A mitad del siglo XIX, la Virgen María se apareció a una inmigrante belga llamada Adele Brise. En ese momento comenzó a labrarse la historia de Nuestra Señora de Champion. Adele se había trasladado a Estados Unidos con sus padres y llevaba años deseando dedicarse a la educación de los niños.
Un día mientras caminaba se encontró con una mujer vestida de blanco. Durante este encuentro no se cruzaron palabra alguna, pero Adele se asustó. Tras hablar con sus padres, llegó a la conclusión de que se le había aparecido un alma en pena.
Pocos días después, de camino a Misa con su hermana y una amiga, vio de nuevo la aparición. Sus acompañantes no percibieron nada y Adele consultó con un sacerdote, tratando de entender lo que estaba pasando. El presbítero sugirió que tratara de hablar con la mujer si la veía de nuevo.
Tras la celebración de la Misa, Adele se encontró de nuevo con la aparición. Siguiendo el consejo del sacerdote, Adele preguntó: “En el nombre de Dios, ¿quién eres y qué deseas de mí?”. La mujer vestida de blanco respondió: “Soy la Reina del Cielo, que reza por la conversión de los pecadores, y deseo que tú hagas lo mismo”. Además, encomendó a la vidente otra misión: “Reúne a los niños en este país salvaje y enséñales lo que deben saber para salvarse”.
Adele Brise obedeció a la Virgen María y cumplió con el encargo encomendado. Dedicó el resto de su vida a la educación de los pequeños. Al principio, viajaba a pie por los pueblos y se ofrecía a educar a los hijos de la gente que vivía en el territorio. Más tarde, junto a otras mujeres, abrió una escuela. Además, formó una comunidad de la Tercera Orden de san Francisco, a pesar de que nunca emitió los votos como monja.
Adele falleció el 5 de julio de 1986. La devoción a la Virgen María se propagó y el padre de la vidente construyó el primer santuario. El edificio actual se levantó en 1942 y la conferencia episcopal de Estados Unidos lo nombró santuario nacional el 15 de agosto de 2016.
Para conocer mejor la historia, las costumbres marianas en Wisconsin y la devoción a la Virgen, Omnes entrevistó a Chelsey Hare, directora de comunicación del santuario.
¿Qué puede decirnos de la vidente Adele Brise?
– Adele Brise fue una inmigrante belga que vivió una vida alegre y fiel. Cuando era niña en Bélgica, Adele hizo la promesa de servir a la Santísima Virgen junto a las hermanas que la ayudaron a recibir su Primera Comunión – en un lugar llamado Champion, Bélgica.
Esta promesa le pareció inalcanzable cuando su familia decidió emigrar a Estados Unidos. Ella y su familia se establecieron cerca de la bahía de Green Bay, en Wisconsin, y dedicó la vida a cuidar de la supervivencia de la familia.
Mientras Adela caminaba por un sendero en el bosque, se encontró con la Reina del Cielo entre los árboles. La Virgen se le apareció tres veces y, en su última aparición, le transmitió un mensaje en el que le pedía que reuniera a los niños y les enseñara lo que debían saber para la Salvación: el catecismo, cómo signarse con la cruz y cómo acercarse a los sacramentos.
Esta promesa que Adele hizo de joven en Bélgica se cumplió en América. Mientras Adela prometía servir a la gente en Champion, Bélgica, Nuestra Señora se le apareció y le pidió que sirviera en Champion, Wisconsin – mostrándonos verdaderamente a todos que nuestra vocación puede ser vivida dondequiera que estemos.
¿Cómo se celebra la fiesta en el santuario de Nuestra Señora de Champion?
– La solemnidad de Nuestra Señora de Champion se celebra en el recinto del santuario nacional cada 9 de octubre, día del aniversario de la segunda y tercera apariciones de la Santísima Virgen María a Adele Brise.
El día de la solemnidad invita a los fieles de todo el país y del mundo a participar en el homenaje a la «Reina del Cielo» que se apareció en Champion, Wisconsin. Obispos y sacerdotes se reúnen para celebrar la Misa. Los peregrinos tienen la oportunidad de visitar la capilla de las apariciones y el oratorio para pedir la amorosa intercesión de Nuestra Santísima Madre.
La Misa es celebrada por el obispo de la diócesis de Green Bay, donde se encuentra el santuario. El actual obispo de la diócesis de Green Bay, el obispo David L. Ricken, es quien aprobó las apariciones como «dignas de creencia» por la autoridad de la Iglesia católica.
¿Qué implica que ésta sea la única aparición de Nuestra Señora en Estados Unidos aceptada por la Iglesia hasta el día de hoy?
– El santuario nacional de Nuestra Señora de Champion conserva el lugar sagrado de la primera y única aparición mariana aprobada por la Iglesia en Estados Unidos. Es un santuario para quienes buscan consuelo, curación y paz en su vida cotidiana.
Hay muchos lugares hermosos de apariciones marianas en todo el mundo, desde Guadalupe a Lourdes, pasando por Knock. Tener uno específicamente en el corazón del Medio Oeste es una invitación para que los fieles de los Estados Unidos (y del mundo) peregrinen a este lugar santo y se encuentren con la belleza de Nuestra Señora y, en última instancia, con el amor de Nuestro Señor.
¿Qué proceso hubo que seguir para obtener la aprobación de la Iglesia?
– El deber de aprobar las apariciones corresponde al obispo de la diócesis en la que se produjo la aparición. El reverendísimo David L. Ricken, obispo de Green Bay, abrió una investigación eclesiástica formal sobre las apariciones marianas ocurridas en 1859 en el lugar del santuario. La comisión revisó la información histórica sobre las apariciones, la vida de Adela, así como su coherencia con la revelación pública custodiada por la Iglesia católica. En diciembre de 2010, las apariciones fueron aprobadas como dignas de fe por el obispo Ricken.
¿Cómo se vive la devoción a la Virgen en Wisconsin?
– Wisconsin tiene una hermosa devoción a la Santísima Virgen María. El estado alberga tres conocidos y hermosos santuarios dedicados a la Santísima Madre: el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en La Crosse; el santuario Nacional de María Auxiliadora en las afueras de Milwaukee; y el santuario nacional de Nuestra Señora de Champion en Champion.
Además de los hermosos lugares de peregrinación del estado, cada año miles de peregrinos a pie visitan Wisconsin para participar en la “marcha anual a María». Esta peregrinación de 21 millas comienza en el Santuario Nacional de San José y termina en el santuario nacional de Nuestra Señora de Champion. El año pasado, más de 7.500 peregrinos estuvieron en los terrenos del santuario de Champion para el evento. Es un ejemplo inspirador de la devoción a Nuestra Señora.
¿Cómo ayudar a la gente a distinguir entre la devoción auténtica y la mera superstición?
– Muchas personas acuden al santuario en busca de curación, física o espiritual. Tanto si se produce un milagro como si no de la forma que esperan en ese momento, los peregrinos se van con la paz interior que les anima a seguir adelante, o con la gracia del perdón concedida a través del sacramento de la reconciliación. La conversión de un alma es el mayor milagro que puede suceder.
Animamos a todos los peregrinos a venir al santuario con una oración o intención en el corazón y a tener las manos abiertas a lo que sea la voluntad del Señor. Nuestra Santísima Madre hace perfectamente la voluntad del Padre, y sus oraciones siempre nos ayudarán en la meta final: la unión con Cristo.
¿Ha habido milagros de Nuestra Señora de Champion? ¿Puede hablarnos de ellos?
– Aunque el santuario ha recibido muchos informes de gracias recibidas de peregrinos que acuden al recinto, ninguno ha sido oficialmente investigado y declarado milagro por la Iglesia. Algunos de estos relatos de gracias recibidas pueden consultarse en https://championshrine.org/graces-received/.