Del 18 al 21 de febrero se llevó a cabo el Congreso de Educación Religiosa (REC, por sus siglas en inglés) organizado por la Arquidiócesis de Los Ángeles, California (CA).
Este evento reúne anualmente a más de 40 mil personas en la ciudad de Anaheim, CA ya es el congreso de católicos más grande en los Estados Unidos (EUA). Este año, debido a la pandemia, el evento se realizó de forma virtual. De esa forma, personas de diferentes partes del mundo se pudieron conectar a la plataforma del evento.
El congreso dio comienzo el 18 de febrero; en la ceremonia de inauguración participó el Papa Francisco a través de un video mensaje. En su alocución el Pontífice se refirió a los efectos de la pandemia en las comunidades y las lecciones que ha dejado. Ante ello exhortó a mirar hacia el futuro y actuar comprometiéndose con el sufrimiento del otro.
De las crisis se sale mejor o peor
Los testimonios de amor generoso y gratuito en esta época, dijo, “han dejado una huella imborrable en las conciencias y en el tejido de la sociedad, enseñando cuán necesaria es la cercanía, el cuidado, el acompañamiento y el sacrificio para alimentar la fraternidad. Ellas y ellos han sido anuncio y realización de la promesa de Dios. Recordemos un principio universal: de la crisis nunca se sale igual, se sale mejor o se sale peor, pero nunca se sale igual”.
En ese sentido, el Papa invitó a los jóvenes a tener esperanza, pues ustedes, les indicó, son “los poetas de una nueva belleza humana, fraterna y amigable”. Francisco concluyó su alocución invitando a los jóvenes a soñar juntos como hijos de una misma tierra con sus propias convicciones y voz, pero todos como hermanos: “Que éste sea el impulso grande que vivan, compartan y se lleven de su participación en este Congreso de Educación Religiosa”, finalizó el Santo Padre.
La vida sostenida por la promesa de Dios
Esperanza y visión para el futuro fue el contenido del congreso, que este año llevó por lema: “Proclamen la promesa”. Una invitación a creer que nuestras vidas y nuestro mundo están sostenidos por la promesa de Dios. A lo largo de los tres días del evento, se transmitieron misas en diversos idiomas, también hubo grupos de oración, talleres, espacio de exposiciones, programación para jóvenes, conciertos y conferencias magistrales, todo en forma virtual.
Entre la lista de ponentes estuvieron Mons. Robert Barron, obispo auxiliar de Los Ángeles; el Dr. Hosffman Ospino, Profesor del Boston College y la Hermana Norma Pimentel, Directora de Caridades Católicas en Brownsville, Texas (ciudad fronteriza con México) quien se ha destacado por su labor de ayuda a los migrantes. El Congreso finalizó el domingo 21 de febrero con la misa de clausura presidida por el Arzobispo de Los Ángeles José Horacio Gómez, la cual se transmitió desde la Catedral de LA.
«Quiero hablar con una monja»
Norma Pimentel es conocida como la “monja favorita del Papa”. En septiembre del 2015 la televisión norteamericana ABC organizó una charla virtual en vivo entre el Santo Padre desde Roma y decenas de migrantes de una de las ciudades fronterizas en Texas. Casi al finalizar la entrevista, el Papa dijo al conductor. “Que no corten el video porque quiero hablar con una monja”. Ante esa petición, el pontífice les dijo “Había [entre la gente] una hermana. La quiero ver. Acérquese… Hermana: Quiero agradecer en su persona a todas las religiosas por el trabajo que han hecho en EUA. La felicito. Sean valientes… Le digo una cosa más. Se oye feo que lo diga un Papa, pero… La quiero mucho”. La hermana era Norma Pimentel, cuyo trabajo en favor de los migrantes es reconocido a nivel nacional. En 2020 la revista norteamericana “Time” la reconoció como una las 100 personas más influyentes de los EUA.
El Congreso de Educación Religiosa
El Congreso de Educación Religiosa tuvo sus orígenes en 1956 y surgió como una iniciativa de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana y cuya orientación central era la educación en la fe para maestros y catequistas provenientes de todo Estados Unidos y América Latina.
Al paso de los años se fueron incorporando conferencias y actividades tales como una magna sala de exhibiciones, donde los editores y diferentes compañías ofrecen y lanzan nuevos productos destinados a la educación religiosa y en general a la evangelización. Debido al número de participantes, desde 1970 el evento se lleva a cabo en el centro de convenciones en la ciudad de Anaheim, California, que es uno de los pocos lugares con la logística necesaria para dar cabida a más de 40 mil personas.