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Nadie “evangeliza” con tanto éxito como los jóvenes

Entrevistamos a Georg Mayr-Melnhof, el fundador de la Comunidad Loreto, en Austria, que promueve numerosos grupos de oración en diversos países, y un encuentro de jóvenes en Pentecostés al que asisten muchos millares.

Fritz Brunthaler·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos
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Traducción realizada por Alfonso Riobó del original en alemán, que se puede leer haciendo click aquí.

Georg Mayr-Melnhof, natural de Salzburgo, es el noveno de diez hermanos. Estudió Ciencias Empresariales, Teología y Pedagogía de la Religión. Además, es el fundador de la Comunidad Loretto, de la que hablamos en esta entrevista. Nos cuenta qué es este nuevo movimiento, que objetivos tienen y qué atractivo propone a los jóvenes austriacos. Casado, tiene cuatro hijos y es diácono permanente y practica con entusiasmo deportes de resistencia. Esta es la conversación con Georg Mayr-Melnhof.

–Docenas de grupos de oración en Austria, Tirol del Sur, Alemania, Suiza e Inglaterra, y cada año un gran festival juvenil en Salzburgo con 10.000 participantes. ¿Qué es Loreto: un gran grupo de oración, un movimiento de renovación, la renovación carismática con estilo austriaco?

La Comunidad Loretto es uno de los nuevos grandes movimientos de renovación dentro de la Iglesia católica en Austria. Se cuenta entre los llamados “movimientos”, es decir, entre las nuevas iniciativas que se encuentran cada vez más en nuestra Iglesia con diversas formas y espiritualidades.

–Georg, tú eres el fundador del movimiento Loreto. ¿Cómo surgió?

Nuestras raíces se encuentran en Medjugorje. Llegué por primera vez a ese lugar de gracia a mediados de los años 80, poco después de que comenzaran las apariciones de la Virgen. En las siguientes peregrinaciones ya no estaba solo, sino que venían conmigo cada vez más jóvenes. En los días de la Pascua de 1987, al regresar a Austria, dos jóvenes de Viena se acercaron a mí y me dijeron: Georg, después de estas fuertes experiencias aquí, en Medjugorje… empecemos con algo en casa. Resonaba una petición de la Virgen: “Fundad círculos de oración”. Ese fue el pistoletazo de salida. El 4 de octubre de 1987 nos reunimos en un pequeño piso de estudiantes en Viena para nuestro primer grupo de oración. Éramos tres; rezamos juntos un rosario y luego comimos tres bocadillos de salchicha. Y eso fue todo. Bastante poco espectacular, y al mismo tiempo muy emocionante.

–¿Cuál es vuestro programa? ¿Qué objetivos tenéis, y cómo queréis alcanzarlos?

Nuestra primera vocación es con toda seguridad la oración. Oración por la renovación de la Iglesia. Queremos crear espacios en todo nuestro país, y más allá de él, donde la gente pueda encontrar y experimentar al Señor. Soñamos con muchos lugares animados, pentecostales, con muchos jóvenes, con una profunda comunión, con una buena catequesis, con música atractiva (de alabanza), con confesión y conversión, con la Eucaristía en el centro. Además, ofrecemos varias posibilidades de formación y programas en el área del discipulado y el liderazgo, para formar así una nueva generación de personas decisivas para el Reino de Dios.

Nuestra primera vocación es con toda seguridad la oración. Oración por la renovación de la Iglesia. Queremos crear espacios en todo nuestro país, y más allá de él, donde la gente pueda encontrar y experimentar al Señor.

Georg Mayr-MelnhofFundador de la Comunidad Loreto

–¿Existe un programa de “seguimiento” para los participantes en vuestras propuestas, es decir, de formación continua, profundización, etc.?

Ahora nuestros programas son ya muy diversos. Comienzan con los grupos de oración para niños, la preparación para la confirmación, los grupos de jóvenes, la formación de discípulos, los congresos y festivales, la profundización, la adoración perpetua. Desde los jóvenes hasta los mayores, para todos hay algo. Cada persona que acude a nosotros puede decidir por sí misma qué ofertas quiere aprovechar y con qué intensidad. Aparte de eso, ofrecemos la llamada “promesa de comunidad”, es decir, un paso muy concreto que se puede dar para vivir aún más íntimamente con Cristo y desde las fuentes de la Iglesia. Hacemos esta promesa por un año, con la posibilidad de renovarla una y otra vez.

–¿Qué tiene Loretto de atractivo o de especial?

Sin duda, la presencia de tantos jóvenes que siguen este camino de seguimiento de Cristo con gran afán y dedicación. Eso es increíblemente atractivo y atrayente. Y al mismo tiempo, nos une a todos un gran amor a la Iglesia, de cuyas fuentes bebemos a diario.

–El emblema de Loreto es una paloma. ¿Qué significado tiene para vosotros el Espíritu Santo?

Nuestro logotipo, la paloma roja, representa el Espíritu Santo y su fuego, y Pentecostés. Soñamos y rezamos por un Nuevo Pentecostés, como está escrito en Joel 3. Nos sabemos parte del gran Movimiento Carismático, practicamos los dones y carismas del Espíritu Santo y contamos cada día con los refrescantes signos y prodigios que el Señor obra en medio de nosotros.

–Estás casado, tenéis cuatro hijos y desde hace poco eres diácono permanente. ¿Qué significado tiene Loretto en esta trayectoria, y para su familia?

Para mí, y también para mi mujer y nuestros cuatro hijos, es un gran regalo poder sentirnos parte de una comunidad tan viva. Gran parte de nuestra vida gira en torno al Señor, en torno a una vida de seguimiento, en torno a nuevos proyectos e ideas para la Iglesia y el Reino de Dios, en torno a la santificación de la vida cotidiana, etc. Habiendo tenido el honor de formar parte de nuestro movimiento desde la primera hora, puedo decir que estas últimas tres décadas han tenido un impacto muy especial en mí.

–¿Cuál ha sido hasta ahora tu mejor experiencia con Loreto?

Ciertamente hay muchos momentos que podría mencionar, pero los encuentros anuales del día de Pentecostés en Salzburgo, con hasta 10.000 jóvenes, son uno de los momentos más destacados. Estos intensos tiempos de oración en la catedral de Salzburgo, en las Santas Misas, en los momentos de alabanza, en la Noche de la Misericordia, cuando hay hasta 120 sacerdotes disponibles para escuchar confesiones. Estos ojos brillantes de los jóvenes con este anhelo absoluto de seguir a Jesús: es un poco como saborear el cielo.

–La mayoría de los participantes en vuestras convocatorias son jóvenes. ¿Cómo llegáis a ellos? ¿Puede inspirar algo al trabajo pastoral en Austria, en las parroquias, las diócesis, etc.?

Donde los jóvenes se reúnen, se suman automáticamente otros jóvenes. Si les entusiasma la propuesta, llevan a sus mejores amigos y a sus hermanos. Nadie “evangeliza” con tanto éxito como los jóvenes. Simplemente dicen a sus amigos: oye, ven; tú también tienes que experimentar esto. Muchos vienen y se quedan. El “programa” que les ofrecemos debe estar bien adaptado a los jóvenes, por supuesto. De todos modos, el “contenido” está ahí desde hace 2000 años. Les anunciamos el mensaje completo del Evangelio, no sólo lo que quieren oír. JESÚS es absolutamente central. A nosotros es Él quien nos importa, y mucho. Así que el contenido está ahí. Nuestra tarea es el embalaje. Debe ser atractivo y atrayente. Cada vez más obispos, sacerdotes y responsables juveniles vienen a ver lo que hacemos. Y piensen en lo que podrían hacer por sus diócesis e instituciones.

Jesús es absolutamente central. A nosotros es Él quien nos importa, y mucho. Así que el contenido está ahí. Nuestra tarea es el embalaje. Debe ser atractivo y atrayente.

Georg Mayr-MelnhofFundador de la Comunidad Loreto

–Es sabido que Loreto está en buenas relaciones con el arzobispo de Salzburgo. ¿Cómo estáis integrados en las diócesis, cómo es vuestro contacto con los obispos y los párrocos?

Como comunidad reconocida por la Conferencia Episcopal Austriaca y enraizada en el corazón de la Iglesia, naturalmente es una preocupación central nuestra el estar en estrecho y fructífero intercambio con nuestros obispos y con los aquellos en posiciones de responsabilidad. Para que una comunidad joven, viva y misionera se integre fructuosamente en una diócesis, no sólo hace falta mucha buena voluntad por parte de todos, sino también un intercambio vivo y, sobre todo, muchas relaciones personales.

–¿Cómo se ha extendido Loretto, a partir de un pequeño grupo? ¿Hay planes de expandirse a otros países con idiomas diferentes, como Italia, Francia, Inglaterra, España o Polonia?

La Comunidad Loretto es en realidad un gran grupo de muchos amigos. La amistad y las relaciones de convivencia están en el corazón de nuestro movimiento. Y así es exactamente como se extiende Loretto. Los amigos que están con nosotros y luego se van a otro lugar por razones de trabajo, familia u otros motivos, suelen empezar allí adonde llegan con un nuevo grupo de oración, un grupo doméstico de Loreto o un pequeño apostolado.

Originalmente somos una comunidad austriaca, pero desde hace algunos años nos hemos extendido a todos los demás países de habla alemana. Y también a Londres, en Inglaterra. En realidad nunca tenemos planes concretos, sino que se trata más bien de identificar qué puertas abrirá a continuación el Espíritu Santo.

–¿Cómo ves la situación de la Iglesia en Europa? ¿Puede Loretto, o el enfoque de Loretto, ser un camino de renovación?

La Iglesia de mañana será probablemente más pequeña que la de hoy, por lo menos aquí en Europa, pero se mantendrá muy bien, porque está construida sobre roca y la promesa de Jesús sigue siendo válida, igual que antes: los poderes del infierno no la vencerán. Y estoy convencido de que volverá a ser cada vez más una Iglesia de confesores de la fe. Muchos probablemente se irán, porque la tradición ya no los sostiene o, aún más, porque no han experimentado personalmente y no han llegado a conocer a Jesús. Pero los que caminan conscientemente con Jesús, le siguen y han reconocido a la Iglesia como Su esposa, se quedarán y contribuirán decisivamente a la renovación de la Iglesia.

El autorFritz Brunthaler

Austria

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