El Papa ha sido recibido entre cantos a su llegada a la «Colina del Encuentro» de la JMJ para celebrar el Vía Crucis. La animación musical de la oración ha contado con la participación del proyecto “Manos que cantan”, compuesto por seis personas sordas que coreografiaban las canciones en lengua de signos, traduciendo así las letras de cada canto.
Al inicio del Vía Crucis, el Papa ha dirigido unas palabras en español a los peregrinos, señalando que “Jesús es el camino y vamos a caminar con Él, porque Él caminó cuando estuvo entre nosotros”. Ha indicado que “el camino que más está grabado en nuestro corazón es el camino del Calvario, el camino de la cruz, (…). Miremos a Jesús que pasa y caminemos con Él”.
La belleza del crucificado
También ha resaltado que en la Encarnación y la Cruz Dios «sale de sí mismo para caminar entre nosotros (…). La cruz que acompaña cada Jornada Mundial de la Juventud es la figura de este camino, la cruz es el sentido más grande del amor”. Ha añadido que con ese amor “Jesús quiere abrazar nuestra vida, la tuya, la de cada uno de nosotros (…). Y nadie tiene más amor que el que da la vida por los demás. No se olviden de esto. Y esto lo enseñó Jesús, por eso cuando miramos al crucificado, tan doloroso, vemos la belleza del amor que da la vida por cada uno de nosotros”.
Ha continuado resaltando que “Jesús camina, pero espera algo, espera nuestra compañía, espera abrir las ventanas de mi alma, del alma de cada uno de nosotros”.
Para concluir, ha pedido a los jóvenes que se atrevan a amar: “Él espera empujarnos a abrazar el riesgo de amar. Amar es riesgoso. Es un riesgo, pero vale la pena correrlo. (…) Hoy vamos a hacer el camino con Él, el camino de su sufrimiento, el camino de nuestras soledades”. Ha invitado a que los peregrinos reflexionen sobre su propio sufrimiento y “en las ganas de que el alma vuelva a sonreír. Y Jesús camina a la cruz, muere en la cruz, para que nuestra alma pueda sonreír”.
El Vía Crucis con el Papa
Las estaciones del Vía Crucis han comenzado con un grupo de jóvenes que ha formado una pirámide, simbolizando el Calvario. En cada estación, los jóvenes han coreografiado las estaciones en el escenario de la JMJ. También se ha acompañado cada escena de paneles diseñados por el jesuita portugués Nuno Branco, que representaban a Jesús en los diferentes momentos del Vía Crucis.
Por otra parte, algunas de las 14 estaciones del Vía Crucis han estado acompañadas por los testimonios de jóvenes a través de vídeos: la tercera, “Jesús cae por primera vez”, ha contado con Esther, española de 34 años, que abortó y, años más tarde, regresó a la Iglesia; en la séptima estación, “Jesús cae por segunda vez”, se ha transmitido el vídeo de Joao, joven portugués de 23 años que sufrió acoso escolar, y, años más tarde, depresión. Por su parte, la octava estación ha contado con el testimonio de Caleb, joven estadounidense de 29 años que sufrió drogadicción y salió de ella gracias a su encuentro con Cristo.
Las reflexiones han girado en torno a temas como la depresión, la intolerancia, la destrucción de la Creación, o el individualismo.
Para finalizar, el Papa ha dado la bendición y ha saludado personalmente a todos los artistas que han participado en la preparación y representación del Vía Crucis.