América Latina

Obispos de EEUU pedirían «coherencia eucarística» en el documento sobre la Eucaristía

Los obispos de Estados Unidos han aprobado la redacción de un documento sobre la Eucaristía, que incluiría una sección sobre coherencia eucarística. Algunos políticos demócratas responden a los prelados: "no conviertan la Eucaristía en arma en contra nuestra". 

Gonzalo Meza·22 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos
coherencia eucaristica

Foto: ©2021 Catholic News Service / U.S. Conference of Catholic Bishops.

Tras un largo y acalorado debate virtual los obispos de la Conferencia Episcopal Norteamericana (USCCB) aprobaron la redacción de una declaración formal sobre el significado de la Eucaristía en la vida de la Iglesia, la cual incluiría una sección dedicada a la coherencia de vida y de acciones de quienes reciben la Sagrada Comunión.

Como se esperaba, la discusión en la que intervinieron virtualmente 43 obispos mostró la polarización en el tema entre la jerarquía estadounidense. A pesar de esto, la redacción de tal declaración fue aprobada por 168 votos a favor, 55 en contra y 6 abstenciones. Aunque no hay una versión final de dicho documento, los obispos han trabajado sobre un bosquejo que les ha servido como línea guía para el debate.

La redacción final se realizará durante los próximos meses para su aprobación, y en su caso publicación, en la Asamblea General de Otoño en el mes de noviembre. El documento está bajo la coordinación del Comité de Doctrina de la USCCB, que preside Mons. Kevin C. Rhoades, obispo de Fort Wayne-South Bend, Indiana.

Temas centrales

El documento aborda tres temas centrales: la Presencia Real de Jesucristo en la Sagrada Eucaristía; la unidad e identidad como fuente y vértice de la vida cristiana; el discipulado misionero y la coherencia eucarística. Aunque la mayoría de los obispos no han puesto grandes objeciones a los dos primeros temas de ese bosquejo, la tercera parte es delicada, pues aunque el documento se dirigiría a todos los fieles católicos del país, sin mencionar nombres, tiene tras de sí actores públicos de primer nivel: el Presidente Joe Biden y algunos políticos norteamericanos, particularmente del partido demócrata, quienes promueven y defienden políticas a favor del aborto, la eutanasia y las uniones entre personas del mismo sexo.  

Por más vueltas que los prelados le dieran a la declaración final, al señalar que no hay destinatarios específicos y solo es un instrumento formativo, el mensaje deseado o indeseado no ha pasado ni pasará desapercibido. Mientras que el tema no parece quitarle el sueño ni la paz al mandatario estadounidense, los políticos demócratas ya han respondido a los obispos: no conviertan la Comunión en un arma en contra nuestra. Durante una rueda de prensa el 18 de junio, cuando los reporteros preguntaron al presidente su opinión sobre el hecho de que con tal declaración se le podría negar el acceso a la Comunión, Biden respondió: “se trata de un asunto privado y no creo que eso vaya a suceder”.

Quienes sí manifestaron su desacuerdo fueron 60 congresistas del Partido Demócrata, los cuales el mismo 18 de junio emitieron un mensaje a los prelados: “no nos nieguen este sacramento, el más sagrado de todos”. Los legisladores demócratas reconocen en este comunicado que muchas de sus políticas están abiertamente en contra de las enseñanzas de la Iglesia, pero añaden que “ningún partido político se alinea perfectamente con todos los aspectos de la doctrina de la Iglesia”. Pero mientras a “nosotros, los legisladores demócratas católicos practicantes”, se nos amenaza con negarnos la comunión por apoyar “el acceso seguro y legal de una mujer al aborto”, nadie ha amenazado a los legisladores republicanos (del otro partido) por su promoción en favor “de políticas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia, tales como: el apoyo a la pena de muerte, la separación de los niños migrantes de sus padres, la negación del asilo a quienes buscan seguridad en los Estados Unidos, la limitación de asistencia para los que padecen hambre, la negación de derechos y dignidad para los inmigrantes”, dicen 60 legisladores demócratas. 

Durante la Asamblea, Mons. Rhoades indicó que el texto nunca tuvo como finalidad presentar normas para la recepción de la Eucaristía, sino servir como una herramienta de enseñanza acerca de la Comunión. El documento, dijo Rhoades, se pensó para favorecer el regreso de los fieles a la Misa y para ayudarles a entender y revivir la creencia en la Presencia Real.

Y es que además del declive de la asistencia de fieles a Misa debido a la pandemia, la mayoría de los católicos de EEUU no creen en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía, esto según revela un estudio del Pew Research Center publicado en Agosto del 2019. De acuerdo con este estudio, el 70% de ellos creen que la Eucaristía es únicamente “un símbolo” y solo el 30% de los católicos creen en la Presencia Real.  Parte de la solución a ese desafío no solo es la propuesta de la declaración formal sino la iniciativa llamada “Renacimiento Eucarístico” (Eucharistic Revival), un proyecto de 3 años que comenzaría en julio del 2022 y se implementaría a nivel parroquial, diocesano y nacional. Esta iniciativa contempla eventos, conferencias, catequesis, materiales formativos sobre la Eucaristía, la promoción de la Adoración Eucarística en las parroquias, así como un Congreso Eucarístico Nacional en el verano del 2024. 

En los próximos meses, se continuará la redacción del documento final para su aprobación en la Asamblea General de Noviembre. Al respecto, Mons. José H. Gomez, Arzobispo de los Ángeles y Presidente de la USCCB señaló: “El Comité de Doctrina de la Conferencia Episcopal comenzará a redactar ahora este documento y en los meses venideros los obispos continuaremos orando y discerniendo a través de una serie de reuniones y consultas regionales. En noviembre, los obispos se reunirán para discutir el borrador del documento. Nuestro deseo es profundizar en la conciencia de nuestro pueblo sobre este gran misterio de la fe y despertar su asombro ante este don divino, en el que tenemos comunión con el Dios vivo. Ese es nuestro propósito pastoral al escribir este documento”.

Además, en los próximos meses, los obispos podrán proponer, quitar o añadir partes al texto, pero también será un tiempo para reflexionar sobre su terminología y los tiempos políticos que se viven en EEUU. Y aunque las dos primeras secciones formativas sobre la Presencia Real son necesarias en estos momentos en la Iglesia de los EEUU -dado el declive de asistencia a Misa, la incredulidad y falta de formación sobre el tema de la Presencia Real en la mayoría de los católicos estadounidenses- la tercera parte sobre la coherencia de vida que se debe tener al recibir la Comunión es un tema delicado que seguirá dando de qué hablar y debatir. Sería deseable incluir en dicha sección terminología que ayude a formar sin dividir, acompañar y dialogar sin avergonzar ni excluir, siempre fomentando la unidad, tal como señaló el Nuncio Apostólico Christophe Pierre en su discurso inaugural de los trabajos de esta Asamblea.

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