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El nuevo obispo en Suiza, ordenado el día de San José

Al nuevo obispo Joseph Maria Bonnemain le aguardan tareas orientadas a sanar las fracturas internas de la diócesis de Coira, dividida durante largo tiempo.

Joachim Huarte·18 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos
obispo suiza Opus Dei

La diócesis de Coira (Chur en alemán) reagrupa 7 cantones y es la segunda más grande de Suiza tanto en territorio como en población.  En sentido canónico estricto, los cantones de Uri, Obwalden, Nidwalden, Glarus y Zúrich no pertenecen a la diócesis de Chur, sino que son una administración apostólica confiada al obispo de Coira como administrador apostólico. Son aquellas zonas que hasta 1816 habían pertenecido a la diócesis de Constanza que fue suprimida en ese periodo. Conviene recordar que en el solo cantón de Zúrich vive más de la mitad de los fieles; es el cantón más poblado y el corazón económico de Suiza. Por eso, reclama que el obispo esté más presente en Zúrich.

Algo de historia

El territorio de Zúrich está marcado por la reforma protestante llevada a cabo por Ulrico Zuinglio (Ulrich Zwingli en alemán, 1484 – 1531). Hasta 1807 estuvo prohibido celebrar la Misa católica y habrá que esperar hasta 1963 para que la Iglesia Católica obtenga el reconocimiento público en el cantón. Hoy en día es la ciudad suiza que alberga más católicos.  

Desde el siglo XVI las proporciones de católicos y protestantes difería enormemente de un cantón a otro; en los últimos decenios, debido a los movimientos de población internos y a la inmigración, las proporciones han cambiado notablemente. En el cantón de Zúrich un 25% de la población se declara católica y un 27% protestante; en la ciudad de Zúrich, los católicos ya son la mayoría relativa. Por otra parte, la sensibilidad metropolitana y reformista del cantón de Zúrich choca, incluso con animosidad, con las formas más tradicionales de vivir la fe cristiana en las regiones rurales de los Grisones y la Suiza central. 

Desde los años 70, entre los católicos se evidencian luchas entre las tendencias conservadoras y las progresistas; además en cada sector hay grupos polarizados y poco dispuestos al diálogo y a la búsqueda de soluciones aceptables por todos. Los desacuerdos internos, tanto sobre visiones eclesiológicas y teológicas como sobre cuestiones éticas y sociales afloran a menudo en los medios de comunicación tanto eclesiásticos como civiles. 

Médico y del Opus Dei

El nuevo obispo estudió medicina y la ejerció durante algunos años en Zúrich. En 1975 fue a Roma para estudiar teología y en 1978 el Cardenal König de Viena le ordenó sacerdote de la Prelatura del Opus Dei. En 1980 se doctoró en derecho canónico y regresó a Suiza. Médico y teólogo, Joseph Maria Bonnemain colaboró con la delegación de la Santa Sede ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra de 1983 a 1991.

Desde 1989 es Vicario Judicial de la diócesis de Coira y desde 2008 miembro del Consejo Episcopal. En 2011, se le confió la responsabilidad de cuidar las delicadas relaciones con las corporaciones eclesiásticas en los cantones de la diócesis, con el título de vicario episcopal. El nuevo obispo conoce por lo tanto muy bien la diócesis y podemos decir que la mayor parte del clero le conoce personalmente. Además, desde el 2002 ha colaborado con los obispos del país como secretario de la comisión de expertos por los abusos sexuales de la Conferencia Episcopal Suiza.

Un reto para una diócesis dividida

Sus 40 años como capellán de un hospital y su actividad en diversos órganos de decisión de la sede diocesana en Coira, hacen de Bonnemain una figura de gran experiencia tanto a nivel pastoral como de gobierno.  Entre las tareas que le esperan está la urgente necesidad de sanar las fracturas internas de una diócesis dividida durante largo tiempo. Todo un reto para este experimentado médico y capellán, que se convierte así en un emblema de la reconciliación. Todos concuerdan que esta tarea es extremadamente difícil.

En su primer saludo a los fieles el mismo día de su nombramiento escribió: Estamos viviendo tensiones, divisiones y polarizaciones. Lo vemos también en la Iglesia, también en la diócesis de Coira. Hay tensiones, divisiones, polarizaciones que -Dios lo sabe- no podemos permitirnos y que nos impiden buscar juntos esas “vacunas” que todos deseamos. Sí, la gente necesita fraternidad y esperanza, especialmente hoy en día. Y esperan -y con razón- que la Iglesia sea aquí un modelo y muestre caminos de fraternidad y esperanza. (…)

En los últimos años se ha rezado mucho por un nuevo obispo de Coira. Agradezco de todo corazón a todos los que han apoyado estas oraciones y les pido que no dejen de apoyarlas ahora. Lo necesitaré mucho más en el futuro. Por mi parte, también seguiré rezando y lo haré más intensamente. Rezar por el bien de todas las personas -sin distinción- en nuestra diócesis.

El autorJoachim Huarte

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