La situación de la asignatura de Religión católica y la del profesorado era ya incierta y judicializada el curso pasado. Ahora, tras la llegada del nuevo gobierno, la coyuntura es aún más problemática. Mientras tanto, varios autores proponen reivindicar la asignatura de Religión y atender a las demandas de los padres, titulares del derecho a elegir la formación religiosa y moral que desean para sus hijos.
Texto – Francisco Javier Hernández Varas
Si en cursos anteriores comenzábamos con recursos judiciales, situaciones diferentes y dispares en cada Comunidad Autónoma, reducción de horarios, pérdida de empleos, etc, a este curso 2018-19 se les une además las declaraciones y las intenciones del Ministerio de Educación de realizar de forma “urgente” modificaciones a la LOMCE.
Una de estas modificaciones afecta claramente a la asignatura de Religión que dejaría de ser computable y no tendrá ninguna otra asignatura alternativa. Esto quiere decir, en definitiva, que la Religión ya no contará para la media ni computará para el expediente ni será tenida en cuenta para el acceso a las becas. Será de inscripción voluntaria para los alumnos.
Además, se implantará una asignatura obligatoria de Valores Cívicos y Éticos centrada en el tratamiento y análisis de los derechos humanos y de las virtudes cívico-democráticas. Con este fondo, el profesorado de Religión vive una situación de incertidumbre y desamparo que el cambio de Gobierno ha aumentado.