España

Nueva campaña de promoción de la asignatura de Religión

Omnes·2 de mayo de 2018·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Conferencia Espiscopal Española lanza la nueva campaña de promoción de la asignatura de Religión, especialmente enfocada a los jóvenes de entre 12 y 17 años.

Texto – José Ávila Martínez; Profesor de Religión en Las Tablas-Valverde

El pasado 9 de abril la Conferencia Episcopal Española (CEE) presentó la campaña Me apunto a Religión, dirigida especialmente a los jóvenes de 12 a 17 años, para que se cuestionen elegir la asignatura de Religión para el curso 2018/19.

Resulta evidente que en Primaria son los padres los que deciden, en su gran mayoría, si sus hijos cursarán o no la asignatura de Religión, mientras que los alumnos de Secundaria y Bachillerato suelen tomar ellos mismos esta decisión.

El eslogan utilizado “Si te lo cuestionas todo, cuestiónate por qué no ir a religión”, es muy atractivo y atrayente. No tiene ningún matiz impositivo, todo lo contrario, ayuda a reflexionar de una forma libre y personal, a los jóvenes que no van o no han ido nunca a clases de religión.

A pesar de los numerosos canales de comunicación existentes hoy día, no siempre se recibe una información completa y veraz, por lo que el receptor aparece como un náufrago ante tanta información, mucha veces incompleta, sin rigor y con opiniones, más o menos cuestionables y con poco criterio. De hecho uno de los objetivos de la educación es formar personas con criterio.

La campaña aporta distintas frases, que a pesar de su brevedad, encierran gran profundidad en su contenido, y que sirven para argumentar por qué un alumno elige religión: a conocer la cultura de los demás respetarla. La religión nos transmite conocimientos sobre historia, arte, costumbres de pueblos y civilizaciones, cultura, etc.

a tener un espacio para el diálogo y la reflexión. Nadie duda que falta diálogo en nuestra sociedad, un diálogo enriquecedor que permita entender a los demás, y que sea fruto de una reflexión personal. a conocer para elegir con libertad. El que no conoce, o conoce parcialmente, tiene muy difícil tomar decisiones acertadas.

Porque una educación con religión es completa. La asignatura de religión aborda muchas cuestiones, que atañen de una forma directa a la propia persona.

Una aclaración a tener muy en cuenta, aunque parece que hay personas empeñadas en seguir manteniendo la confusión, es la diferencia entre las clases de religión y la catequesis. La asignatura de religión la imparten personas con título universitario y se evalúan los conocimientos (culturales, históricos, artísticos, etc.), mientras que la catequesis es la preparación para la recepción de sacramentos (comunión, confirmación, matrimonio, etc.). En los dos casos se asiste libremente, pero para asistir a catequesis se requiere un mínimo de fe, ya que esa persona quiere recibir un sacramento para fortalecer su vida de gracia. A las clases de religión católica pueden asistir alumnos de otras religiones y creencias religiosas, o sin ninguna creencia.

Al día siguiente de la presentación de esta campaña, el Tribunal Constitucional reafirmó la importancia de la asignatura de religión. Entre otras cosas dice en su sentencia sobre la LOMCE y la Religión del 10 de abril del 2018: “En la religión subyacen unos valores humanos o humanísticos que son los mismos que hoy denominamos constitucionales. En este sentido, ya la STC de 13 de febrero de 1981, invocada por la STC 77/1985, vino a afirmar, en síntesis, que la necesaria neutralidad de los centros docentes públicos no impide la organización de la enseñanza de seguimiento libre para hacer posible el derecho de los padres a elegir para los hijos la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones. Y a ese principio se acomoda la libertad de opción que establece la LOMCE entre Religión y Valores Sociales y Cívicos en todos los ciclos de la enseñanza”.

Como profesor de religión me parece un gran acierto esta campaña y felicito a la CEE por el esfuerzo que ha puesto en llegar a los jóvenes, para que realmente sean ellos los principales protagonistas de la asignatura de religión. Al mismo tiempo animo a mis compañeros en la impartición de la asignatura de religión, unos 30.000, a seguir con ilusión en esta apasionante misión educativa, que exige el mismo nivel profesional que en el resto de asignaturas.

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