Ante la serie de órdenes ejecutivas emitidas por el presidente Donald Trump en el primer día de su mandato, los obispos de Estados Unidos expresaron su rechazo a políticas contrarias a la ley moral. En dos comunicados, Mons. Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) y el obispo Mark J. Seitz de El Paso, presidente del Comité de Migración de la USCCB, señalaron: “La enseñanza de la Iglesia reconoce el derecho y la responsabilidad de un país de promover el orden público, la seguridad y la protección a través de fronteras bien reguladas y límites justos a la inmigración. Sin embargo, como pastores, no podemos tolerar la injusticia, y enfatizamos que el interés nacional no justifica políticas con consecuencias contrarias a la ley moral”.
Los obispos también rechazan el uso de epítetos para descalificar a las personas indocumentadas: “El uso de generalizaciones radicales para denigrar a cualquier grupo, por ejemplo al describir a los inmigrantes indocumentados como ‘criminales’ o ‘invasores’, para privarlos de protección bajo la ley, es una afrenta a Dios”, dicen los purpurados.
Entre las órdenes ejecutivas firmadas por el mandatario estadounidense se encuentran las referentes al fin del derecho de asilo, la declaración de “emergencia fronteriza” con México y por ende “sellar” la frontera para “repeler la invasión que incluye migración masiva ilegal, el trasiego de drogas, el tráfico humano y otras actividades criminales”. Otros dos decretos ordenan realizar deportaciones masivas, suspender el programa de admisión de refugiados y la reimplementación del programa “Quédate en México” para que los solicitantes de asilo esperen en ese país mientras se tramita su caso, el cual puede durar meses o años en concluirse.
El rechazo de la USCCB
Ante estas disposiciones, los obispos norteamericanos expresan: “Si bien el énfasis en la lucha contra la trata de personas es bienvenido, varias de las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump esta semana tienen como objetivo específico desmantelar las protecciones humanitarias consagradas en la ley federal y socavar el debido proceso, sometiendo a familias y niños vulnerables a un grave peligro. El despliegue indefinido de activos militares para apoyar la aplicación de las leyes de inmigración civil a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México es especialmente preocupante”.
Los prelados piden al presidente estadounidense reconsiderar las nuevas disposiciones especialmente las referentes a migrantes y refugiados, el medio ambiente, la pena de muerte y la ayuda financiera al exterior: “Esperamos que reconsideren aquellas disposiciones que no sólo ignoran la dignidad humana de unos pocos, sino de todos nosotros. Instamos al presidente Trump a que abandone estas políticas de cumplimiento de la ley y adopte soluciones justas y misericordiosas, trabajando de buena fe con los miembros del Congreso para lograr una reforma migratoria significativa y bipartidista que promueva el bien común con un sistema migratorio efectivo y ordenado”, afirmó Mons. Broglio. Los obispos se comprometieron a apoyar a los inmigrantes “de acuerdo con el Evangelio de la Vida”.
Genuino cuidado
No obstante, los purpurados señalan que no todas las nuevas órdenes emitidas por Trump son negativas, algunas pueden verse desde una perspectiva más positiva, como la disposición que reconoce a nivel federal que solo hay hombre o mujer y no otros “géneros”.
Nuestras acciones, dice Mons. Broglio, deben mostrar un “genuino cuidado por nuestros hermanos y hermanas más vulnerables, incluidos los no nacidos, los pobres, los ancianos, los enfermos, los migrantes y los refugiados. El Juez justo no espera menos”.
El Papa también muestra su preocupación
No solo los obispos de la Iglesia han expresado su grave preocupación al mandatario norteamericano, sino también el Papa Francisco, quien señaló el domingo 19 de enero en una entrevista televisiva que una deportación masiva en EUA sería una “desgracia” pues “hace pagar a los pobres los costos del desequilibrio”. Asimismo, miembros de otras denominaciones cristianas han expresado al presidente Trump su consternación ante las nuevas disposiciones migratorias.
Las deportaciones masivas también provocarán mayores problemas a ciudades fronterizas mexicanas, muchas de las cuales ya no tienen la capacidad logística para albergar a más personas que buscan llegar a los Estados Unidos. Para paliar el problema, México implementó el programa denominado “México te abraza”, solo para los nacionales mexicanos bajo el cual se les brindará asistencia a los deportados. Asimismo, la red de 50 consulados mexicanos está en alerta para proveer asistencia a sus conciudadanos.