El 11 de marzo la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, en California abrió sus puertas a una de las compañías de Ópera más grandes e importantes de Estados Unidos: La Ópera de Los Ángeles (LA Opera), dirigida por el maestro James Conlon. El amplio santuario de la catedral se convirtió en el escenario donde decenas de artistas, músicos profesionales y aficionados dieron vida a «Moisés», una ópera basada en la figura bíblica y compuesta por Henry Mollicone.
«Moisés, la lucha de una nación por la libertad», presenta los temas más relevantes del libro del Éxodo: la opresión del pueblo de Israel en Egipto, el nacimiento de Moisés, su elección para liberar al pueblo, las diez plagas en Egipto, la salida de los israelitas, la construcción del becerro de oro y la entrega de las tablas de la ley.
Los Ángeles, catedral del arte
Este proyecto forma parte de un programa comunitario entre LA Opera y la catedral de Los Ángeles para acercar la ópera a la comunidad angelina y dar la oportunidad a artistas, bailarines y músicos de todas las edades de Los Ángeles de interactuar con profesionales de una compañía operística de clase mundial.
La catedral se ubica en el centro cultural de Los Ángeles. La vecindad física entre la catedral y el «Music Center» fomentó la colaboración entre ambas instituciones. El «Music Center» es uno de los centros de artes escénicas más grandes del país, en cuyo extenso complejo se encuentran cuatro grandes salas de conciertos: Dorothy Chandler Pavillion, casa de La Ópera de Los Ángeles (LA Ópera); el Walt Disney Music Hall, casa de la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil), que es uno de los centros arquitectónicos y acústicos más modernos del país; el Foro Mark Taper y el Teatro Ahmanson, donde se presentan obras teatrales.
La presentación de óperas en la Catedral fue una de las primeras iniciativas que el director de LA Opera, el maestro Conlon, implementó desde su llegada en el 2006. Anteriormente, se han presentado en la catedral “El diluvio de Noé” de Benjamin Britten y “Judas Macabeo” de Händel, entre otras.
Arte accesible
En una ciudad como Los Ángeles donde hay más de 40 mil personas deambulando por las calles sin hogar, con altas tasas de pobreza y grandes índices de desigualdad social aunadas a problemas raciales, presentar óperas sacras en la catedral de manera gratuita, brinda la oportunidad al público en general de acercarse a la ópera.
Estos eventos resultan inaccesibles para el angelino promedio dados los altos precios de las entradas. Los boletos de ópera u otros eventos teatrales en Estados Unidos cuestan mucho más que otros países que reciben subvenciones del Estado. A diferencia de países como Francia, Italia o México -en donde existen ministerios dedicados a la cultura y en los cuales el Estado sostiene una buena parte de las actividades culturales, entre ellas las compañías de ópera- en Estados Unidos las instituciones culturales son independientes y, por ende, deben obtener sus recursos por sí mismas pues prácticamente no hay apoyos financieros gubernamentales, ni de las mismas proporciones que en Europa.
Aunque el Fondo Nacional para las Artes, “National Endowment for the Arts» (NEA) recibe recursos del gobierno federal, no se equipara a los apoyos gubernamentales que reciben otras instituciones culturales europeas. Para hacer una comparación, la Ópera de París recibió en el 2019 subsidios gubernamentales que equivalen al 60% de todo el apoyo gubernamental que el NEA recibió en ese mismo lapso. Sin embargo, sus fondos se destinaron a cientos de proyectos culturales: organizaciones sin fines de lucro, escritores, traductores, agencias estatales y regionales de arte y no a una sola institución.