nosotros es importante el discernimiento, ese arte de la vida espiritual que nos despoja de la pretensión de saberlo ya todo, del riesgo de pensar que es suficiente aplicar las reglas, de la tentación de proceder, incluso en la vida de la curia, repitiendo simplemente esquemas, sin considerar que el Misterio de Dios nos supera siempre y que la vida de las personas y la realidad que nos rodea son y siguen siendo siempre superiores a las ideas y a las teorías”.

Caminar

Por último, como ejemplo de “caminar”, el Papa ha puesto a los Reyes Magos. “Ellos nos recuerdan la importancia de caminar. La alegría del Evangelio, cuando la acogemos de verdad, desencadena en nosotros el movimiento del seguimiento, que provoca un verdadero éxodo de nosotros mismos y nos pone en camino hacia el encuentro con el Señor y hacia la plenitud de la vida. […] Cuando Dios llama, siempre nos pone en camino, como hizo con Abraham, con Moisés, con los profetas y con todos los discípulos del Señor”.

Como en los casos anteriores, Francisco ha señalado cómo debe aplicarse esto a la curia: “También en el servicio aquí en la curia es importante permanecer en camino, no dejar de buscar y profundizar en la verdad, superando la tentación de permanecer paralizados y de ‘laberintear’ dentro de nuestros cercados y temores. […] Cuando el servicio que realizamos corre el riesgo de aplanarse, de ‘laberintear’ en la rigidez o en la mediocridad, cuando nos encontramos enmarañados en las redes de la burocracia y del ‘salir del paso’, acordémonos de mirar hacia lo alto, de recomenzar desde Dios, de dejarnos iluminar por su Palabra, de encontrar siempre el valor para volver a empezar”.

“Permanezcamos siempre en camino, con humildad y admiración, para no caer en la presunción de sentirnos satisfechos y para que no se apague en nosotros el deseo de Dios. Y gracias sobre todo por el trabajo realizado en el silencio. Escuchar, discernir, caminar”, ha concluido el Papa.

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