Cultura

Científicos católicos: Nicolás Monardes, descubridor de la fluorescencia

El 10 de octubre de 1588 fallecía en Sevilla Nicolás Monardes, primer autor conocido en informar y describir el fenómeno de la Fluorescencia. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Ignacio del Villar·10 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos
Monardes

Monardes (1493 ó 1508 – 1588) licenciado en medicina en 1533 por la Universidad de Alcalá de Henares y doctorado en 1547 en Sevilla, fue el médico español más conocido y leído en Europa en el siglo XVI.  Sus libros fueron traducidos al latín, inglés, italiano, francés, alemán y holandés, y versan sobre farmacología, toxicología, medicina, terapéutica, flebotomía, hierro y nieve. A través de sus escritos se empezó a conocer las prácticas médicas de los indígenas en América y también las enfermedades tropicales. De hecho, su obra más famosa se titula “Historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales”. En ella catalogó numerosas plantas y sus usos, muchas de las cuales se habían descubierto recientemente en América y algunas de las cuales, como el tabaco, se introdujeron en Europa en parte merced a este libro.

Los escritos de Monardes no fueron meras recopilaciones de información, sino que también reflejaron sus observaciones y experiencias personales. Ofreció información sobre los usos indígenas de las plantas y sentó las bases para comprender sus propiedades medicinales. Su trabajo fue particularmente influyente en el desarrollo de la medicina herbaria, un aspecto esencial de la atención sanitaria en su época. Además, debido a sus cuidadosas descripciones de fármacos y las pruebas que realizaba en animales para conocer sus propiedades medicinales, se le considera uno de los fundadores de la farmacognosia y la farmacología experimental. También es el descubridor del fenómeno de la fluorescencia.

Por otro lado, Monardes no fue un médico alejado de la vida cotidiana. Ejerció su profesión con gran éxito y también se casó y tuvo siete hijos, algunos de los cuales se fueron a América. Tras la muerte de su esposa, en 1577, quiso recibir las órdenes sagradas y así convertirse en sacerdote. Once años después falleció de una hemorragia cerebral.

El autorIgnacio del Villar

Universidad Pública de Navarra. SCS-España.

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