Mundo

Los obispos del Perú llaman al diálogo y a dejar la violencia

Ante los recientes acontecimientos de violencia en Perú, en los que se contabilizan ya 18 muertos y más de 400 heridos, la Conferencia Episcopal Peruana ha efectuado un llamamiento a “construir puentes de diálogo” y a “la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país”.

Francisco Otamendi·17 de diciembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos
peru protestas

Foto: Choques entre policías y manifestantes en Perú © CNS/Alessandro Cinque, Reuters

El domingo 18 de diciembre ha sido el día escogido por la Conferencia Episcopal del Perú para “expresar la paz, esperanza y fraternidad en el Perú, a través de la Jornada de Oración por la Paz “. Esta iniciativa, que cada Obispo concreta en su Jurisdicción Eclesiástica, ha sido impulsada por los obispos peruanos “ante la grave situación de dolor y violencia que viene sufriendo nuestro pueblo peruano debido a la crisis política actual”.

Para participar de esta jornada, se anima a las familias colocar un símbolo de paz en sus casas e instituciones (bandera blanca o pañuelo blanco), desde este momento.

Llamada a la serenidad

El mensaje de los obispos del Perú, tras varios días de enfrentamientos entre agentes policiales y manifestantes que protestan contra el Congreso de la República y a favor de un adelanto electoral, fue leído por el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, OFM, arzobispo de Trujillo, que es también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

En primer lugar, la nota lamenta “profundamente el fallecimiento de dos personas en Andahuaylas, Apurímac”. A continuación, realiza “una apremiante invocación a construir puentes de diálogo, llamando a la serenidad a todos nuestros compatriotas que realizan protestas en diversas partes del país, cuyos reclamos, cuando justos, deben ser escuchados; pero que ejerzan su derecho sin violencia”.

La nota se dirige también “a las Fuerzas del Orden, especialmente a la Policía Nacional del Perú, para actuar en el marco de la Ley, velando por la integridad de las personas”.

Los obispos apelan “a la clase política, de manera especial al Poder Ejecutivo y a los Congresistas de la República, para preocuparse por la institucionalidad, el orden democrático, el debido proceso y el bien común de todos los peruanos, especialmente de los más desprotegidos”, y también “a todas las Instituciones del Perú, para que procuren la estabilidad del país, porque no podemos darnos el lujo de un desgobierno en nuestra Patria”.

“Nuestro querido país”, prosiguen, “no debe continuar en la zozobra, el miedo y la incertidumbre. Necesitamos diálogo sincero, calmar los ánimos para proteger nuestra débil Democracia, conservar la institucionalidad y mantener la fraternidad de nuestro pueblo. La violencia no es la solución a la crisis ni a las diferencias. ¡No más hechos de violencia!, ¡No más muertes! ¡El Perú debe ser nuestra prioridad!”, subrayan.

Finalmente, le jerarquía católica peruana invoca a la Santísima Virgen de Guadalupe, para que “nos guíe por caminos de justicia y de paz”.

Estado de Emergencia

Como es sabido, el nuevo gobierno de Perú, que preside la abogada Dina Boluarte, juró la semana pasada ante el pleno del Congreso como primera presidenta de la historia del Perú, tras la destitución del anterior presidente, Pedro Castillo, quien horas antes había decidido disolver el Parlamento para evitar su presunto procesamiento por supuestos actos de corrupción.

Durante la ceremonia de toma de posesión, Dina Boluarte realizó un llamamiento al diálogo para instalar un gobierno de unidad nacional, que ya tomó posesión, y solicitó a la Fiscalía que investigue los presuntos hechos de corrupción que han salpicado la política peruana en los últimos años.

Posteriormente, el nuevo gobierno de Perú declaró 30 días de emergencia nacional en medio de violentas protestas que se produjeron tras la destitución de Pedro Castillo, y que suspenden derechos y libertades públicos en el país andino.

Precisamente en el primer día de Estado de Emergencia dispuesto por el Gobierno de Dina Boluarte se ha registrado el número más alto de fallecidos.

Marchas, fallecidos y heridos

Las marchas comenzaron el pasado miércoles 7 de diciembre. Según la Defensoría del Pueblo, 12 personas fallecieron en las manifestaciones, y seis fueron víctimas de accidentes de circulación y hechos vinculados a los bloqueos de carreteras. Hasta el momento, Ayacucho es la región con el número mayor de muertos, siete. Le siguen Apurimac (6), La Libertad (3), Arequipa (1) y Huancavelica (1).

La Defensoría del Pueblo ha informado que hasta el momento hay 210 heridos civiles y 216 miembros de la Policía Nacional del Perú heridos. Es decir, 426.  Los bloqueos, marchas y paralizaciones han tenido lugar en los departamentos de Áncash, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Moquegua, Puno y San Martín.

La misma institución defensora del Pueblo ha solicitado en un comunicado fechado en Lima el “cese inmediato de hechos de violencia en protestas sociales y ha pedido a las Fuerzas Armadas y Policiales actuar confirme a la Constitución y la Ley”.

“Defensa de la democracia”

Hace poco más de una semana, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Peruana emitió un comunicado en el que calificó de “inconstitucional e ilegal la decisión del Sr. Pedro Castillo Terrones de disolver el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional”.

Asimismo, manifestó “rechazar de manera enérgica y absoluta, la ruptura del orden constitucional. Es derecho y deber moral de los pueblos y de los ciudadanos la defensa de la democracia”.

En el mismo comunicado, los obispos llamaron a “la unidad nacional, mantener la tranquilidad, y poner coto a cualquier forma de violencia y de afectación de los derechos fundamentales de los ciudadanos”.

El autorFrancisco Otamendi

Newsletter La Brújula Déjanos tu mail y recibe todas las semanas la actualidad curada con una mirada católica